Capítulo 4 Serendipia

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Desde que la tuve en mis manos le tomé una foto a aquella dirección, me conozco y se que se me podría olvidar de dónde la guardarse. De todos modos la guardé en un cajón de mi mesita de noche. Caí desplomada en mi cama, traté de dormir aunque no lograba conciliar el sueño. De pronto recibí un mensaje un poco acosador de parte de Neizan que decía: "Estoy afuera de tu casa". Si esto fuera una novela o película romántica sería una escena muy emotiva, pero no, ese no es mi caso.

Miré a través de mi ventana para confirmar que era cierto lo del mensaje, y así era, él estaba ahí parado junto a su auto vestido muy elegante y fresco. Me quedé unos segundos pensando en que hacer mientras lo miraba y vi que este parecía redactar otro mensaje de texto. Mire mi celular para verificar que era dirigido hacia mi pero al parecer era para alguien más porque no me llegó nada.

No sabía si responderle o tan solo dejarlo en azul. Pensé que si contestaba su mensaje lo que continuaría sería bajar hasta afuera o que él se decidiera a treparse de algún faro o de lo que sea que encontrará cercano que le permitiera llegar hasta mi habitación, según la actitud que había notado en él creo que sería capaz de eso, al fin y al cabo no ha venido en vano. No quería causar más problemas de los que ya había en esta casa.

Decidí apagar todas las luces para que así entendiera que todos ya debemos estar dormidos y se retirase. Después de unos veinte minutos miré por mi ventana nuevamente para asegurarme de que ya no estuviera ahí pero para mi sorpresa seguía inmóvil en el mismo lugar. Se me hizo extraño que aún no se haya ido, comenzaba a tener dudas acerca de Neizan...Pero luego de dos minutos recibí otro mensaje de parte suya que decía: "Por lo que veo no has podido salir por alguna razón, descansa nena, espero me permitas verte otro día, hasta entonces ponte más bonita de lo que eres...Aaah y quería decirte que me encantó verte aquella tarde! -Eso me dejó un poco más tranquila, quizás sólo estaba siendo paranoica.

Repentinamente caí en un profundo sueño. La mañana siguiente, una mañana de lunes, al despertar me di cuenta de que mi alarma no había sonado y me había retrasado. Rápidamente fui a ducharme, lo hice lo más rápido que podía y me vestí sin ni siquiera mirarme en el espejo como acostumbraba hacer todos los días antes de salir. Sentía que mi vida comenzaba a desorganizarse después de aquel fin de semana.

Cuando por fin logré llegar a mi aula de clases lo primero que observe fue que todos mis compañeros estaban saliendo de la misma. Esto me hizo entender que la hora de mi reloj estaba más atrasada de lo que creí. Aproveche que no tenía otra sesión hasta medio día y me aventuré en búsqueda de aquel papel con la dirección para dirigirme hacia ella. Revisé dentro de los bolsillos de mi pantalón Forever 21 y me encontré con que no había nada dentro de ellos. Lo primero que pasó por mi mente fue que se me había caído durante el camino o que nunca me lo había entrado en los bolsillos. Confíe más en la segunda opción así que me dirigí hacía casa para buscar aquel papel que contenía la misteriosa dirección.

Para mí sorpresa al abrir la puerta de mi casa me encontré con una fuerte discusión entre mis padres, según lo que pude escuchar su discusión trataba acerca de nuestro dinero, casi podría asegurar que escuché de los labios de mi Padre que perderíamos todo por un "error". Como me esperaba, desde que notaron mi presencia callaron los dos, esto hizo que mi curiosidad creciera aún más...qué era tan grave como para que yo no me enterase?

Les hice creer que no había oído ni escuchado nada y subí hasta mi habitación sin dar explicación. Desde que entré empecé mi búsqueda, pero fue en vano ya no había nada. Me cuesta pensar que alguno de mis padres la haya retirado. De pronto llegó un recuerdo a mi mente. Recordé que le había tomado una foto a la tal dirección a causa de que soy un poco olvidadiza y nótese que lo soy, ni siquiera me acordaba de aquella foto.

Mientras revisaba la galería de mi celular sentí uno pasos apresurarse hasta donde estaba, cuando levanté mi rostro vi a mi Padre ya tocandome el hombro. Queriendo establecer una conversación conmigo dijo lo siguiente:

-Querida hija, cómo estás? -Lo miré extrañada, parecía estar muy tranquilo después de haber salido de una fuerte discusión

-Estoy bien Papá, pero que haces acá en mi habitación?, sabes que no me gusta que entren sin mi permiso -conteste un poco molesta.

-Sólo quería saber cómo te encontrabas, pero está bien, me apartó si así lo quieres. -se despidió dejando un beso en mi mejilla. Mientras caminaba hacia la salida vi que llevaba en el bolsillo trasero el papel que contenía la dirección. Al menos tuve suerte de que no haya visto la foto de mi celular.

Apresurada baje las escaleras, tomé las llaves del auto de Papá que estaban en un gancho de la pared de la sala y sin más preámbulo me dirigí hacía aquella dirección.

No habían pasado ni cuarenta minutos cuando ya estaba en mi punto de destino. Al llegar, sentí como si ya hubiese estado en ese lugar. Era una casa al estilo vintage con un rosado pálido y desgastado, no parecía ser una casa de una mujer, lo digo por el abandono en el que se encontraba. Me acerqué más y pudé notar a través de las ventanas que los muebles estaban enfundados y había polvo en las paredes y en el piso. Podría decirse que está casa estaba deshabitada hace un mes o más.

Tuve una gran decepción ya que vine en busca de respuestas para aclarar mis dudas y en ves de eso ahora tengo más de ellas...por qué habría de estar esa dirección en la habitación de mis padres?

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