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Después de eso Lauren no dijo palabra alguna, se limitó a tomar notas de todo lo que el maestro decía y poner atención a todo ello, al final de cuentas la literatura no era tan mala como lo parecía...en realidad era bastante interesante, aunque el poema del castaño chico no salió de su mente un solo segundo..."ojos color esperanza"... Esas palabras invadían su mente a cada instante, repetía cada palabra como una agradable melodía.

La clase terminó y a decir verdad Lauren jamás había sentido el tiempo volar de esa manera, podría asegurar que esa clase de literatura se esfumó como si -literalmente- de humo se tratase. Salió del instituto acompañada por Tyler y emprendieron su caminata de vuelta a casa.

—¿Qué te pareció la clase?— Tyler decidió romper el hielo —¿Volverás mañana?.

Lauren seguía inmersa en sus profundos pensamientos sobre el poema de aquel chico "el cerebrito" «Valla que cerebrito» esas palabras simplemente la hacían sentir como si algo verdadero dentro ella viviera, esa sensación burbujeante en el estomago, un sentimiento real...podía sentir que ese poema era para ella...que ese poema era suyo en verdad...

—Claro que volverás mañana, pero mira nada más la sonrisa estúpida que ha ocasionado ese jovenzuelo con unas cuantas palabras bonitas.— bromeó un poco y le dio un leve empujón.

Lauren solo volteó a mirarlo confundida —¿Jovenzuelo?— rió.

El rizado hizo lo mismo y soltó una pequeña carcajada —Sabes a lo que me refiero...digo, no me molestaría ser cuñado de Jace después de todo, parece ser buen chico.

—No digas locuras, eso no pasará...bueno...

—¡Ja!, entonces admites que te gusta.

—Admito que me gustó el poema...y Jace no es un chico feo.

—¡Claro que te gustó el poema!, parecía escrito para ti, digo "ojos color de esperanza, cesad vuestro desvío" me suena a "olle tú, la de los ojos lindos, no te hagas la tonta y mirame que me tardé las horas describiéndote estos versos del alma".

No pudo evitarlo comenzó a reír fuertemente, ambos reían en realidad, se acercó a él y despeinó el ya alborotado cabello del menor para después darle un buen abrazo.

Al llegar a casa cada uno estaba dispuesto a ir a sumergirse en sus respectivas habitaciones pero su señora madre se los impidió.

—¿Cómo les fue?— preguntó Myranda al verlos pasar por la sala.

Ambos jóvenes regresaron sobre sus pasos hasta quedar frente a su madre.

—Bien.— respondió simplemente Lauren.

—Mucho mejor que bien.— Tyler la miró burlonamente a lo que su madre solo respondió con un gesto de confusión.

—¿A que te refieres Tyler?— indagó.

—Solo...te aseguro que Lauren asistirá mañana al instituto nuevamente...mejor dicho permanentemente.

Myranda alzó una ceja y esbozó una pequeña sonrisa.

—¡Callate Tyler!— reclamó la ojiverde —Si, asistiré a las clases de artes...pero no por esa razón.

—Sea cual sea la razón, si eso hará que por primera vez hagas algo productivo para mi está bien.— interrumpió su madre dando por terminada la discusión.

Lauren le mostró la lengua a Tyler e hizo una infinidad de caras y muecas graciosas típicas de un niño de 5 años, él solo rió en voz baja y negó con la cabeza.

Una vez concluida su pequeña riña cada uno se fue a atender sus propios asuntos personales, o en otras palabras cada quien a su habitación. Eran más o menos las ocho de la noche, bastante temprano aun.

Lauren se dejó caer sobre su cama y pensando en todo lo sucedido ese día, lentamente, cayó en un profundo sueño.

Al día siguiente, la voz de su madre indicándole que el desayuno estaba preparado la despertó, bajó las escaleras y caminó a paso zombie hasta la cocina.

—Pero que fachas.— dijo su madre inspeccionandola de pies a cabeza y en tono desaprobatorio a su tan innovador "outfit".

—Gracias, me esforcé demasiado para conseguir el toque.— tomó un pan con mantequilla y le dio una buena mordida con una gran sonrisa.

Myranda solo dio un suspiro y terminó de colocar el desayuno sobre la mesa.

—¿Papá no vendrá?— preguntó Lauren al notar que el lugar de su padre estaba vacío.

—No, tuvo unos asuntos de la empresa que atender y ya sabes...él no vacila con eso.

Asintió para luego sentarse a desayunar. Tyler llegó un tanto apresurado lo cual hizo a Lauren debatirse entre preguntarle por qué o disfrutar su desayuno.

—¿Qué sucede Tyler?— preguntó por fin.

—Apresurate mejor, que llegaremos nuevamente tarde.

No comprendió lo que su hermanito quería decir, frunció el entrecejo.

—Hoy toca clase de musica ¿tienes algún instrumento?— Tyler dio un sorbo a su jugo de naranja aún luciendo apresurado.

—Mi guitarra.— dijo tranquilamente y continuó devorando sus panes.

El joven abrió los ojos tremendamente y negó rotundamente con la cabeza —Olvidalo.

—¿Por qué?— rió por la reacción de su hermano.

—Solo...será mejor que tomes algún instrumento prestado en el instituto.

Lauren lo miró confundida aun sin comprender, acabó su desayuno y se dirigió a su habitación para cambiarse de ropa y hacer algo con el revoltijo en su cabello.
Una vez lista, caminó rápidamente hasta la puerta de su casa para encontrarse nuevamente con Tyler y comenzar su recorrido hasta el instituto.

Write On Me #RetoMusical2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora