11. Bite my tongue.

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El celular de Abby vibró en su bolsillo, era un mensaje de Luke. Al leerlo algo se rompió en ella. Trató de ser dura, por que tiene miedo de que todo el mundo le hiera, aunque siempre lo hacen. Pero le necesitaba, maldita sea.

─Te necesito ─fue lo único que pudo enviarle─.

Pasaron algunos minutos y no obtuvo respuesta. Decidió bajar por una taza de café. Los golpes en la puerta hicieron que derramara un poco sobre la mesa. Se dispuso a abrir, encontrándose con Luke.

─¿Estas bien? Por favor, dime que es así. Lo siento.

─¿Lo siento? No… no pienso con claridad cuando estoy cerca de ti, actúe como una estúpida. No somos nada como para que yo reaccionara así, tienes todo el derecho del mundo de hacer lo que te apetece. No es de mi incumbencia.

─La chica con la que estaba no significa nada para mi, ¿sabes por que lo hice? Porque odiaba aceptar el hecho de que me gustas, porque necesitaba olvidarte. Fue un impulso ─dijo, pasando unas de sus manos por su cuello, notablemente nervioso─.

─Los impulsos son nuestros momentos mas profundos ─hizo una pausa─. Haces esto porque me abandonarás, ¿no es así? Está bien... Todo el mundo lo hace. Solo hazlo rápido, así no duele tanto, por favor.

─¿Abandonarte? Creeme que si eso quisiera lo hubiese hecho hace demasiado tiempo. No permitiré que te lastimen de nuevo, lo prometo.

─Luke… ─no logró terminar, ya que Luke se encontraba abrazándole fuertemente. A lo cual correspondió─.

Se aferró a su pecho. Se sentía protegida a su lado. Sentía su calidez y su fuerza muy cerca de ella. Luke la acorraló contra la pared, colocando sus manos a ambos lados de su cabeza. Las comisuras de sus labios esbozaron una sonrisa. Acercó sus labios a el cuello de Abby y empezó a depositar pequeños besos en él, provocándole un cosquilleo que le recorrió todo el cuerpo. Se separó lentamente de ella.

─No quería hacerte daño… De verdad que no ─al decir esto, se mordió los labios.

─Prométeme que no te alejarás de mi lado.

─Te lo prometo, Abby ─pasó sus dedos por mi mejilla─. Haría lo que sea para no perderte.

Luke colocó un mechón de cabello detrás de su oreja. Juntó su palma con la de Abby, deslizando sus dedos entre los de ella. Levantó la cabeza para mirarle mientras su pulgar acariciaba sus labios para luego deslizarlo por sus pómulos. Su respiración se aceleró. El escaso espacio que se encontraba entre ambos le asfixiaba.

─¿Puedo… puedo besarte? ─se sorprendió ante aquella pregunta. Abby asintió mientras sonreía─.

Su boca, cálida y audaz, se encontró con la de ella. Sus labios presionaban los de Abby desesperadamente. Descubrió un brillo travieso en su mirada. Se separaron luego de varios segundos, y Abby pudo notar el calor que se hacia presente en sus mejillas.

─Te quiero, Abby ─susurró─.

Sonrió, para luego depositar un pequeño beso en su clavícula. Luke pasó sus manos por detrás de su espalda, apegándole a él. Cerró sus ojos, soltando un suspiro. Sentía su respiración cerca de su cuello, provocando que un escalofrío le recorriera de pies a cabeza. Luke besó mi frente y me alejó. Agarró mis brazos y se quedó mirándome fijamente a los ojos. Mis labios temblaron con la visión de él y fijé mis ojos en el vacío. Luke rió y aprieto mi brazo.

—No estaré en la ciudad por algunos días, Abby. Volveré en un par de horas, para estar a tu lado, y después tendré que irme.

Hizo una pausa y me miró fijamente.

—Necesito saber que estarás bien.

Miré por la ventana, pero no me sirvió de nada, pues afuera sólo había viento, lluvia y oscuridad.

—Lo estaré —respondí, sonriendo—.

Luke forzó una sonrisa. Estaba volviéndose, abriendo la boca para dar forma a las frases, cuando tres golpes en la puerta le hicieron parar. Alguien acababa de llegar en coche a la casa y pedía ser atendido. Luke se dirigió al lado del perchero que allí se encontraba, tomó su chaqueta de cuero de la percha y salió a la oscuridad por la puerta trasera. Me dirigí a la puerta principal para abrirla. Anne se encontraba frente a mi. Pasó y hablamos aproximadamente media hora, luego tuvo que marcharse porque saldría con Ashton. Éste se ausentaría unos cuantos días igualmente, y quería pasar tiempo con ella. Un montón de especulaciones tomaron lugar en mi mente, pero lo dejé pasar. Unas dos horas más tarde, Luke llegó, como había prometido anteriormente.

You found me. (Luke Hemmings)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora