XIII

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París...el gran día había llegado, por fin el sueño de toda la vida de Lauren podría convertirse en realidad. Todos los jóvenes se hallaban ya en el aeropuerto a la espera del avión que los llevaría a su tan esperado destino.

—Con un demonio ¿a que hora llegará el avión?

—Tranquila Laurita, apenas y son las 6:45 y el avión no llegara hasta las 7:00.— Tyler la vio con cara divertida la rabieta de Lauren.

—¿Qué acaso no disfrutas de pasar un buen tiempo de calidad con tus amados novio y hermano?— bromeo Jace apretujando los cachetes de la ojiverde.

—¡Basta ya que no estoy de humor!— subió el tono de voz haciendo que los dos hombres a un lado de ella dieran un pequeño brinco —me desperté a las 6:00 am, todo por la gran ilusión de visitar "mon bien-aime París", y tienen la osadía de hacerme esperar...—

—Alguien está de mal humor.

—¡Es justo lo que estoy diciendo!— volvió a hablar con voz fuerte y esta vez un señor que dormía plácidamente en uno de los asientos contiguos le pidió guardara silencio.

Los chicos rieron por la cara que puso Lauren y el hecho de que tuvo que ofrecer una disculpa a aquel hombre.

—¿Ya ves?, el que se enoja pierde.— dijo Jace sonriendo «una de sus "moralejas" que ni siquiera era moraleja».

Lauren se volteó hacia él con cara de pocos amigos —Basta de eso ya...— su rostro cambió cuando "la voz mística" anunció que su vuelo era el próximo en salir —¿escucharon?...¡apresurense, no hay tiempo que perder!— dijo la pelinegra ahora con el rostro iluminado por completo con una enorme sonrisa.

Sus acompañantes se encogieron de hombros y sonrieron el uno al otro para después seguir a Lauren, quien parecía ir dando saltitos de alegría -cual caperucita roja por el bosque-.

El transcurso fue eterno para Lauren pero al pasar la interminable hora y quince minutos, por fin llegaron a su ansiado destino. Al bajar del avión la ojiverde estaba por completo eufórica y no podía parar de sonreír y hablar como si no hubiese un mañana.

—Oh dios santo no puedo creerlo, en verdad estamos en París.

—Creelo, es maravilloso estar aquí, pero lo que más me encanta es verte sonreír de esa manera.— Jace la miró embobado.

Lauren se acercó a él y lo tomó de la mano para ir hasta donde los esperaba la directora para darles instrucciones.

—Muy bien jóvenes, primero iremos a dejar nuestras cosas en el hotel. Después de eso, el primer museo que visitaremos será "El Museo del Louvre", el cual abre a las 9:00 así que no tenemos mucho tiempo.

Todos asintieron y subieron a el transporte que se encargó de conseguir su distinguida directora para llevarlos a todos los lugares (tres museos y el hotel para ser mas exactos).

Después de dejar sus cosas en sus respectivas habitaciones fueron a su primer destino "El Museo del Louvre" donde pudieron apreciar diferentes obras de arte en verdad magnificas, al igual que en los museos siguientes "Museo Orsay" y "Centro Pompidou". Durante todo el día lo pasaron escuchando a los diferentes guías en cada museo y tomando anotaciones. Al llegar la noche por fin pudieron ir al hotel a descansar y lo mejor de todo es que al día siguiente podrían visitar el lugar que quisieran, simple turismo, nada de trabajos...si, eso era bueno.

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Un nuevo día...¡en París!, esto definitivamente  iba a ser grandioso. Lauren se despertó por su amado Jace llamando a la puerta, el castaño se había encargado ya de organizarle un tour a la ojiverde para mostrarle sus lugares favoritos.

Write On Me #RetoMusical2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora