Capítulo 52: Viejas heridas

44 4 4
                                    

Aparenté estar feliz por esa gran oportunidad, pero me estaba costando teniendo en cuenta que haría una película con...ella. Creo que él lo notó.

-¿Ocurre algo?- dijo perdiendo la sonrisa y poniendo una mirada preocupada.

-Nada cariño, me alegro mucho por ti, lo vas a hacer muy bien.- le dije sonriendo y cogiendo sus mejillas con ternura. -¿Cómo dices que se llamará la película?-

-Ocho Apellidos Vascos-

-¿Y que papel interpretas?-

-Soy el protagonista, Rafa.- dijo muy sonriente pegando más mis manos contra sus mejillas.

-Wow, y en tu primer papel.-

-Sí, pero ya he dado clases de interpretación cuando era joven, siempre había soñado con una oportunidad así.-

-Pues a por todas- nos abrazamos, aunque me duela un poco que lo haga con Clara me alegro mucho por él. nos separamos un poco y pegamos nuestras frentes.

-Gracias por apoyarme, mi padre siempre decía que ser actor era una gilipollez...y ser cómico aún más.-

-Sabes perfectamente que se equivoca.-

-Sí, ahora lo se. Aunque no te hayas dado cuenta eres una de las razones por las que me doy cuenta de que la mayoría de cosas que decía mi padre están mal, muchas gra...- lo besé, no quería que me dijera eso.

-Tu me has salvado dos veces del suicidio. Me has quitado un cuchillo de la mano y te has tirado a un maldito río para que no me ahogase. No me des las gracias.- me besó.

-La segunda vez fue culpa m...- tapé con mis pulgares sus labios, con mis palmas en sus mejillas y negué con la cabeza. De uno de sus ojo salió una lágrima, la sequé con un beso y volví a unir nuestras frentes.

-Sabes que no fue tu culpa, fue de la educación que te impusieron, de los valores, de la orientación equivocada que te incrustaron a presión. Cuando vistes que todo lo que te dijeron era mentira, lo negaste todo y reaccionaste de la única forma que te habían ensañado. Ya no eres así, te has descubierto a ti mismo y eso solo es mérito tuyo y de nadie más. Te quiero por quien eres ahora, no por quien fuiste cuando estabas perdido.- me beso apasionadamente y un segundo después reaccioné haciendo lo mismo, intentando fusionar nuestros cuerpos en uno, atrayéndonos lo máximo posible y recorriendo todas sus zonas frenéticamente. Me separo un segundo para decir:

-¿Me prometes que nunca más te volverás a culpar por eso?-

-Te lo juro.-




Y Si... -Berto Romero & Dani RoviraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora