Puntualidad

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>>HICCUP<<

-Eso fue muy interesante...- dije sarcásticamente

-No sabía que tengo madera de rey ¿Quién lo diría?- dijo de forma simplona, pero no podía esconder ese deje de desagrado.

-Bueno, quiero ir a ver a chimuelo. Te veo luego. No robes nada de mi cuarto- le advertí.

-Cuanta confianza me tienes. Me voy para que no digas que soy un ladrón- camino en dirección de la puerta.

***

Llevo alrededor de media hora buscando a Ander, o a alguien que me diga dónde está mi dragón. Pase por una habitación amplia y escuche la voz de Elsa, asome ligeramente la cabeza y ella charlaba con Eugine.

Aún falta bastante como para mí turno. Creo que tengo tiempo suficiente para buscar a mi dragón e ir a dar un paseo. – Señor...- dijo una voz a mis espaldas. Di un brinco y me encontré con el rostro de Ander.

Sonreí- Te he estado buscando ¿Dónde está chimuelo?- le pregunte

-En los establos mi señor... pero no debería espiar a sus compañeros.

-Oh, eso fue un accidente. Te estaba buscando y creí que estabas dentro, pero me di cuenta de que no.

-Acompáñeme. Lo llevaré con su dragón.

***

-¡Amigo!- grite cuando vi a mi dragón. Por lo visto lo han cuidado más que bien. Podía ver un lindo espacio donde seguramente chimuelo, había dormido. Tres cestas grandes llenas de pescado fresco, y otras dos vacías tiradas por ahí.

Chimuelo se levantó del suelo y corrió en mi dirección. Me dio una larga lamida y sonrió en su forma singular. Le acaricie la cabeza y luego el cuello- ¿Quieres ir a dar un paseo amigo?- Chimuelo dijo que si con la cabeza.

- Mi señor, no puede salir de la casa de los guerreros...- me recordó Ander.

-¿No hay alguna excepción?- le pregunte con un poco de esperanza.

-Me temo que no. Las reglas son muy específicas, mi señor. Pero puede volar sobre la casa, eso incluye los jardines y el pequeño bosque. Son solo un kilómetro y medio cuadrado en total.

-Bueno, supongo que es mejor que nada- le indique a mi dragón que me siguiera a fuera. El sol brillaba y el aire estaba fresco. Subí en chimuelo y me dispuse a ir a pasear, lo poco que podía explorar.

Tome una gran bocanada de aire y jale la palanca que permitía que la cola de chimuelo permaneciera abierta. Solté un suspiro y me deje caer. Me encantaba sentir el viento contra mi cuerpo. Cerré los ojos y disfrute de la caída. Jack tiene razón: volar era increíble. Abrí los ojos y en ese momento vi a chimuelo debajo de mí, esperando a que volviera a tomar mi lugar. Estire mis brazos y volví a sentarme.

- No te preocupes...- le dije a mi dragón- los arboles hubieran amortiguado mi caída.

Chimuelo me golpeo con su oreja, y yo solté una risa. Algo brillante llamo mi atención entre los arboles del bosque. –Vamos ahí- le dije a mi dragón.

Cuando baje me encontré con una hermosa cascada. Había un lindo lago de agua cristalina y cientos de árboles y flores lo adornaban. Era simplemente hermoso.

El estar en ese lugar era tan pacifico.

Chimuelo se recostó bajo la sombra de un gran árbol, y supe que no podría moverlo de ahí, por un buen rato. Así que lo imite y me senté bajo un árbol. Cerré los ojos y me dedique a escuchar el sonido del agua y también el de pequeño pajarillos que cantaban.

No sé porque, pero a mi mente llego Elsa en la pelea de comida. Se veía tan linda con ese vestido lleno de comida y con su cara y cabello cubiertos de helado y glaseado; sin contar las manchas de chocolate en los labios.

Sonreí al recordar como aquel panque, golpeo la cara de Mérida y como Tadashi le lanzaba pudin a Eugine. Recordé la escena de cuando Jack cargaba a Elsa para que no fuera a escapar de él, mientras la embarraba de comida y le vertía más comida en la cabeza. Sentí molestia cuando lo vi hacer eso, pero luego fue cuando Eugine me lanzo pastel.

-Elsa...- murmuré aun con los ojos cerrados. Me costaba trabajo pensar. Sentí que la boca se me adormecía- Quién diría que serías una persona que llegaría a ganarse mi simpatía. Estoy seguro de que le agradarías mucho a mi madre... y a Astrid –suspire.

***

Me desperté de golpe y mire hacia todos lados desorientado, después de unos segundos recordé donde estaba.

¡Mierda!

Me he quedado dormido. Me levante de un brinco y sacudí mi cabeza. Chimuelo se encontraba cerca del lago, pescando o jugando con su reflejo en el agua. ¿Cuándo tiempo estuve dormido?

-¡Chimuelo!- grite con angustia. Mi dragón corrió en mi dirección y subí rápidamente- Vamos a la casa. ¡Rápido, amigo!

***

Al llegar a la casa no vi a nadie, tal vez llegue a tiempo. Deje a chimuelo en su establo y fui a buscar a Ander, pero cuando estaba a punto de irme el me encontró.

- ¡¿Dónde estaba?!- pregunto en un grito.

-Lo siento, me quede dormido en el bosque...

-Llega muy tarde... su amigo Jack ha tenido que pasar antes que usted. El señor Drácula está muy molesto con usted.

-En verdad lo lamento. El tiempo se pasó volando.

Ander hizo una mueca de resignación- Supongo que ya no importa. Pero le ruego que no salga a dar otro paseo. Mejor valla a su recamara, así no volverá a llegar tarde.

Asentí y me fui a mi cuarto.

Los juegos de &quot;La selección&quot; (Jelsa vs Hiccelsa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora