13. Pesadillas y lazos de familia

10.8K 1.3K 359
                                    

Podía sentir cómo mi piel ardía con fervor, quemándome hasta los huesos, haciéndome encorvarme por el dolor. Gemí, tratando con todas mis fuerzas de desaparecer toda esa tortura. Quizá el dolor me había cegado porque no podía ver nada, no lo sabía con exactitud. Tampoco era como si me interesara mucho ese hecho teniendo en cuenta la gran cantidad de tortura en la que estaba.

Caigo sobre mis rodillas y dejo salir un lastimero jadeo de dolor.

— Basta —forcé la palabra fuera de mis labios en un hilo de voz.

Había hablado entre dientes y me dolía demasiado pronunciar las palabras, pero quise hacerlo con la esperanza de que al decirlo en voz alta tuviera algún cambio. Era bastante tonto si te ponías a pensarlo. Mis palabras no tenían poderes. Yo no tenía poderes en general, solo cambios extremos de temperatura que no hacían sentido.

— Scarlett.

Levanté mi vista y pude divisar una figura masculina parada frente a mí. Era un chico joven de cabello oscuro, flacucho y de ojos azules que me miraban de forma extraña. De alguna forma, lucía familiar para mi vista, aunque no lograba conectar los puntos dentro de mi cabeza. El dolor me confundía.

De la misma forma en la que apareció el muchacho, se esfumó de la nada como si siempre hubiera sido tan invisible como el aire.

Me sentí más confundida que nunca y fue cuando sentí el ardor aminorar en mi cuerpo, permitiéndome por fin erguirme con cierta dificultad. Los músculos de mi cuerpo protestaron cuando me puse de pie y enderecé mi espalda para adaptar una mejor posición que no me molestara tanto.

Un ventarrón me azotó de la nada, afectando mi equilibrio por unos instantes y luché con todas mis fuerzas por mantenerme de pie. Todo el suelo temblaba, paredes cayeron a mi alrededor y de repente me encontraba dentro de las ruinas de la casa Hale. Lugar que no había visitado en mucho tiempo.

— Scarlett.

Giré de inmediato sintiendo mi corazón querer salirse de mi pecho con cada fuerte latido que daba dentro de mi caja torácica.

— ¿Quién está ahí? —pregunté con un ligero temblor en mi voz.

Me sentí estúpida.

Acababa de decir la misma frase que odiaba que los protagonistas dijeran en las películas de terror cuando el asesino se encuentra dentro de la casa. ¿Qué esperan conseguir con esa pregunta de todos modos? No es como si el asesino fuera a salir diciéndoles "Oye, soy solo yo, estoy haciéndome un sándwich. ¿Quieres uno?".

Sin embargo, esperaba que alguna persona se revelara. Quizá de ese modo podría llegar a comprender un poco lo que estaba sucediendo. Sabía que estaba soñando, eso era un avance, pero ¿a dónde me llevaría esto?

Caminé hacia las escaleras de la casa y estas crujieron bajo mi peso. Estaban completamente en ruinas por decirlo así luego del incendio.

Justo cuando iba a dar otro paso por los peldaños, escuché voces en la planta baja del lugar. Siendo lo curiosa que soy, decidí seguirlas porque ni siquiera en sueños Scarlett Brann puede resistirse a satisfacer su propia curiosidad.

Curiosidad que terminará matándome un día de estos.

La figura de Derek Hale se materializó frente a mis ojos, pero de alguna forma, él lucía más joven. A su lado pude divisar a Érika y a Boyd observándome en completo silencio como si se trataran de dos perros guardianes.

¿Dónde está Isaac?

— Te dije que te mantuvieras alejada de esto, Scarlett. Te lo advertí desde un principio —dijo Derek.

ENEMY FIRE ▲ TEEN WOLF   ➁Donde viven las historias. Descúbrelo ahora