Daddy Issues → Jung Ho Seok; BTS {EDITANDO}

02; ¿En la azotea?

—Chicos —Seokjin nos llamó con un tono casi inaudible.

Los tres nos sentamos en el comedor de madera.

—Nana ha muerto.

Fue como si un balde de agua fría hubiera caído sobre mi. Fría no, más bien helada. Nana, nuestra Nana había muerto.

—N-No puede ser —Taehyung se levantó rápidamente de la mesa con lágrimas en los ojos y se encerró en su habitación.

Me quedé con la mirada perdida. Sentía un vacío en mi interior, como si una parte de mi se hubiera acabado de desvanecer.

—Jin...—susurré. —Taehyung se sentirá culpable ahora.

—No es su culpa. Ni la suya ni la tuya ni la de nadie. Si hubiéramos conocido a Nana en otras circunstancias todo habría sido mejor. Solo debemos recordar el amor que tenía por nosotros y todo lo que nos enseñó, ¿vale?

Asentí con la cabeza y me dio un cálido abrazo, peinándome.

Nana era nuestra abuela adoptiva. Abuela, madre, en realidad lo era todo para nosotros. Ella fue la que nos sacó del infierno y era nuestra única familia. Nos dio todo su amor sin pedir nada a cambio.
Estábamos muy unidas, siempre me ayudó cuando lo necesité, realmente ella siempre estuvo allí. Pero la relación que tenía mi hermano Taehyung con ella era distinta, era un vínculo especial.

{F L A S H B A C K}

—¡Has vuelto! —exclamó el pequeño Taehyung de 7 años abrazándola.

—Hola niños —sostenía bolsas de plástico con la cena.

—¿Qué cenaremos? Tengo mucha, mucha hambre.

—Esta noche sólo habrá sopa. Lo siento, no pude comprar mucho —sonrió como disculpándose —Pero recordad lo que siempre digo.

—¡Lo importante es comer en compañía de la gente que quieres! Lo sé —exclamó Taehyung mientras daba pequeños saltitos en la cocina .

—Nuestro pequeño Taehyung es muy listo  —acarició su cabeza —¡Pero Jinae! ¿Qué te ha pasado esta vez?

—No fue mi culpa Nana. Esta vez de verdad que no —me senté mientras ella se agachaba para inspeccionar mis raspones de las rodillas.

—¿Qué te he dicho sobre pegarle a otros niños?

—Yo tenía la bici primero.

—Pequeña...—susurró suavemente— a veces las personas hacen cosas que no nos parecen bien o no entendemos pero nunca debemos hacer daño a los demás. Tú eres buena, ¿a que si?

Asentí haciendo un puchero.

—Yo sé que eres buena —me regaló un dulce —ahora ve a jugar con tu hermano.

{F I N D E L F L A S H B A C K}

Recuerdo bastante bien ese día. Porque ese día fue cuando Nana nos explicó que su marido estaba cada vez más enfermo. Tiempo después nos explicó que pronto no podría cubrir todos nuestros gastos.

Así, cuando Seokjin alcanzó la edad legal para poder trabajar ahorró todo lo que pudo y nos marchamos de allí dejando a Nana detrás.
Continuamos viéndola, pero cada año que pasaba la veíamos menos. Un día dijo que no podíamos verla más. Nunca supe a ciencia cierta por qué, lo más probable es que su enfermedad estuviera demasiado avanzada y no querría que la viéramos de ese modo.
Taehyung formó una pataleta de niño pequeño y la "odió" por no dejar que la viéramos más. La última vez que la visitamos discutieron.

Subí las escaleras y giré en dirección a la habitación de Taehyung. Estaba tumbado en su cama, mirando hacia la pared y de espaldas a la puerta. Me senté en la cama y él no se movió.

—No es tu culpa —dije—Ella sabe que la querías mucho.

—No pude despedirme —dijo sin apartar la mirada de la pared—. Me siento imbécil.

—Yo tampoco pude hacerlo. Pero Nana sigue contigo, conmigo y con Seokjin. No querría verte así.

Se giró y me dejó ver su cara, muy triste. — Ven aquí —se acurrucó a mi lado, como hace cada vez que se siente mal.

...

Fuimos al funeral de Nana, unas siete horas de viaje interminables. Taehyung prácticamente no habla con nosotros, tampoco come mucho. Hemos faltado demasiados días a clase y Seokjin dice que eso está mal, que no nos vamos a librar de volver pero Taehyung está muy frágil. Supongo que esperaremos a que quizás se encuentre un poco mejor anímicamente para volver.

...

—¡Y recordad terminar la redacción para la semana que viene! —anunció la profesora de  Inglés.
Salimos rápidamente al recreo. Pero mi ánimo se apagó cuando vi el día que hacia, demasiado triste, estaba lloviendo.

—¿Tae, vamos a la biblioteca? Podemos jugar al "Adivina tu futuro" con los libros, ¿quieres?

—Está bien —dijo observando a la chica que se sienta a su lado. Es muy silenciosa, observé que la mayoría de compañeros por no decir todos no hablan con ella, ni siquiera los profesores. Me da curiosidad y creo que a Taehyung mucho más.

Fuimos a paso ligero a la biblioteca y nos sentamos en el suelo con las piernas cruzadas, entre las estanterías. No era una biblioteca demasiado grande, a decir verdad era bastante pequeña.

El juego de "Adivina tu futuro" lo hacíamos de pequeños, porque Nana tenía muchos libros. Escogíamos uno al azar, lo abríamos y la primera palabra que leyésemos definiría nuestro futuro. Como a mí nunca me gustaba lo que salía lo repetía miles de veces.

—Vente con nosotros, no te quedes ahí mirando —dijo mi hermano. Levanté la mirada y vi a aquella chica silenciosa de pie junto a la estantería.

—¡Ey tu vas a nuestra clase! —la señalé—. Ven. —di unos golpecitos en el suelo con la esperanza de que la chica se sentara junto a nosotros.

—¿Cómo te llamas? —preguntó amablemente mi hermano.

—Hyeri —dijo tímidamente.

—¿Hyeri? ¡Me encanta ese nombre! Yo soy Jinae aunque eso ya debes saberlo —sonreí para parecer amable —y esta cosa de aquí al lado es mi hermano. Saluda Taehyung.

—No me digas qué tengo que hacer.

—Respeta a tu hermana mayor —le ordené.

—¡Solo por unas horas! —se quejó levantando de más la voz.

La bibliotecaria nos llamó la atención para que guardásemos silencio.

Taehyung y Hyeri se quedaron mirándose, curiosos el uno del otro. Pronto mi móvil comenzó a parpadear.

~Hoseok
>>Si te consideras tan valiente ven a la azotea ahora. 5 minutos.
11:30

>>Quién eres? No te tengo agregado
11:30

~Hoseok
>>No es obvio? Lo pone en mi nombre de perfil
11:31

Fruncí el ceño porque no entendía que hacía ese tipo escribiéndome. Jung Hoseok o el imbecil. Supongo que será ese chico que me interrumpió y que cuando pasando la lista de clase y anunciaron su nombre me guiñó un ojo. Que estúpido.

Tampoco entendía como había conseguido mi número.