PIPIPII Sonaba el despertador que hizo despertarme de un salto. Abrí el armario y me puse una sudadera gris que me llegaba hasta las rodillas, con unos pantalones vaqueros rotos y las zapatillas que me regaló mamá por mi cumpleaños. Me introduje en el baño y me solté el pelo, y con la plancha me hice dos ondulaciones. Apagué la luz y fui corriendo a la cocina a tomarme el desayuno.
-Hija corre que llegas tarde. -Repuso mamá.
-Ya lo sé, no me metas más prisas de las que tengo por favor. -Subí de nuevo al baño y me lavé los dientes.
Mi madre me acercó con el coche al mismo instituto al que va Danny, el Cromwell. Me bajé del automóvil y me adentré al centro. Al entrar, enfrente de la puerta estaba la consejería, por cierto, las mujeres muy majas; a la izquierda estaba el recreo y a la derecha estaba el pasillo, por donde tenía que ir. Abrí mi taquilla cuando noté una presencia horrible detrás de mía. Me di la vuelta y era una chica con una larga melena rubia, guapa... es decir, todo lo contrario a mí. Detrás suya, se encontraban dos chicas, una con una larga melena larga rizada y otra con el pelo corto liso. Derrochaban un olor fuerte a colonia cara, parecía que se habían echado el bote entero.
-Pero mira a quién tenemos aquí... Una rata nueva ¿De dónde has salido criaturita? -Cogí mis libros, cerré la taquilla y me fui a mi clase.
Iba mirando al suelo cuando me choqué con alguien y los libros terminaron en el suelo.
-Per-perdón. -Levanté la mirada y era Danny.
-Hola Amie. -Se agachó a ayudarme a recogerlos y me sonrió. -Que bien que estés aquí.
-Hms... Sí... -Terminé de recoger mis libros y me senté al final del todo.
No paraba de mirarme ¿Me he dejado pasta de dientes en la cara? ¿Eh? De repente aparecieron las chicas derrocha colonia, la rubia le plantó un beso a Danny que me dejó petrificada. Intenté mirar a otro lado pero era imposible, era demasiado cantoso, encima con esa repugnante camisa rosa y ese bolso de piedrecitas brillantes. Mis ojos se pusieron en blanco por segundos.
Se me acercó las tres derrocha colonia y todo lo que tenía encima de la mesa me lo tiraron al suelo. Después ella se sentó encima de mi pupitre.
-¡EH! ¿Qué haces? -La grité.
-Este es mi sitio, ahueca el ala friki. -Se empezó a reír con las otras dos chicas.
Se aproximó Danny corriendo y me ayudó a recoger todo lo que estaba desperdiciado por el suelo.
-Brittany, no la hagas nada ¿Vale? -Danny se puso enfrente de ella y la miró a los ojos.
-Pero cielito... ¿No me digas que te cae bien no? A ti no te van las frikis... A ti te vas las chicas guapas como yo. -Lo decía mientras cruzaba las piernas y se tocaba el pelo.
-Me cae bien, y es mi amiga, ahora levanta tu culo de su mesa. -Se cruzó de brazos.
-Gracias Danny. -Le agradecí.
-De nada Emie. -Me guiñó un ojo. -Si te vuelve a hacer algo dímelo ¿Vale?
-De acuerdo... -Bajé la mirada a mi cuaderno y me puse a dibujar el principio de un cómic.
A la salida de clase me metí en el baño a lavarme la cara, cuando salí estaba Brittany, con cuatro chicas más rodeándome.
-Tú, friki, como me quites a mi Danny date por muerta, rata. -Miraba para todos los lados inventándome una estrategia para escapar.
-Esto... ¿Brittany verdad? -Pregunté.
-Sí, Brittany, espero que no vuelva a salir ese precioso nombre por tu sucia boca ¿Me has odio?
-Te he oído perfectamente, y creo que el director también. -Señalé a un lado del pasillo, cuando miraron las cinco salí corriendo.
-Eh eh ¿A dónde vas corriendo friki? -Me preguntó un chico moreno alto y musculoso, estaba con otros dos chicos más, uno con melena morena y otro con el pelo rapado. Me cortaban el camino.
-Hms... No es cosa tuya ¿Me dejas pasar si me haces el favor?
-Dímelo, sino te quedas donde estás.
-Bueno, pues me quedo aquí. -Me apoyé en la taquilla y me quedé esperando.
Lo que faltaba... Se presentaron las cinco chicas que me rodearon a la salida del baño. Se pusieron enfrente mía y me volvieron a rodear. Me llenaron de insultos hasta las orejas. Pero no me percaté, estaba ya acostumbrada a escuchar estupideces salidas de la boca de alguien que no merece la pena. Cada vez iba viniendo más y más gente, el corro se iba haciendo más grande, y yo seguía ahí sentada, junto a la taquilla.
Danny venía con dos amigos hablando del tema de Ciencias Naturales, cuando se dio cuenta del gran barullo que había, y se asomó para ver quién había entre la multitud.
-¡Amie! -Gritó. Empezó a meterse entre la gente hasta llegar a mí. Se dio la vuelta y se puso enfrente de su novia.
-Brittany, has caído muy bajo. No me esperaba eso de ti. -Me agarró de la mano y me sacó de allí.
-¿Estás bien? ¿Te han hecho algo? -Me preguntó preocupado.
-No no, estoy bien tranquilo. -Miré al suelo.
-¿No sentiste nada al estar allí encerrada?
-Pues... La verdad que no, ya estaba acostumbrada. En mi anterior instituto me lo hacían.
-Ya... Seguro que debe de ser muy molesto. -Hizo una mueca con la cara.
-Un poco... Pero solo es el momento.
-Entiendo... Esto... Me tengo que ir a hablar con el director, no tardaré mucho, si quieres me esperas y te acompaño a casa. -Me sonreía.
-Está bien. -Me senté en una de las sillas de la sala del director.
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El diario de Amie.
Romance¿Alguien te ha roto el corazón? A mi sí, aquel chico. ¿Le ves? Él. Se llama Danny, y me di cuenta de que es un chico del montón. Igual que los demás digamos. ¿Tenías a una mejor amiga que ahora es una falsa? Pues mira por donde yo sí. Hay amigos...