painless ー hunhan

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1 de agosto, 1988.

Oh SeHun

El amor de mi vida, la persona quien me ha enseñado todo sobre la vida, a quien le debo tantas sonrisas y quien me debe tantas lágrimas. Quisiera que me contaras la verdad, esa que parece a penas existir después de tanto remoldearla, recortarla y embellecerla. Sé que puedo parecer un poco inocente e incluso algo tonto, pero no quiero serlo más. Necesito preguntar directamente a ver si alguna vez contestas sinceramente, a ver si alguna vez podré volver a dormir tranquilo por las noches.

Dime, mi dulce hyung, ¿aún me amas?

¿Vendrás a buscarme algún día?

¿Responderás mis cartas?

¿Sigues ahí?

Oh, sé que soy una basura por dudar tanto de ti. Lo sé muy bien. Pero es que me siento cansado, muy cansado. Generalmente suelo tener mucha paciencia, pero esta situación ha podido conmigo. Hace bastante tiempo que no sentía este dolor, que se vuelve físico.

Hace bastante tiempo había dejado de querer morir.

Sé que odias eso, siempre odiaste esta pequeña parte de mi que se ve tentada a acercar la mano al botón de autodestrucción. Tú eras quien me frenaba, y tu recuerdo bastó para hacer ese trabajo, pero me temo que eso ya no sea posible.

He intentado escribirte nuevos poemas, pero todos se vuelven triste. Tu imagen se está oscureciendo, y no quiero sentirme así cuando pienso en ti. Preferiría los tiempos anteriores, cuando imaginarte me hacía sentirme en paz. Ahora tu belleza se desdibuja, y el olor de tu presciencia quiere desaparecer. ¿Qué tal si muero ahora mismo y te recuerdo por siempre de aquella manera?

Lo que una vez fue indoloro ahora ya no lo es, casi como si todo este tiempo hubiese anestesia general en mis venas. Y me asusta despertar si la realidad es que te has olvidado de mí y me dejarás, pudriéndome pero con la sucia enfermedad de la esperanza.

Quizás los doctores tienen razón y sí estoy loco.

Tuyo,

LuHan.

( Cuando los enfermeros lo sacan de allí, ChanYeol sólo grita desesperado, golpeando al aire y con la garganta ardiendo de tanto llorar.

— ¡No otra vez! Mierda, LuHan, no puedes hacer esto de nuevo.

La ambulancia dejaba sonar la sirena, dejando a un hombre destrozado tras ella)

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