Capítulo 21

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William POV

-No seas terco, no puedes estar solo.

-Estoy mal de un brazo, no de mis piernas- refunfuño cansadamente. Vamos en mi coche con Brooklyn al volante, acabamos de salir del hospital y esto se me hace eterno.

-Necesitas curaciones en la herida, serás torpe por varios días, ¿qué mejor que estés con un enfermero y que ese enfermero sea tu hermano?- vuelve a insistir Wyatt.

-Te olvidas que soy doctor, ¿verdad? Además, tú también necesitas descansar.

-Pero yo no necesito tantos cuidados como tú.

-Pero irás a trabajar así que de todas maneras estaré solo. ¿Qué más da?

-Idiota, hazme caso por una vez en tu vida- gruñe Wyatt viéndome con odio.

-No quiero.

-¡Te estás comportando como un niño!

-Mira quién lo dice- bufo divertido y en eso Brooklyn frena de golpe.

-¿Qué fue eso?- decimos mi hermano y yo al unísono.

-¡Se pueden callar los dos!- dice exasperada.- Wyatt, Will tiene razón, tú te irás a trabajar y le dejarás solo de todas maneras- sonrío con suficiencia al ver que ella me ha dado la razón.- Y William, tu hermano también tiene razón, serás más torpe y necesitas cuidados así que te cuidaré yo, iremos a tú casa por algo de ropa y pasarás unos días en mi casa hasta que puedas volver a cuidarte por ti mismo. Punto final y no hay marcha atrás, no continúen discutiendo que si lo hacen juro que los bajo y les echo el carro encima.

Wyatt y yo nos miramos para luego soltar la carcajada, Brooklyn entrecierra los ojos y continúa viéndonos.

-No me tienen muy contenta ustedes dos. William te pedí que no hicieran estupideces ninguno de los dos y mira con lo que salieron.

-Lo volvería hacer sin dudar- respondo rotundamente mientras veo a mi hermano, él sonríe y pasa su brazo cuidadosamente sobre mis hombros dándome un ligero apretón.

Cuando le contamos a Brooklyn y a Jeff cómo sucedió la entrega y el por qué yo tenía una bala en mi brazo, casi vuelvo a entrar a quirófano a causa de los golpes que Brooklyn quería darme y que pudo haberme dado sólo que se contuvo. Gracias al cielo la bala no causó daños mayores y me beneficiaba tener influencias ya que así fue la única manera de la que me dejaron salir del hospital.

Llegamos a casa de Brooklyn en medio de una plática amena, el carro de Wyatt ya estaba ahí lo que significaba que Gael ya estaba aquí también, él se había traído el coche. Apenas bajamos del auto salió Tate corriendo, exclamó un grito y me abrazo de golpe, sin querer me queje y ella rápido se alejó.

-Lo siento- dice ella apenada y con los ojos cristalizados.- ¿Cómo están chicos?- comienza a preguntar mientras se lanza a abrazar a Wyatt.- ¿Tienen hambre? Hice comida. ¿Quieren hablarlo? Puedo escucharlos. ¿Gustan algo de beber? ¿Agua? ¿Cerveza?

-Tranquila, Tate, ellos están bien- dice Brooks con un toque extraño pero de la buena forma si es que podía decirse así.- Pasen chicos.

-¡¡Pa...¿Papi?- comienza a decir Kim al vernos entrar a Wyatt y a mí, se queda quieta en su sitio viéndonos detenidamente. Las comisuras de mi boca se elevan enormemente al ver a mi pequeña intentando descubrir quién de los dos es su padre. Me río y camino hasta ella para luego acuclillarme.

-Soy yo, mi niña- le digo con ternura, ella me muestra su hermosa sonrisa.

-¡Papi!- eleva sus brazos tratando de colocarlos alrededor de mi cuello, le ayudo inclinándome un poco más y con mi brazo sano rodeo su cuerpo y la acerco por completo a mí, huelo su cabello y una sensación de grandeza se instala en mi pecho. Sin duda alguna no me hubiera perdonado no volver a ver a mis hijos de nuevo.

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