Capítulo 29

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Editado: 14/ 07/ 2021

[Shikadai]

Era excelente, nuestro proyecto terminó justo a tiempo. Apenas estábamos subiendo en el avión para regresar a Japón cuando Shinki recibió una videollamada, era Choucho.

¿Shika... dai?

—Hola... —elevo la mano inclinando el rostro a la cámara.

— ¡Pedazo de mier**!

—Si, si, yo también te extrañé Choucho —ignoro sus palabras para volver la vista a una revista.

—Entonces estuviste en Estados Unidos ¡Todo este maldito tiempo! —eleva la voz con enfado — ¡Más te vale que vayas a ver a Hima pedazo de idiota! ¿¡A caso no sabes todo lo que te ha esperado!?

—Lo sé, y de hecho... —vuelvo la mirada a la pantalla — ¿Dónde está ella ahora mismo?

—Debe estar en la playa, —comenta tranquilamente y luego frunce el ceño — ¿¡Por qué no nos dijiste nada maldito idiota!?

—Si... —sonríe Shinki inclinándose a la cámara —hola, yo también te extrañé amor.

— ¡Lo lamento mucho cariño! Sabes que realmente te extrañé, pero ese torpe sentado a tu lado... ¡Agh!

Las bocinas del avión dan el anuncio del pronto despegue, y piden amablemente que apaguemos nuestros aparatos eléctricos. Shinki me mira de reojo y vuelve la mirada hacia Chocuho.

—Bien, como ya acabas de escuchar debo colgar ahora mismo, te amo, y nos vemos después mi amor... por cierto, por favor cocina algo delicioso para mi llegada, bueno... aunque debo decir que todo lo que cocinas es sumamente delicioso.

Cuenta con ello tonto, te cocinaré algo delicioso... te amo.

—Disculpen, —la azafata se detiene a nuestro lado —por favor apague su tableta, estamos a punto de despegar.

—Si, disculpe... —vuelve la mirada a la pantalla —yo también te amo, pero por ahora me tengo que ir mi amor.

Con el término de la llamada me acomodo en el asiento dispuesto a dormir un poco antes de llegar a nuestro destino, Shinki suspira manteniendo una sonrisa en su rostro, esta ansioso desde que llego.

Al llegar a Japón puedo verme completamente sorprendido, Sarada y Boruto están en el lugar de espera elevando los brazos con entusiasmo para que los notemos, Shinki golpea mi estómago suavemente y ambos avanzamos hacia ellos.

—Hombre, —Boruto me abraza y al segundo me ofrece unas llaves —estas son básicamente tuyas, las llaves de tu moto, así que... —palmea mi espalda haciéndome dar un paso adelante —ahora ve a ver a mi hermana, está en la playa.

—Vaya... —analizo las llaves en mi mano —no pensé... —sonrío mirándolo —que me quisieras tanto cuñado mío.

—Ahora no es momento para eso, —Sarada nos empuja a ambos —toma tu maleta y lleva tu trasero junto a Hima. —vuelve la mirada a Shinki tomándolo del brazo —tú vienes con nosotros y rápido.

La duda me llena al verlos actuar así, pero ambos parecen algo inquietos así que rápidamente salgo del aeropuerto colgando mi mochila sobre mi hombro para salir y subir a la moto tan conocida por mí, no tengo casco, pero sé utilizar mi motocicleta a la perfección. Los chicos me gritaron el lugar al cuál dirigirme y mi velocidad aumento ingresando a la autopista; voy tan rápido que apenas y puedo ver las luces de los otros autos, los semáforos que rebaso sin considerar el peligro, personas que se quitan del camino al ver que no pienso detenerme. La noche esta presente y la ciudad se ilumina a la lejanía... cuando por fin me alejo de la ciudad puedo dar una mirada al cielo estrellado, el aire frío se cala por mis pulmones y la emoción llena mis venas. Deseo verla, quiero verla, necesito verla. El motor ruge al acelerar.

Un delincuenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora