Un delincuente

Capitulo 3

Editado: 27/ 04/ 2021

Advertencias y una sonrisa.

[Casa Uzumaki, Himawari]

Las dos de la tarde, por fin el fin de semana había llegado así que animadamente estoy terminando de arreglarme para nuestra salida, al escuchar el timbre de la puerta bajo a toda prisa para abrir la puerta y mirarlas; frente a mí se encuentran Choucho, Sarada y aunque no la conozco me puedo suponer que la otra es Mirai.

— ¡Hola! —doy una rápida reverencia —ya estoy lista, solo necesito subir por mi bolsa, em... Mirai ¿Cierto? —tiendo mi mano —un gusto, soy Himawari.

—Un placer, —toma mi mano asintiendo —oye, si quieres te acompaño por tu bolso.

—Supongo que nosotras las esperamos aquí afuera —Dice tranquila Sarada.

—No tarden, ya tengo hambre.

Ella entro, y aunque me parece raro ya que ni siquiera nos conocemos de nada, solo me apresuro a tomar mi bolsa de mi habitación para regresar mi mirada sonriente a ella.

—Bueno, creo que ya estoy lista.

—Ahora veo porque le gustas... —sonríe cabizbaja —él me gusto hace algún tiempo atrás, te sugiero no caer en eso...

La sonrisa se borra de mi rostro cuando veo unas lágrimas comenzar a dibujar caminos sobre sus mejillas, yo me acerco preocupada.

— ¿De qué hablas?

—No te enamores del rubio... y mucho menos de Shikadai, lo siento, —limpia sus lágrimas mirándome —yo solo... quería ver como se desarrollaba su historia así que... ya no diré nada de ese tema, anda... —toma mi brazo —vamos, que seguro Choucho se desespera si tardamos más... y... —bajamos —lamento mucho esta primera impresión.

Sin entender de lo que hablaba y sus repentinos cambios de humor solo trato de sonreír lo mas normal posible para salir con ella de la casa. Fuimos directo por la comida en un pequeño restaurante, animadamente pedimos nuestros platillos y entre su charla les pido un momento para ir por un helado que se antojó; mientras espero a que la muchacha se desocupe puedo sentir una chaqueta negra que roza mi brazo... a mi lado...

—Una hamburguesa con papas y dos refrescos.

Es Shikadai... su mirada de pronto baja sobre mí, no sonríe.

—Hola, nos volvemos a ver... —analiza mi alrededor — ¿Con quién vienes?

—Estoy con... mis amigas... —inquieta vuelvo la mirada al frente —sabes, me preguntaba...

La sorpresa se muestra por un momento en sus ojos —Mirai... ¿Ella es tú amiga? —baja la mirada sobre el mostrador —vaya, que sorpresa... —me mira de reojo — ¡Oh! Lo siento, ¿Qué decías?

—Solo es... sobre Inojin...

—Esta afuera esperando la comida... ¡Oh! ¿Hablas sobre la pelea? —espera mi asentimiento —bueno... solo tire su mochila, tú hiciste suficiente daño a su descendencia —sonríe divertido —enserio, no te preocupes, él no te molestará más.

De cierto modo es distinto, su mirada y voz, esa sonrisa... ¿Sonrisa? ¿De verdad esta sonriendo en este momento? Él no suele sonreír así ni siquiera frente a sus amigos... ¿Por qué... esta sonriendo ahora mismo? Y... sobre Mirai, ¿Qué hay con Mirai? Pero... ¿Por qué mi corazón late así?

—Aquí esta su orden joven, son cincuenta y cinco.

—Tome, y gracias... —tomando su orden vuelve la mirada sobre mí —bueno, me voy, mi pecho duele un poco al verte.