El banquete de habilidades

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*Dos semanas después*


— ¡Auch! —se quejó Hiccup tumbado en el suelo con la vista clavada en el sol deslumbrante. El cuerpo ya le dolía y sentía que si daba un paso más la única pierna que le quedaba iba a romperse.

—Vamos... solo un poco más ¿sí? —le dijo Arturo parado enfrente de el con la cabeza agachada para mirarlo.

—Ya te dije que no. Estoy muerto. Hemos practicado desde que salió el sol y ya es más de las tres ¡Dame un respiro! —se quejó.

Arturo rio un poco y señalo con la barbilla al peliblanco que aún seguía haciendo los ejercicios que le había puesto Lady comandante.

—No veo que tu amigo se esté quejando; el lleva más tiempo aquí que nosotros y solo míralo... parece que aún tiene mucha energía.

Lady Marinett se había molestado mucho con Jack desde aquel día que se había marchado sin decir una sola palabra. Incluso había ido con Lord Drácula exigiendo que fuera eliminado de los juegos por haber hecho tal "berrinche" según sus palabras, pero no había tenido éxito con eso y su plan B era desquitarse haciéndolo entrenar más duro que a los demás.

—No todos tenemos la inusual capacidad de Jack de no cansarse te lo digo de una vez —dijo Hiccup poniéndose de pie gimiendo adolorido y pasando el antebrazo por su frente quitando algo de sudor.

—Sí, ya lo note —dijo su amigo volviendo a tomar la alabarda entre sus manos y girándola para luego apuntarle con la punta de metal. — ¿Listo?

Hiccup tomo aire y apretó el mango de su espalda —No, pero de todos modos vas a atacarme así que hagámoslo.

El chico soltó una pequeña risa y de nuevo comenzaron a pelear. Arturo tratando de derribar a Hiccup usando su arma y soltándole uno que otro golpe en las costillas evitando a toda costa cortarlo o fracturarle algún hueso, mientras Hiccup se cubría usando un escudo ya bastante gastado y soltaba mandobles que lograba arañar la maya de hierro de su compañero.

—Ya me canse —anuncio el chico dejando caer la espada y el escudo.

— ¿Qué? ni siquiera pasaron veinte minutos Hic.

—Ya te dije que estoy cansado. Me arrastraste hasta aquí, ¡sin desayunar! Y cuando las doncellas vinieron a ofrecernos unos pastelillos y agua de limón no me dejaste tomar nada.

—Estábamos entrenando y no podíamos detenernos o perderíamos el ritmo —excuso Arturo encogiéndose de hombros.

—Como sea, voy a ver cómo va Jack —dijo Hiccup caminando lentamente como si así el dolor de su cuerpo se hiciera menos agudo pero solo consiguió que le doliera aún más.

A unos cuantos metros de distancia ya podía escuchar la respiración agitada de su amigo. Jack estaba haciendo las abdominales que lady comandante le había ordenado, y aun lado de él, había una pizarra que decia todas las cosas que debía de hacer para ese día.


Quinientas sentadillas.

Cincuenta vueltas al ruedo de entrenamiento.

Trecientas flexiones con la mano derecha.

Trecientas flexiones con la mano izquierda.

Quinientas abdominales.

Trescientas barras.


Los juegos de "La selección" (Jelsa vs Hiccelsa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora