Capítulo 12

2.3K 124 34
                                    

William POV

Era increíblemente sorprendente lo que en cuestión de días había logrado.

Ya habían pasado dos semanas y media desde que Brooklyn y yo decidimos empezar desde cero y siento que con cada día que pasa nuestra relación va mejorando, obviamente en una relación de amistad por el momento, ojalá ella recuerde todo.

Por el momento me encontraba en el hospital en mi hora de descanso, había sido un arduo día de trabajo y yo estaba más que cansado, quería llegar a casa y tumbarme en mi cama para luego dormir durante 24 horas seguidas. Sin embargo, sabía que no podía dormir tanto, mañana temprano mis padres harían un almuerzo en el cuál el padre de Brooklyn, ella y los niños estaban más que invitados, ahí vería a mis pequeños así que no podía faltar. Además de que le vería a ella.

Mis padres aún no sabían lo que estaba sucediendo entre Brooklyn, Wyatt y yo, ellos sólo creían que Wyatt estaba siendo un muy buen cuñado al estar cuidándola, al fin y al cabo ella ya era parte de la familia. Pero por otro lado, mi hermana Amber si sabía lo que sucedía, ella había estado ahí conmigo apoyándome cuando Wyatt se había acostado con mis ex novias a pesar de que ella era solamente una niña.

Por eso la adoraba, tenía poderes mágicos para tranquilizar a las personas, brindarles consejos, escucharlas, infundirles una gran dosis de esperanzas, no por nada es consejera escolar. Le encanta trabajar con adolescentes, cosa rara porque los adolescentes son una bomba atómica andante, no sé cómo le hace para aguantar sus drásticos cambios de humor. Cuando Kimmy, Andy y Allen sean unos adolescentes acudiré a ella por consejos.

El toque que dan en la puerta de mi consultorio me devuelve a la realidad y murmuro un pasen muy raro, estaba quedándome dormido en el escritorio.

-Hola, Will- la voz parlanchina de Laura me despierta aún más, al parecer soy el único que está más dormido que despierto.- ¿Estás bien?

-Sí, sólo un poco cansado.

-¿Y eso? ¿No has dormido bien?

Me quedo callado un momento.- He dormido bien más parece que no es suficiente.

-¿Te has desvelado mucho en días pasados?

-Sólo me desvelé un día y fue por voluntad propia, quería ver dormir a mi niña, su pequeña naricita se miraba demasiado linda con la escasa luz que había en la habitación. ¡¡¡Y sus pestañas!!! Y sus cachetes ni se diga, sobresalían mucho más. Sólo quería abrazarla muy fuerte hasta quedarme impregnado de su deliciosa aroma a jabón de bebé.

La sonrisa de Laura se ensancha con cada palabra que digo.- Amas mucho a tu niña, Will, eso es muy lindo.

-También amo a mis pequeños Andy y Allen, ese par me recuerdan todas las travesuras que mi hermano hacía o me hacía hacer también a mí. Espero que no sean iguales a nosotros porque si no nos darán dolores tremendos de cabeza a Brooklyn y a mí.

-Pues qué niños más afortunados al tener un padre como tú- le sonrío en forma de agradecimiento.

-Pero imagino que no venías a oírme hablar de mis hijos, ¿se te ofrecía algo?

-Así es.

-¿Algún caso?

-Por primera vez diré que no- dice orgullosa de sí misma.- Esto no tiene nada que ver con el hospital. Verás que cuando llegué acá el hospital me consiguió una habitación pero la iba a compartir con otra doctora. Ella es bastante escandalosa y por las noches se me hace más difícil dormir. ¿De casualidad no sabes de algún lugar dónde renten casas a buen precio y que sea un buen vecindario?

BelieveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora