Familia [Yuri On Ice]

Cosa de Yuris.

Recuerden que no hay orden temporal en los capítulos.

(...)

Yurio suspiró aburrido.

Faltaban quince minutos para que terminara el horario escolar y él no podía estar más ansioso por salir de ahí.

Quería ver a Ian, saber como estaba después de la paliza que sus dos estúpidos “amigos" pelinegros le habían dado.

Estaba muy preocupado, no lo podía negar. Había pasado ya una semana de aquello e Ian solo le había hablado por mensajes.

Porque, el pelirrojo no había asistido a clases.

Y hoy vendría con su tío, a entregar su justificante médico y hablar con los profesores, pedir trabajos y tareas.

Un justificante médico falso, pues realmente el chico estaba bien, pero su madre no lo veía así, decidiendo llevarlo al medico y obligarlo a quedarse en casa como su esclavo, según palabras de Ian.

Aunque Yurio no lo creía, después de todo fue una pelea reñida.

—Muy bien jóvenes, por hoy será todo. -un suspiro general se escucho. —Pero -las quejas y abucheos no faltaron. —tendrán que realizar un proyecto para la próxima semana, tiene que ser forzosamente individual. Por correo les explicaré los detalles. Pueden retirarse jóvenes.

Nadie se hizo del rogar, empezaron a guardar sus cosas y rápidamente salía del salón. Algunos casi corriendo.

Entre ellos, Yurio.

Con su mochila de estampado de animal print camino rápidamente por los pasillos, saco su celular de su bolsillo del pantalón, deteniéndose abruptamente.

Faltaban diez minutos aún.

Suspiró, la puerta no la abrían hasta que tocaran la campana que anunciaba el final de las clases.

Y eso era, en diez minutos.

Dio media vuelta, yendo directo a la cafetería, se le había antojado un dulce.

“Solo diez minutos más Yuri."

(...)

Yuuri camino tranquilamente, sabía que aún faltaban diez minutos para la salida del rubio, pero aún así le gustaba ser puntual.

Sonrió con nostalgia al llegar a las puertas de la institución, había inscrito a Yuri en la escuela en la que el iba a su edad. O bueno a la que fue un año.

Sentía que su estadía en Japón sería temporal, tal vez Viktor tenía planes de irse a vivir a otro lado.

La verdad no lo sabía.

Un sonido, más bien una voz lo saco de sus pensamientos.

—Vaya cerdito, no esperaba verte aquí. -Rin le sonrió de lado.