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Harry y yo cogimos a Lucy que restaba estirada en el suelo, Inconsciente. No pude evitar las lágrimas que salieron mientras llevaba a mi amiga a la ambulancia. La calle estaba llena de policías y una ambulancia. Noté que Harry también estaba llorando y Liam hablaba con los policías, llorando.
-¿Tiene algo?- pregunté a una enfermera que justo salía de la ambulancia donde habíamos dejado a Lucy.
-Aún no lo sabemos pero la vamos a trasladar al hospital. La vamos a examinar mientras siga inconsciente y cuando despierte os avisaremos- asentí con la cabeza- Pero quiero que su acompañante venga con nosotros al hospital. Él sabe mejor que nadie qué ha pasado- volví a asentir. Sentía como un nudo en la garganta. Era como si las palabras no quisieran salir. Me sentía impotente. Sin fuerzas. Sólo quería pasar lo que quedaba de noche en el hospital, sentada al lado de la cama de Lu. Aunque bajo ese dolor sentía una gran curiosidad para saber que había pasado. Al fin y al cabo era mi mejor amiga, debía saberlo.
-¿Qué crees que ha pasado?- pregunté a Harry que justo se había acercado hasta ponerse a mi lado.
-No lo sé. Un accidente.
-Eso es obvio.
-Quería preguntarle a Liam pero los médicos se lo llevaron.
Y ahí terminó la conversación. Estábamos demasiado cansados para discurit que había pasado. Ojalá nada grave, pensé. Lo deseaba con todas las pocas fuerzas que me quedaban.
Harry me acompañó hasta su casa abrazándome, para que no sintiera frío. Era muy acogedor y amable por su parte. Sólo me sentaría en el sofá de su casa, delante del teléfono, esperándo la llamada que me anunciara que mi amiga había despertado.
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Me desperté de golpe. Había tenido una pesadilla. Me había dormido y vi que estaba tapada. Harry se acababa de sentar a mi lado.
-¿Has hecho tu esto?- pregunté refiriéndome a la manta y al té que había al lado del teléfono. Como la respuesta era obvia, añadí un “gracias”. Harry me sonrió. De repente, el teléfono empezó a sonar. Me levanté de golpe y respondí.
-¿Si?
-¿Eres _____ Horan?
-Esa misma.
-Bien, tu amiga ha despertado. Ya puedes venir- una sensación equivalente a la alegría recorrió mi cuerpo. No pude evitar esbozar una sonrisa.
-¿Vamos?- me preguntó el chico que me cogía la mano. Asentí.
Harry estuvo todo el camino cogido a mi mano y me abrazaba de vez en cuando. Quizás en otro momento se hubiera hecho pesado pero tal y como estaban las cosas lo agradecía. Entré a la habitación de Lucy. Mi amiga estaba estirada con la cabeza al lado opuesto de la ventana que daba al pasillo.
-¿Lucy...?- pregunté insegura. No obtube respuesta. Volví a preguntar. Oí un gemido. Me acerqué más a ella y le toqué el brazo.
-_____- gimió. Vi como se volteaba hacia mí y me miraba con los ojos medio abiertos.
-¿Estás bien? ¿Que ha pasado?
-_____- volvió a gemir.
-Por favor, dímelo- en ése momento Harry entró. Había estado hablando con un médico fuera.
-_____- interrumpió el chico- déjala. Está cansada- fruncí el ceño.
Salí a fuera junto con Harry. El médico le había dicho los problemas que Lucy tenía.
-Lu, no está bien- dijo con dificultad- ha perdido la memoria de las últimas cuatro horas.
-Pe-pero... ¡¿Qué coño le ha pasado?!- dije gritando.
-Tranquila _____, sé que te duele y a mi también. Ven aquí- dijo él abriendo los brazos. Me lancé sobre él y empecé a llorar- los médicos no me han dicho nada, sólo esto.
Estuve unos segundos pegada a Harry y luego volví a entrar. Me dirigí a Lucy y me senté en la silla de al lado suyo. Le agarré de la mano y me la acerqué a la cara.
-Todo estará bien Lucy, todo estará bien- anuncié entre sollozos.
-_____, no recuerdo nada de las últimas cuatro horas. Me lo han dicho los médicos- dijo ella entre muchas pausas- lo único que recuerdo es estar contigo en mi casa. No recuerdo que me ha pasado o porqué estoy aquí. Nada. Lo siento- lloraba. Ella y yo. Susurré un “lo siento” pero eso no serviría de nada. Nos dormimos las dos. Noté que Harry se sentaba en la silla de mi lado y entrelazaba su mano con la mía. Pensé que me molestaría pero realmente estaba cómoda. Finalmente, nos dormimos los tres.
Me desperté sobresaltada. A Liam se le había caído un vaso lleno de agua. Lucy empezó a reírse. Me alegraba de que ya estuviera mejor.
-¿Dónde has dormido?- fue lo primero que pregunté a Liam. Lo primero que se me pasó por la cabeza.
-Con vosotros, aquí, al otro lado de Lu- vi que en decir eso se fijó en mi mano aún entrelazada con la de Harry que seguía durmiendo. Desentrelazé las manos y desperté con cuidado a Harry.
-¿Estás mejor Lucy?
-Mucho mejor Hazza- dijo ella guiñándo el ojo. Sí que estaba mejor sí. Parece que era la única que lo llamaba por su nombre.
-Me alegro- justo en decir estas palabras, un médico entró por la puerta y nos gritó a los tres que no estábamos ingresados.
-Bien chicos, tengo noticias- en oír esas palabras prestamos más atención- Lucy está mucho mejor, por suerte, no ha sido tan grave como creímos y en una noche ya se ha recuperado bastante. Esta tarde le daremos el alta y podrá ir a su casa.
-Muchas gracias doctor- dijo Liam- muchas gracias, por ayudarla a ella y a nosotros- el hombre le sonrío.
-Sé que es importante para tí.
Volvimos dentro y le anunciamos la novedad a nuestra amiga.
-¿QUÉ DICES? ¿ENSERIO?- su cara era todo un poema. No pudimos evitar reírnos. Después de una noche dolorosa y triste el problema fue menos grave de lo que pensábamos. Al final la suerte estaba de nuestra parte.
Pasamos el día con ella y mientras ella comía con los demás hospitalizados, Harry, Liam y yo fuimos al bar a comer.
-Chicos, quiero proponeros algo- empezó a decir Liam- sé que ayer pasamos un mal momento y sufrimos mucho, por suerte Lucy ya se encuentra mucho mejor, pero igualmente ha olvidado las cuatro mejores horas de su vida- dejó escapar una lágrima que bajó por sus mejillas hasta llegar hasta la barbilla y se quedó ahí- cuatro horas donde pasaron muchas cosas. Y luego... sucedió. En las primeras horas declaré mi amor a Lu, de una forma especial y ahora que lo ha olvidado...- hizo una pausa a causa de su llanto e intentó tragarse los sollozos- me gustaría repetirlo y querría que me ayudaséis.
-Oh... ¿pero, qué pasó?- pregunté curiosa. Miré a Harry y me lanzó una mirada fulminadora.
-Ayer... fue a buscar unas cervezas- ¿Cervezas? ¿Ella?- y decidí acompañarla pero como quería ir sola esperé a que estuviera a veinte metros de distancia y la seguí. Cruzó la calle y justo antes de llegar al otro lado, un coche la rozó, pero tuvo la suficiente fuerza para empujarla y... se cayó por el precipicio que hay detrás del otro lado de la calle- no debía haberlo preguntado. Liam casi no podía ni hablar- si no os importa, prefiero olvidarlo.