Capítulo 8

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Brooklyn POV

-Pensé que te caía mal y por eso ya no querías hablarme.

-¿Pero qué dices? Si hablamos todos los días- digo riendo.

-Lo sé pero no sé, eso me dabas a entender.

-¿Estás en tus días? Eso debe ser.

-Qué chistosa, pastelito.

-Para que veas que no me caes mal te invito a cenar.

-¿En serio?

-Aja, sólo necesito pasar al súper por unas cosas.

-Me parece excelente, aunque quizás me retiraría temprano porque tengo guardia hoy.

-Bien, oye ¿te molestaría si también invito a tu familia? Me han ayudado muchísimo al cuidar de los niños, creo que es lo mínimo que puedo hacer.

-Para nada, ¿invitarás también a Will?

Buena pregunta pero para bien o para mal ya tenía respuesta.- Sí, es el padre de mis hijos al fin y al cabo.

-Entonces nos vemos más tarde.

-De acuerdo, cuídate.

Termino la llamada y entro al departamento de policía, todo parecía un caos y yo que recuerde no se encontraba así antes de que yo saliera. Me dirijo directamente a la oficina de Jeff y al llegar veo que éste se encuentra bramando órdenes a diestra y siniestra a través del teléfono. Al verme sus ojos se iluminan y con un escueto "ya no te necesito" termina la llamada.

-¡¡Adams!!- dice aliviado.- Sé que te dije que iríamos lento pero acaba de suceder un asesinato, son los mismos tipos que te intentaron matar, no te pediría esto pero Emy no puede ir a tomar las pruebas, la muy torpe está varada en el tráfico.

-Jeff, sabes que éste es mi trabajo, mi amnesia no afectará con nada, ni siquiera recuerdo lo de esos tipos.

-No quiero que tu vida corra peligro- coloco una mano en su hombro y le doy un ligero apretón.

-No correré peligro, te tengo conmigo, así que vamos a esa escena.

Corro por mi maletín y salgo disparada junto con el equipo, van manejando como alma que lleva el diablo; siendo sincera extrañaba éste tipo de manejadas.

-¿Lista para regresar a las escenas, Adams?- pregunta Zack, uno de mis compañeros.

-Más que lista a decir verdad- él me sonríe y tiempo después llegamos a la escena del crimen.

Bajamos pronto de las camionetas y cada quien se pone a hacer lo suyo, los listones amarillos de prohibido el paso no tardan en hacerse ver, algunos compañeros intentan alejar a las personas chismosas que intentan meterse a la casa, miro todo detenidamente como si fuera la primera vez que lo hiciera.

-Si quieres puedes quedarte en la camioneta- dice Jeff detrás de mí. Niego y comienzo a caminar para poder entrar y examinar todo.

Mi mente por un momento aleja todos los pensamientos tontos que no necesito en estos momentos y me concentro por completo en recolectar todo, hay sangre por varios lados, es realmente una fea escena. Voy hasta donde se encuentra el cuerpo tendido, es de un hombre no mayor de 40 años, está vestido con un traje el cual se encuentra destrozado y lleno de sangre, esas supongo que fueron demasiadas puñaladas.

Hay un charco de sangre que rodea su cabeza y un poco de la parte superior del tórax, un perfecto tiro de gracia atraviesa la pobre cabeza del hombre, y como si eso no fuera mucho le falta el antebrazo derecho. Una parte de mí espera tener algo de asco respecto a esto, y a pesar de que he estado en muchísimas escenas peores a ésta algo me resulta familiar.

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