You found me. (Luke Hemmings)

9. Let it go.

PDV de Abby.

Una ola de vergüenza me invade al pensar en los sonidos inarticulados que hago cuando me pongo mal. ¿Porque tenía que ser partícipe de eso? El merece cosas mejores.

Avanzaba por uno de los senderos entre los edificios hospitalarios, necesitaba tomar un respiro y aclarar mi mente. Por suerte, esta vez no olvide tomar los psicotrópicos.

Perdida en mis pensamientos, caí en la cuenta de que llevaba como dos semanas, casi un mes; sin drogas.  Nadie había logrado calmarme y hacer que todo se fuera de mi mente como lo hizo Luke. Fue como si me hubiera liberado, como si todo eso fuesen pájaros en una jaula cuya puerta cierra para evitar que regresen.

Había oído mi nombre.

Alcé los ojos hacia las ventanas del edificio más cercano, encontrándome con la mirada de ¿Jake?

Inmediatamente corrí y desvié mi mirada a otro lugar. Y a continuación pensé que me estaba mintiendo a mí misma.

Examiné los edificios que se encontraban cerca en busca de algún indicio revelador.

Encontré a Anne en una pequeña cafetería que quedaba a dos cuadras de donde había estado antes. Me saludó, me quedé un rato sentada con ella mientras tomábamos un frappuccino. Su pregunta me inquietó.

─¿No... extrañas las drogas? Uhm, ya sabes... ─preguntó, algo nerviosa. ─.

Dude unos segundos antes de responder.

─A veces. Pero también duele, y no sólo porque puedo ver lo terribles que son para quienes me rodean. La obsesión se vuelve tan grande que te abruma. Es como una goma elástica cada vez más tensa en tu interior. Sabes que lo que haces esta mal y no te importa, no te interesa a quien dañes. He estado tomando unos psicotrópicos, me hacen permanecer tranquila y bajo control ─hice una pausa─. Lo que me temo es cuanto tiempo pueda transcurrir hasta que vuelva a lo mismo.

─Oh ─me sonrió, antes de continuar─. Te veo luego, espero que sigas bien. Fue agradable verte.

─Adiós.

•••

Al llegar a casa, Luke seguía allí, al parecer. Estaba en la cocina.

─¿Donde estabas? ─preguntó dulcemente─.

─Salí un rato, me encontré a Anne en la cafetería que queda a dos cuadras de los edificios hospitalarios. ─esbozó una sonrisa─.

Luke había preparado el desayuno, le agradecí el gesto. Estábamos lavando los platos, demasiado cerca. La cocina era angosta.

Me siento estúpida, no puedo hacer nada bien cuando él esta cerca de mí. Sus ojos eran mi debilidad. Tuve que apartar la mirada para lograr concentrarme. Me puse muy nerviosa, mis piernas temblaban como gelatina y caminaba torpemente. Hasta llegar a tal punto que me tropecé y caí en el sillón. Luke río.

No pude evitar mirar sus labios. Mala idea. Luke hizo lo mismo y se acerco lentamente, su respiración se mezclaba con la mía. Me aparté, confundida.

─Tengo que irme ─escuché decir a Luke débilmente─.

─Esta bien. Adiós ─me negué a mirarlo a los ojos─.

Tomé mi celular, tenia un mensaje. Era de Ashton.

─Hay fiesta en mi casa en dos días, ¡viernes! Distraete.

─Esta bien ─teclee rápidamente─.

•••

Los dos días pasaron rápidamente, no he visto a Luke desde entonces. Llevaba un vestido negro sin mangas, no muy corto; y zapatos negros también. Por otra parte, Cassie se puso un vestido celeste con una cinta negra en la cintura y zapatos negros.

Como era de esperarse, Cassie se desapareció, dejándome sola.

Me dispuse a buscar a Anne entre a multitud de chicos que se encontraban allí. Subí las escaleras, hasta que por fin di con ella. Estaba cerca del cuarto que supongo vendría siendo de Ashton.

─¡Hola, Abby! ─no pude escuchar muy bien lo siguiente que dijo, la musica estaba demasiado fuerte─.

Entré a el cuarto que se encontraba en frente mio mientras jalaba a Anne allí, para así lograr escuchar. Mala idea. Luke estaba sobre una pelirroja en ropa interior y... prefiero no dar detalles.

Escuché varias voces gritando mi nombre, pero no me detuve.

Las lágrimas amenazaban con salir, salí corriendo escaleras abajo. Si dieran premios a la estupidez, de seguro me concederían un puñado. Comencé a caminar sin rumbo alguno por lo menos unas dos horas, hasta que finalmente el sueño y el cansancio me vencieron.