DC One Shots

Batman/Bruce Wayne

Título - El cliente

Advertencias - Este no es hot pero la segunda parte si :v

Partes - 1/2

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Me despierto gracias al rayo de Sol que se filtra por la ventana. Me quejo, si fuese por mí me quedaría en la cama todo el día, pero hoy tengo que trabajar el doble. Me arrastro del medio de la cama hacia el borde, donde está mi celular sonando frenéticamente.

Contesto la llamada y lo pongo en alta voz.

- ¿Qué pasa? - las palabras salen enredadas, aún estoy somnolienta

La persona al otro lado de la línea ríe.

- Bad Kitty, son las once de la mañana, ¿olvidaste que hoy tienes mucho que hacer? No querrás dejar a tu cliente sorpresa esperando. - mi compañera de espectáculos y amiga me reprende y yo bostezo

- Lo siento, anoche no dormí nada creando una nueva coreografía Apple Pie. - la llamo por su nombre de escenario y ella se ríe, Paulina detesta que utilicemos esos nombres fuera del trabajo, pero ella empezó.

- Tienes diez minutos para alistarte (t/n), tenemos que ir de compras. - termina la llamada

Me levanto de un salto y dando tumbos entro al baño.

Me quito la camiseta y el pantie, entro a la ducha, abro la llave y dejo el agua tibia caer sobre mi cabeza mientras enjabono mi cuerpo.

¿Cómo llegué a esto?

Soy una bailarina exótica, hoy es la primera noche en la que daré un espectáculo privado a un cliente. Bailar no es algo malo, no soy una prostituta, pero aún así no estoy orgullosa de ello aunque lo hago por mi propia voluntad pero...es mi única opción. Ustedes saben, excusando la putería.

Mi mamá está enferma de gravedad y soy lo único que tiene, no la voy a dejar caer. Gano suficiente para comprar sus medicamentos, pagar mis estudios y mi apartamento.

Además, no bailo para cualquiera. Trabajo en un local para millonarios, solo las personas más adineradas de Gotham City asisten ahí. La mayoría del tiempo lo único que hago es bailar a todo el público y eso extrañamente me hace sentir más segura que en un lugar privado, pero esta vez no tengo opción porque si no lo hago, me despiden. No puedo quejarme, soy una de las mejores bailarinas y el dueño, Enrique, siempre es muy bueno y respetuoso conmigo. Llevo dos años en este negocio, empecé en un club de mala muerte y rápidamente me convertí en la envidia de las demás, un día entre todas me golpearon y me abandonaron en medio de la nada, por suerte, Enrique pasaba por allí y me encontró. Me brindó ayuda y yo le conté sobre mi vida como bailarina... es una de esas personas en las que no sabes por qué pero, sientes que puedes confiarles tu vida. El me ofreció un trabajo en su local y sin dudarlo, acepté. Allí todas nos respetamos y nos llevamos bien, excepto Cherry. Ella quiere ser superior a todas, es una perra y nunca mejor dicho.

Hoy me toca atender a un cliente secreto, según escuché de Paulina, el lleva observándome hace meses y soy la única del local que ha acatado su atención. Nosotras las bailarinas tenemos prohibido tener sexo con compañeros de trabajo o con clientes. Debe ser alguien muy importante para que haya tanto misterio.

Cierro la llave y aprieto mi cabello para que salga toda el agua. Salgo y rodeo mi cuerpo en una toalla, el cabello en otra y me lavo los dientes. Escucho que alguien toca la puerta, debe ser Paulina.

Me enjuago la boca con agua y me seco la cara con el borde de la toalla.

- ¡Ya voy! - salgo del baño a paso ligero y abro la puerta. Mi amiga me mira y al ver que no estoy lista mira su reloj.