Familia [Yuri On Ice]

¡Amienemigos!

Yuuri y Phichit como buenas personas que son [excepto estando enojados] decidieron realizar una pequeña reunión con todos los patinadores en el hogar del japonés.

Yuuri como buena suegra [y shipper] que es, decidió que lo mejor era que Jean y Otabek fueran a recoger a Yurio de la escuela.

Claramente a Viktor no le pareció esta idea.

-¡Yuuri esos dos  adolescentes estúpidos y hormonales roba hijos intento de patinadores con problemas emocionales -señalo a Otabek y Jean quienes lo miraron ofendidos. - son capaces de secuestrar a mi pequeño y hacerle cosas inapropiadas!

-Vitya. -él japones le dio un pequeño pico al ruso. - Se que parecen violadores, uno no tiene expresión y el otro es hijo de Narciso, pero no creo que sean capaces de eso, cariño.

-Eh... Yuuri, ellos siguen aquí. -Seung señalo a ambos chicos que se veían claramente ofendidos.

-Lo sé, por algo no dije nada ofensivo. -Yuuri sonrió

Phichit se río.

-Vayan por mi niño chicos antes de que Vitya saque la escopeta.

(...)

Cierto rubio reía animadamente con un sexy pelirrojo.

Ambos se encontraban fuera de la escuela, esperando que llegaran por Yurio.

-¡Dios mío no puedo! -Yurio reía a carcajadas - ¡La cara de tu novia fue épica!

-Ex novia. -corrigió con una sonrisa Ian. -Me gusta tu risa.

Yurio paro de reír, viendo al chico con un notorio sonrojo en sus pálidas mejillas.

-No entiendo porque no sueles reír mucho, estas privando al mundo de algo sumamente bello. -acarició sus cabellos- Es como escuchar una melodía divina que puede curar todo el mal en el universo.

¿Qué se hace cuando tu crush te dice algo tan bonito como eso?

-Oh vamos. -Yurio trato de no hacerse esperanzas, jura que lo trato. -Apuesto que le decías también a tu novia que tenia una bonita risa.

-Realmente no. -Yurio lo vio un poco sorprendido. -Su risa era muy... ¿Malvada? Como la de una bruja. Además solo salí con ella porque perdí una apuesta con su mejor amiga.

-Ah... -Yurio no sabía que más decir.

-A mi siempre me ha gustado cierta persona. -Ian le dio una sonrisa ladeada que hizo que el rubio se sonrojara.

A pesar de toda la confianza que mostraba, Ian estaba hecho un manojo de nervios. ¿Y si Yuratchka se lo tomaba a mal lo que estaba a punto de hacer? ¿Y si lo odiaba? ¿Y si nunca le volvía a hablar?

-¿En serio? ¿Quién? -Yurio no evita reprimir su curiosidad.

Ian tomo con extrema delicadeza el mentón del rubio, observando sus preciosos ojos esmeralda que lo veían confundido y a la vez, emocionado. Y con dulzura se acerca a sus labios.

-Tú. -susurra antes de estampar sus labios en un dulce e inocente beso.

Él rubio salió del shock pasando sus brazos por el cuello del pelirrojo, profundizando más el beso.