La sangre corría por su labio en busca de la barbilla antes de perderse entre las rocas de aquel río. Tan sólo sentía el dolor de los golpes y, aun así, una parte de él se sentía feliz por dejar finalmente ese mundo, por dejar atrás todas las expectativas que tenían sobre él, por dejar de ser un peligro para todos.
Una lágrima resbaló desde sus ojos por las pálidas mejillas, sin embargo, cuando esperó el siguiente puñetazo de Madara, se dio cuenta de que no llegaba. Al abrir los ojos, observó cómo Madara había sacado su katana y la elevaba en punta sobre su cuello dispuesto a clavarla.
Para Minato, aquello sólo significaba un alivio a toda su existencia, deseaba que lo hiciera y sin embargo, la cuchilla temblaba, las manos de Madara temblaban sin querer hacerlo, debatiéndose entre hacer lo correcto y vengar a su hermano y aquel gran amor que sentía por él.
- Hazlo de una vez – le gritó Minato pero Madara no se decidía a poner fin a aquello. Con asombro, Minato vio cómo salían unas lágrimas de los ojos del Uchiha – maldita sea – le gritó enfadado – yo maté a tu hermano, le asesté el golpe final, le hundí la espada en el estómago hasta que se desangró – intentó provocar de nuevo a Madara para que acabase – le vi morir en mis manos, yo le robé su último aliento, fui yo quien lo mató, acaba conmigo de una maldita vez.
Madara cerró los ojos agarrando con mayor fuerza la empuñadura de su katana y la levantó para coger el impulso final y clavarla en la garganta de ese chico. Minato, al ver que la cuchilla iba a bajar finalmente poniendo fin a su sufrimiento, cerró los ojos esperando a que todo acabase rápido, sin embargo, tuvo que abrir los ojos al ver que no sentía la cuchilla, el golpe no llegaba.
Los ojos de Minato se abrieron como platos al observar cómo Shisui cogía la muñeca de Madara evitando que acabase con su vida.
- ¿Qué narices estás haciendo? – preguntaba Shisui sorprendido y a la vez alterado tratando de pararle.
- Mató a mi hermano – dijo Madara llorando – él lo mató.
- Detén esto, Madara, no eres tú mismo en este momento.
- El Hyuuga tenía razón, es un demonio... un demonio del que me enamoré pero... tiene razón... no puedo dejarlo suelto. Por mucho que me duela... debo poner un alto a sus asesinatos.
- ¿Y si no es él? – preguntó Shisui.
- Claro que soy yo – le gritó Minato - ¿Qué te ocurre, chico? ¿Es que estás ciego? Deja que me mate.
- No pienso hacerlo – dijo Shisui – porque Madara no es un asesino. No eres así – le dijo Shisui hacia Madara – te enamoraste de él, no te hagas esto, no cargues con toda la culpa tú mismo. No es tu culpa que tu hermano muriese, ni enamorarte de este chico, no tienes por qué matarle y cargar también con eso. No te destruyas tú mismo.
- Maldita sea – lloró Madara apartando la katana del cuello de Minato.
- ¿Qué haces? – preguntó enfadado Minato.
- Lárgate de nuestras tierras, lárgate ahora – le dijo Madara.
- No hasta que me mates. ¿Por qué no lo haces? ¿No querías venganza? – preguntó.
- No así... no cuando estás desarmado, no cuando no puedes defenderte – le gritó Madara.
- No me vengas con ésas... Hazlo de una maldita vez – le gritó desesperado Minato pero Shisui ayudó a Madara a levantarse para alejarle de allí antes de que volviera a provocarle ese rubio – maldito cobarde – gritaba Minato derramando las más pesadas de sus lágrimas – mátame.
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El susurro (Naruto, Madara-Minato)
FanficResumen: Izuna ha sido asesinado a orillas del río pero Madara, consigue llegar en su momento final para escucharle decir sus últimos susurros. Movido por el odio y el dolor por la muerte de su hermano, clamará justicia para el asesino de Izuna. Mad...