You found me. (Luke Hemmings)

25. I'll be coming back for you.

Ethan estaba sentado muy cerca de mi, con sus ojos verdes impenetrables y los codos apoyados en las rodillas. 

—Es agobiante pasar por todo esto siempre. Pasas y sales por ello sola.

—En realidad no tiene importancia, dejalo ya.

—Claro que si. Siempre sales lastimada por alguna mierda en la que él se involucra. Te dije que no era buena persona, pero nunca me escuchas.

—Lo que digas.

—¿Podrías parar de fingir que no te importa por tan sólo unos segundos? Deja la frialdad por una puta vez en tu vida, Abby.

—Llámame fría, como quieras, pero el hielo también quema.

—Y lástima —replicó casi al instante—.

—No quiero continuar con esta conversación.

  Ethan soltó un suspiro y asintió. Me alejé y tomé mi móvil. Tenía un par de mensajes de Luke que decidí ignorar.

—Si quieres puedes utilizar algo de mi ropa. Y luego podría llevarte a recoger tus cosas, si gustas.

—Esta bien, gracias.

Ethan me sonrió y pude notar como sus ojos brillaron por unos segundos. Subió las escaleras y un par de minutos después bajó con varias prendas en sus manos. Las colocó sobre el sillón y reprimió una sonrisa. Tomé una camiseta sin mangas negra y una sudadera del mismo color.

—Con esto estará bien, gracias.

—No hay problema. Saldré a comprar algunas cosas, no tardaré.

Asentí y el se fue. Tomé la ropa y me di una rápida ducha. Me vestí, y noté que la camiseta de Ethan me quedaba un poco larga, pero le resté importancia. Salí y me percaté de que Ethan ya estaba en casa. Bajé las escaleras y Ethan hizo un ademán con su mano indicándome que tomara asiento.

—¿Hace cuánto que no comes? Luces realmente mal Abby.

—Gracias Ethan, a las chicas les encanta escuchar eso.

Río ante mi sarcástica respuesta.

—Eres hermosa, pero estás demasiado pálida y delgada.

Sentí el calor hacerse presente en mis mejillas, y me maldije mentalmente.

—En realidad no lo recuerdo.

—Bien, pues ahora lo harás. No se discute.

Reí, y el se me unió. Comimos juntos tranquilamente, y por fortuna no se hicieron silencios incómodos. Los fuertes golpes provenientes de la puerta nos hicieron sobresaltar. Ethan se dirigió a abrir la puerta, dando paso a un Luke furioso. Agarró a Ethan de su camiseta y lo acorraló contra la pared, yo corrí a su lado y traté de apartarlo, pero fue demasiado tarde. Su puño chocó contra la mandíbula de Ethan, y después contra su nariz. Ethan tomó ventaja de que Luke se concentró en mis gritos ahogados, y le propinó un buen golpe en el rostro. Luke lo volvió a tomar de su camiseta y le arrojó al suelo, lo cual no le inquirió demasiado esfuerzo considerando que Luke era mucho más alto y fuerte que Ethan.

—¡Luke! ¡Para ya, por favor! —comencé a sollozar, horrorizada—.

Tomé de uno de los brazos a Luke y lo intenté separar de Ethan, pero me empujó y caí al suelo. Le miré atónita y el corrió a mi lado.

—¡Alejate de mi!

—No, Abby, sabes que no fue mi intención...

—Te ha dicho que te alejes de ella—la ronca voz de Ethan se hizo escuchar por todo el pasillo—. Mira lo que has hecho.

—¿Realmente quieres quedar como el bueno ahora, verdad?

—Vete, Luke.

Él me miró con confusión.

—No, tu te irás conmigo. No dejaré que éste idiota se aproveche de ti.

—No creas que tienes alguna especie de autoridad sobre mi, porque estas demasiado equivocado. Además no le conoces una mierda Luke.

—¡Que te ha dicho que te vayas de una jodida vez!

—Ella se va conmigo. No pienso poner un sólo pie fuera de ésta casa sin ella.

No tenía muchas opciones, en realidad. Ethan ya había pasado por mucho por mi culpa y no era justo que siguiera soportando esto.

—Esta bien. Iré.

—Abby sabes que no tienes que hacerlo... —soltó Ethan en casi un susurro. Su nariz sangraba mucho y un moretón de estaba formando en su mejilla.

—No importa Ethan. Siento mucho todo esto, de verdad que lo hago. 

Mi voz se apagó, estaba al borde de las lágrimas. Salí rápidamente de la casa, podía sentir los pesados pasos de Luke atrás de mi. Subí a su auto y segundos después él hizo lo mismo. Me miró por un momento, para después poner el auto en marcha. Sentí como una lágrima bajó por mi mejilla, haciéndose paso hasta mis labios. Después de esta otras dos bajaron y las limpie disimuladamente. Luke frenó a la orilla de la carretera y tomó mi mentón entre sus manos. Me miró a los ojos y limpió mis lágrimas con su pulgar. Traté de alejarlo pero fue inútil. Pasó sus dedos entre mi cabello y me abrazó. Enterré mi cabeza en el hueco de su cuello y me aferre a él.

—Siento mucho que tengas que pasar por todo esto, y que sea yo el causante de todo.

—Con esto no llegaremos a ninguna parte, en realidad no explica nada de la situación.

—Siento mucho que tenga que ser así, de verdad lo hago. Pero sé que si te digo no me verás de la misma forma en la que lo haces ahora.

—¿Y cómo sabes que será así?

—Todos queremos escapar del pasado, evitar recordar.

  Luke tomó mi mano y entrelazó nuestros dedos. Permanecí en silencio y él mirando nuestras manos.

—Me gusta la idea de que haya personas que han encontrado eso a lo que llaman su propia luz en la oscuridad.

—¿Y eso a qué viene?

—Tu eres mi luz, Abby. Me haces querer ser una mejor persona. Cuando estoy contigo el mundo desaparece, sólo somos tu y yo.

Tenía tanto que decirle, pero de mi solo salía un profundo silencio. Tomó mi mano con aún más intensidad que antes y sus ojos se oscurecieron.

—No me importa tu pasado. Lo que sea que hayas hecho, realmente no importa. Hay cosas que desearía no haber hecho, pero se continúa aprendiendo. Y sé que me contradigo mucho pero no pienso con claridad cuando estoy contigo.

Luke rozó sus labios contra los míos, solo una vez. Lo rodeé con mis brazos y lo besé. Todo lo demás dejó de tener importancia; solo pensaba en Luke y en lo cerca que lo tenía, en el modo en que respirábamos juntos cuando nos besábamos, como si fuéramos una sola persona.

—No puedo creer hasta que punto te necesito —susurró con su respiración irregular mientras su aliento chocaba contra mi oreja—.

—¿Tienes miedo de que alguien atraviese esos muros? —preguntó entre besos.

—Miedo no—repuse y me dispuse a buscar las palabras—. No quiero que sepan sobre mi. Siempre terminan utilizándolo en mi contra.

Sentí el cálido tacto de sus labios sobre mi cuello, y comenzó a succionar y mordisquear mi piel. Luke ahogó un jadeo y supuse que dejaría una gran marca allí que tendría que cubrir más tarde.

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