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-Venga, ____, que no puedes dormir hasta las doce-
-¡Pero si es domingo, Niall!- dije yo tapándome hasta la cabeza.
-____, fuera de la cama y haz algo de provecho- dijo él quitándome la sábana de encima.
-Vale, vale, ¿a que viene todo esto?- respondí un poco estrañada.
-Ah, nada, hoy no me he levantado de muy buen humor- justificó bajándo la mirada.
-¿Bárbara?-
-Si- dijo Niall bajándo la mirada.
-Esa chica... ya te dije que no me gustaba-
-Pero yo la amo- respondió él.
-Pero te ha engañado, y te hace daño- dije yo muy seria y un poco triste a la vez. No me gustaba ver a mi hermano así, y tampoco no me gustaba estar seria, pero él tenía que entenderlo.
-Lo sé...- dijo él un poco dudoso- bueno, vístete ya- añadió alzando la mirada.
-Si, si, ya voy. Pero si no te sientes bien con ella ya sabes que hacer- me levanté de la cama y empecé a quitarme el pijama.
-La amo, y no quiero hablar más de eso- salió de mi habitación y cojió las llaves de casa que estaban en la mesa del pasillo.
-¿Dónde vas?- pregunté curiosa.
-A dar una vuelta. Hoy no quiero quedar-me en casa- uh, que humos llevaba mi hermano, siempre que le pasa algo con su novia estaba de mala leche. Quería decirle que de paso comprara chocolate porque no quedaba, pero como estaba de mal humor pues preferia no decirle nada, no quería que me mandara a la mierda, ya iría yo después. Cuando Niall se fue, fui a darme un baño. Hoy era domingo, y mi hermano quizás no vendría a casa hasta las ocho, la verdad, no me preocupaba con quien estaría. Preparé las sales de baño, y me metí dentro. Llevaba ya una media hora, cuando decidí terminar el baño y llamar a Lucy para quedar y hacer algo.
-¿Lucy?-
-¡____! ¿Qué tal?- contestó ella.
-Aburrida... me acabo de dar un baño-
-Pues como yo, ¿cómo está tu hermano?- ¿Ella también lo sabía?
-Nose... un poco borde se ha levantado, ¿Porqué?-
-Ah, bueno, dile que no se preocupe, que Bárbara es un poco demasiado gilipollas para engañar a un chico como Niall-
-¿Cómo lo sabes?- le dije sorprendida.
-Me lo ha dicho Louis. Pero bueno, dile que no hay problema en dejar a esa chica, que no le diremos nada-
-Ya, yo también le he dicho eso, pero hay un problema- escuché a Lucy suspirar- que no la quiere dejar porque dice que la ama, creo que ha bebido- dije yo soltando una risita. Oí a mi amiga susurrar <<Qué idiota>> a mi hermano. La verdad, es que un poco si lo era.
-Bueno, a lo que iba, ¿quieres venir a mi casa? A ver pelis o algo así- cambié de tema porque no quería seguir hablando de eso.
-Oh, sí, está bien, compro las palomitas y vengo-
-Ok, nos vemos-
-¡Hasta luego!- colgué el teléfono después de esto. Me dirigí a mi habitación ya que me había quedado en el baño hablando con Lucy. Abrí el armario y cogí lo más cómodo que vi: unos pantalones grises de ropa, tipo chándal y una camiseta rosa que dejaba al descubierto mi ombligo. Me puse unos calcetines de estar por casa y bajé a la sala de estar para escojer alguna película para ver. Sonó el timbre de la puerta. ¡Qué rápido! Pensé. Fui a abrir la puerta.
-¡Hola ___!-
-¡Lucy! Qué rápido ¿no?- ¿Cómo le había dado tiempo de comprar las palomitas? A veces me sorprendía.
-Haha, bueno... esque me encontré a Harry con Elle, que iban en coche a casa de sus abuelos y ellos me trajeron aquí- uhm, hoy era el cumple del abuelo de ellos, y me pregunto si aún Harry estará molesto conmigo.
-¿Elle? ¿Te atreviste a entrar? Bueno, ¿te dejó entrar?- Lucy soltó una carcajada.
-¡Sí! Aunque parezca una matona al lado de Zayn pues es buena chica- ¡Qué sorpresa! ¿Así que la primita de Harry era simpática?
-Ah, bueno pasa, pasa, que haver si nos vamos a quedar todo el día en la puerta- dije yo divertida haciéndole un gesto con la mano para que entrara.
-¿Y qué película vamos a ver?-
-Mmh, he pensado en hacer un maratón de Piratas Del Caribe. ¿Te gusta la idea?-
-¡Claro! ¡Me encanta!- dijo Lucy dándo saltitos.
-Vale, vale, cálmate- dije riendo.
Nos dirigimos a la cocina para hacer las palomitas y de paso, dos tazas de té, cosa que a Lucy le apasionaba.
-Mientras preparas las palomitas, voy a dejar las tazas en la mesa de la sala y voy preparándo la primera película- dije yo también entusiasmada. Al fin un día tranquilo.
-Ok-
Liam.
-¡Ruth! ¡No me cojas mis libros! ¡Tengo qué estudiar! ¡Traélos! ¡No, Ruth, vén!- aix, mi hermana siempre me cojía las cosas y las escondía o se las quedaba.
-¡A ver si me cojes!- dijo ella, que aunque sea mayor que yo, se comportaba como una niña. Estuve persiguiéndola por todo el apartamento para recuperar mis libros. Esta mañana, habíamos ido a Manchester a visitar a mis tíos y nos ibámos a quedar todo el día. He tenido que levantarme casi a las 5 de la madrugada para estar en casa de ellos a las nueve. Que palo... encima era domingo. y estábamos en un apartamento porque la casa de nuestros tíos la estan reformando, y ahora no nos dejan estar allí. Nicole estaba hablando con los tíos mientras Ruth y yo nos peleábamos por mis cosas, que aunque tenemos 16 y 19 años, nos comportamos como criaturas.
-¡Ya está hecha la comida!- gritó mi madre. Inmediatamente mi hermana dejó de molestarme y se fue corriendo hacia la cocina, dónde estaba Karen, mi madre, cocinando raviolis y empanadillas. En ver esa comida Ruth se volvió loca. Le apasionaba la comida. Hay veces que pienso que el hermano de ____ y mi hermana mediana tienen bastantes cosas en común. Vi a Nicole y a mis tíos levantarse del sofá, ya venían a comer. En esta familia, tenemos la costumbre de encender la televisión mientras comemos y en ese momento hacían un reportaje de Lucy, un australopithecus. Oh, Lucy, mi mejor amiga, esa chica de ojos marrones y pelo largo que le gustaban las mates... esa chica era perfecta. Noté que alguien me lamía la pierna, me asusté y creo que mi familia lo notó porque mis hermanas se empezaron a reír.
-¿Qué os hace tanta gracia?- dije yo, molesto.
-¿No has visto al perro?- me preguntó mi padre. ¿Qué perro?
-Sí, nos hemos comprado un perro- dijo mi tío, que hablaba poco. Miré por debajo de la mesa... ah, esa bolita de pelo blanca que parecía un aborto de elefante.
