Daddy Issues → Jung Ho Seok; BTS {EDITANDO}

20; let's play.

—Ven.—Yoongi me agarró de la mano y me llevó lejos de la cafetería, a uno de los tantos bancos que había en el jardín del instituto.

Sólo estuve con la cabeza agachada porque no me apetecía hablar de lo que había ocurrido con Tsuki a primera hora de la mañana.

—¿Qué te pasa?

No contesté.

—Mírame. —me obligó a levantar la cabeza .—Ahora, ¿me puedes explicar qué es lo que pasa? La chica de esta mañana no eras tú.

—Sí era yo, Yoongi. Tsuki vino buscándome desde el principio

—No te excuses en eso. Podrías haber seguido tu camino y haberla ignorado, ¿acaso crees que Tsuki no irá a la directora a contarle lo ocurrido? O peor: se lo contará a sus padres.

—Yoongi.—suspiré.— Tengo ahora mismo suficientes problemas y cosas en la cabeza mucho mas grandes, —mi voz se entrecortó—. que Tsuki  —carraspeé la garganta y pude contener las lágrimas—. Si quiere acusarme de violencia escolar que lo haga, si quieren venir sus padres a denunciarme que lo hagan.

La respuesta de Yoongi fue simplemente un abrazo. Sin decir nada más, sin cuestionar absolutamente nada y eso me hizo liberar algo de tensión. Lo bueno de Yoongi es que no te agobia.

—Toma. —sacó un caramelo.

Lo abrí, era de fresa.

—¿Quieres venir a comer a mi casa hoy? Podemos jugar al videojuego que tú quieras después, te dejo elegir.

—¿Me dejas elegir?—me levanté emocionada.—¿Tienes de zombies?

...

—¡Una invitada!—dijo Kassy, la madre de Yoongi.—Pasa —estaba muy animada.

Busqué con la mirada a Hoseok y lo encontré bajando las escaleras, vestido con una camiseta negra de manga corta y unos pantalones grises de chandal.
Vaya, ahora hasta le veía guapo. Supongo que debo ser masoquista o es que sus refuerzos intermitentes han hecho efecto y me he terminado de volver loca.

Sólo me miró inexpresivo, no me saludó.

Comer con tu profesora es lo más extraño que he hecho en mi vida. Es raro, muy raro, no sabía si tutearla o no y tampoco sabía si fingir que me gustaba ir al instituto o no. Sentía que sonaba muy actuada cada frase que salía de mi boca.

—Me gusta que nuestro Suga traiga amigas a casa, ¿verdad?—se dirigió a su marido.

—Mamá.—replicó Yoongi.

—¿Suga?

—No por favor.—estaba avergonzado y me pareció adorable. Hoseok comía en silencio sin mirarnos.

—¡Oh! —exclamó— desde pequeño le llamamos Suga en casa, porque es muy adorable, detrás de esa fachada de adolescente insoportable .—agarró sus cachetes como a un niño pequeño.

Sonreí aunque volví a sentir ese vacío en mi interior, al ver a la madre de Yoongi. Si mi madre hubiera sido así conmigo habría sido tan feliz.

...

—Vale jajajaja, tú ganas.—dije casi sin oxígeno.—no más cosquillas por favor, no las soporto.

—Entonces no vuelvas a hacer trampas.

Hoseok entró en el salón.

—¿Juegas?