Capítulo 3 Limerencia

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Quedé totalmente sorprendida y quizás hasta un poco aturdida. Ya bastante tenía con saber que estaba cerca, aquí en el parque, pero nunca imaginé que fuera tan cerca, como para estar sentado a mi lado y ni siquiera me había dado cuenta...me pregunto cuanto tiempo llevará sentado?...

-Hola, siento haberte sorprendido o quizás asustado, sólo no sabía cómo acercarme a ti.

-No te preocupes. -dije sonrojada.

-Me quedé un momento observandote y vi como mirabas con tanta pasión tus fotos, se ve que amas lo que haces!

-Wao no sólo me miraste de lejos, tú me estudiaste!

-Realmente soy un tanto observador, pero en tu caso no hay que fijarse mucho para darse cuenta de que esto te apasiona y debo admitir que lo haces muy bien, te felicito! -dijo con una gran sonrisa como si estuviera orgulloso de mi talento.

-Pues gracias -dije sonrojada, sólo me quedo decir eso, estaba un poco nerviosa, nunca me había sentido tan atraída por un chico, mi única experiencia amorosa hasta ahora había sido aquel beso con Anthony, pero eso no se comparaba con las sensaciones que comenzaba a experimentar con este chico del cual ni siquiera me acordaba su nombre -Por cierto, se me ha olvidado tu nombre, podrías por favor recordarmelo?

-Creo que tengo que presentarme nueva vez, -extendió su mano para que yo la apretara. -soy Severino, Neizan Severino para ser más específicos. -apreté su mano y aquí concluyó un cordial saludo.

-Ahora que ya se tu nombre...Neizan debo decirte que has salido estupendo en esta fotografía, -Vuelvo a enseñarle la cámara con la foto donde el ha salido. -aunque un poco distraído y mareado pero estupendo, tal cual una obra de arte.

-Sabes? No se si tomarme eso como un halago o como un insulto. -dijo con sarcasmo.

-Bueno querido amigo lamentó decirte que la halagadora es Yusy yo no! -respondí en medio de risas.

-Eres muy sincera por lo que veo. -dijo con una mirada intrigante.

-Sincera con tacto, a veces...Pero ya que estamos sincerandonos te diré que tienes cara y cuerpo de modelo, hasta me apetece fotografiarte, pero mientras no estés mareado y distraído!

-Muy graciosa...entonces es una cita? -preguntó con una gran sonrisa en su rostro, como habría de negarmele?

-Supongo que sí!

-Perfecto, tienes Whatsapp? Así nos texteamos y coordinamos todo. -por un momento dudé en contestarle tal pregunta pero terminé por darle mi número, luego de ahí nos retiramos y cada uno siguió su rumbo.

Al llegar a casa no podía creer lo que había pasado ese día, nunca creí que volvería a ver a Neizan, pero a veces no sabemos qué hay preparado para cada uno y como dicen por ahí: "todo pasa por una razón", así que decidí que esto llegaría hasta donde tuviese que llegar. Esta fue una de las mejores y de la peores decisiones de mi vida.

Subí agotada hasta mi habitación y justo antes de abrir la puerta oí llantos que provenían de la sala, al parecer llegue tan concentrada pensando en aquello que no me fijé en que mi Madre estaba allá debajo. Baje a tratar de conversar con ella esperando que está vez no me evadiera. Al verme, su reacción no fue inesperada, se comportó normal como si nada estuviese pasando, al principio creí que estaba disimulando o tratando de ocultar su dolor pero luego me di cuenta de que parecía anestesiada, al parecer se había pasado quizás el día completo llorando. Me le acerqué sentándome en el sofá junto a ella y le tome de la mano. En ese momento sólo quería abrir mi corazón y sacar todas mis inquietudes y que ella accionara igual. Me costó un poco pero luego me envalentone.

-Maa...Mamá, se que desde anoche no has sido la misma y necesito saber cuál es el motivo, anoche no te pregunté nada porque respete tu espacio, pero no permitiré que sigas así, no si lo puedo impedir.

-Mi niña, tan inocente, el problema es que...No puedes solucionarlo. -dijo solloza.

-Si me dijeras que pasa podría al menos intentarlo. -dije aún sabiendo ya lo que pasaba, pero en lo más profundo deseaba escuchar algo diferente, aunque fuese mentira.

-Tranquila mi querida hija todo saldrá bien! -dijo tratando de levantarme el ánimo.

Traté de contener las lágrimas para no derrumbarla más y volví a subir hasta el segundo piso, mi presencia allá debajo no estaba ayudando mucho. Por segunda vez fue inútil tratar de saber algo más, ella cada vez se encierra más.

Al subir miré hasta el fondo del pasillo donde se encontraba la puerta de la habitación principal abierta, di unos pasos más hasta llegar a aquella habitación y como era de esperarse nadie se encontraba allí. Algo llamó mi atención, había una pila de papeles regados sobre la alfombra de en frente de la cama, no me pude contener y fui a revisar, se que no era de mi incumbencia, pero al fin y al cabo lo que estuviera pasando en esta casa me terminaría afectando a mi.

Fue extraño encontrar una dirección de una calle no muy lejana pero tampoco muy cercana, la cual creo haber escuchado antes. No se si era mi intuición o la confusión que tenía en mi mente durante todo este fin de semana, pero algo me decía que la dirección que tenía en mis manos podría llevarme hacia alguna respuesta a mis dudas.

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