Daddy Issues → Jung Ho Seok; BTS {EDITANDO}

27; socializando.

Si hay algo que detestaba de los meses que llevo aquí es el conserje de nuestro edifico. Me mira de manera rara, como estudiándome. Me crea desconfianza aunque siempre que lo veo estoy con Hoseok, pero aún así no dejaba de crearme miedo. Supongo que me estoy volviendo un poco paranoica.

¿Voy a tener miedo de todos los desconocidos, siempre?

Ayer hablé con Hara, dice que ahora podemos hacer las sesiones cada mes, en vez de cada dos semanas. Ya no necesito las pastillas para dormir porque las pesadillas han desaparecido.

El conserje estaba en la puerta de la calle y le observé desde mi ventana. Juraba que estaba mirando directamente a mi habitación.
No sé, me gusta.

—¿Qué miras tanto? —Hoseok me abrazó por detrás y apoyó su barbilla en mi hombro.—Ah, el conserje

Asentí.

—No le hagas caso. No te va a hacer nada. —me giró y me dio un pequeño beso en los labios.

Rodeé mis brazos en su cuello y él me pego más a el. Sonreímos en mitad del beso.

—¿Cuando me empezaste a gustar tanto?

Me daba pequeños besos en la cara mientras caminábamos hacia la cocina

—Mmm —murmuró.—¿Y mis galletas de chocolate?

—Estarán por ahí.—me senté frente al televisor.

—No.—continuaba buscando en el armario.—estoy seguro de que las deje aquí anoche, y me quedaban bastantes.

Se giró lentamente y de manera dramática:

—¡Te las has comido tú! —me señaló— ¿Qué voy a hacer ahora sin ellas?

Me encogí de hombros. Bueno, quizás si me las había comido pero no lo iba reconocer.

—No. Yo no me he comido nada.

—¡Tienes que bajar a por otras!

—Hoseok.—renegué —¿me harás bajar con el frío que hace?

—Te quiero pero te has comido mis galletas de chocolate. Tienes que bajar.

Me puse el abrigo  a regañadientes. Al menos la tienda quedaba cerca de casa, no tenía que caminar tanto.

--Tenemos 4 paquetes de galletas pero ahora se le antojan las que se han acabado. Es un mimado. --dije en alto en el ascensor.

Salude a la señora de la tienda de conveniencia, siempre era amable con nosotros, aunque ahora que lo pienso no sé su nombre.
Me encontré de bruces al conserje en el portal.

—Señorita Kim, ¿qué hace por aquí sola? --tiró la colilla al suelo y la pisó para apagarla.

Me quedé paralizada, no podia casi moverme, estaba bloqueándome el paso.

—Quiero decir, usted nunca sale sin el señor Jung.

"—Puedes hacer lo que quieras con ella, por lo que has pagado, quizás un poco más"

—¡No te acerques! —grité antes de que pudiera acercarse a mi.

Hoseok apareció a mi lado y lo apartó de un empujón.

--!Señor Jung! Yo no he hecho nada, ¡ni siquiera me he acercado a ella!

—No te acerques a ella. No quiero que le dirijas la palabra.