DC One Shots

Jaime Reyes - Blue Beetle

Título - El chico latino

Advertencias - N/A

Partes - 1/1

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Salgo a dar un paseo nocturno. No soporto estar encerrada en casa ni un minuto más.

La luna está llena y el cielo libre de nubes, hay muchas estrellas. Hace frío, y el silencio es lo único que se puede escuchar. Jamás me fijo en estas cosas pero, es hermoso.

Mañana tengo que ir al colegio, a pesar de mi alto estatus social debido a ser la vice-presidenta del periódico escolar, no tengo muchas ganas pues la semana pasada fue un asco total.

Resumiendo, en las reuniones los demás miembros no creen que tenga lo necesario para el puesto y esto me estresa pues deseo ser presidenta el próximo año, obtuve C- en un examen de química avanzada y el chico más lindo del cole, que pensé me estaba tirando la onda, se hizo novio de la actual presidenta, Jane.

Sí, pueden y sé que son problemas muy estúpidos comparados a todas las cosas malas que suceden.

En fin, mi familia es bien adinerada, pero yo adoro dar vueltas en la noche por un barrio de latinos, ahí no importa el día o la hora, siempre hay fiesta.

Mis padres a veces creen que me fugo a beber o a fumar, pero para nada, vengo a este lugar y ellos hasta lo consideran peor. Me han dicho que no puedo venir y que si me atrapan una vez más, me quitarán mis tarjetas de crédito y me enviarán a Suiza. Un poco excesivos, ¿no?

A mi en realidad me vale. No apoyo ni estoy de acuerdo con sus comentarios que hasta me han llegado a sonar racistas.

Camino por la acera abrazando mi cuerpo y tiritando un poco, que frío. En la cercanía distingo luces y puedo escuchar como suena la salsa a volumen moderado. Una sonrisa aparece en mi rostro.

Me acerco a paso acelerado, traigo mi celular y mi billetera por si acaso me dan ganas de comprar algún collar o pulsera que suelen vender por aquí, o una bebida típica de algún país en el que cocinan con sabor.

No me percato que antes de llegar al lugar donde ya veo personas bailando y riendo hay un oscuro callejón por el que debo pasar. Sigo mi rumbo y justo en la entrada del callejón siento como unos brazos me atrapan, uno tapa mi boca y el otro me sostiene sobre el pecho. Intento patear a mi secuestrador y me sacudo inútilmente, es mucho más fuerte que yo.

Le doy varios codazos en el abdomen, deja salir unos quejidos y el muy bruto, para mi suerte, baja un poco la mano con la que me tiene la boca tapada así que lo muerdo. Deja salir un quejido aún más fuerte.

- Maldita perra. - me empuja y caigo al suelo

Grito con todas mis fuerzas.

Espero que aún con la música alguien me haya escuchado.

El hombre que no distingo bien por la oscuridad se acerca con un objeto en su mano, dispuesto a propinarme un golpe.

Me arrastro, pero hacia el interior del callejón perseguida por el hombre y su respiración agitada y furiosa.

- Ninguna mujer se pasa de lista conmigo.

Su voz es rasposa y provoca que se me ericen todos los vellos del cuerpo.

Llega el momento esperado, más por él que por mi, en donde mi espalda choca contra la pared indicando el fin del callejón. Mis manos están sucias y con pequeñas piedras incrustadas en ellas, mi cartera me estuvo molestando en el bolsillo trasero desgastado de mi pantalón, que ahora está lleno de mugre y tierra. Lo que no siento en el otro bolsillo es mi celular, se debe haber caído y no me di cuenta. Siento como se me hiela la sangre, escucho los latidos acelerados de mi corazón resonando en mi cabeza y los ojos se me ponen algo llorosos.