Y Si... -Berto Romero & Dani Rovira

Capítulo 40: Hombre contra hombre

-¿Cómo?- dije perplejo.

-Tengo que hablar con mi padre.- hubo un silencio, él y yo sabíamos quien era su padre, yo incluso sin conocerlo por lo poco que me había contado Dani sabía que no era una buena persona, había oprimido a su hijo toda su vida para que no fuera lo que desde que nació es, aunque no hablase mucho de él el dolor en sus palabras cuando lo mencionaba lo decía todo.

-Y eso... es un problema?- claro, Ana no sabía nada del padre de Dani.

-Si bueno... veras- él buscaba las palabras con las que expresarse, se notaba que era difícil para él decirlo pero a la vez estaba fuerte y decidido- mi padre desde que nací me hizo pensar que un hombre y otro hombre no podían amarse bajo ningún concepto. Yo como un estúpido me lo creí. Durante años me intentaba auto-convencer de que me gustaban las mujeres, incluso intenté salir con alguna pero nunca note nada. Y... la primera vez que me sentí atraído por una persona de mi mismo sexo, cuando tenía 16 años- él me miró- hice una verdadera monstruosidad... la cual esa persona a perdonado, después de todo, de todo lo que le afectó mi estupidez, me dio una segunda oportunidad.- nos cogimos de las manos y nos sonreímos con lágrimas en los ojos- Necesito hablar con mi padre para decirle lo que pienso de él y decirle lo feliz que puede hacer un hombre a otro hombre, por fin tengo el valor suficiente para decirle todo lo que pienso. Todo gracias a ti.- me dio un tierno beso en los labios. Ana estaba a punto de ahogarse en sus propias lágrimas, nosotros la abrazamos.

-Lloro un poco por tus bonitas palabras y un poco también de confusión- tampoco había caído en que no le había contado aún la razón por la que me tiré de un puente intentando acabar con mi vida, ni ella ni Andreu la sabían y no me lo habían preguntado, seguro que estaban esperando hasta que estuviera preparado.

-Ana te tengo que contar algo, a ti y a Andreu.-

-Será mejor que se lo cuentes en el desayuno, tanto tu Ana como tu Berto estáis en los huesos.-

-Si porque si hay alguien que consiga que Berto coma eres tu Dani.- ese último comentario fue con un muy poco disimulado doble sentido. Después guiñó un ojo y se metió en su habitación para vestirse, Dani sonrió de medio lado con una mirada picara mientras mi cara se volvió de un tono rojo tomate.