XIV

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Martes
Su visita a París había sido asombrosa, solo que algo en Jace tenía bastante preocupada a Lauren , se estaba comportando un poco raro desde él incidente en la cena, tal vez se sentía avergonzado o algo así. No había respondido ninguna de las miles de llamadas y mensajes de Lauren y esto la hacía sentir esa clase de presentimiento de que algo malo estaba sucediendo.

La pelinegra avanzaba con paso firme hasta la casa de su amado, había recibido un único mensaje pidiéndole que se encontraran en su casa y debido a su reciente extraña actitud no podría estar sucediendo nada bueno, tal vez ya no la quería, tal vez era como todos los hombres y la dejaría después de lo sucedido en París, tal vez...no, Jace no sería capaz de hacerle eso, pero si no era eso ¿qué podría ser? Miles de pensamientos rondaban su mente mientras caminaba y sin darse cuenta ya estaba frente a la casa de Jace tocando el timbre.

—Hola cariño.— fue la madre de Hace quién abrió la puerta —Jace dijo que vendrías, está en su habitación.— señaló las escaleras indicándole que subiera a verlo —ha estado un poco...triste últimamente ¿pasó algo?

La ojiverde negó con la cabeza mientras ingresaba a la casa y se encaminaba a las escaleras, se detuvo antes de comenzar a subir —Es lo que quiero averiguar...— le dedicó una sonrisa y subió al segundo piso.

Caminó nerviosa hasta llegar a la puerta de Jace, sintió un escalofrío recorrerla y tocó antes de entrar.

—Adelante.— se escuchó la voz de Hace al interior de la habitación, sonaba diferente, apagado...triste.

Giró la perilla y entró para encontrarse con Jace de espaldas sentado a la orilla de su cama. Se acercó y pudo notar que encima del colchón había un sobre con el sello del hospital...los resultados...Jace sostenía entre sus manos unas hojas que seguro debían ser el contenido del sobre.

—¿Qué sucede Jace, para qué querías verme?— preguntó con voz temerosa.

—Lauren...— giró a verla, su expresión era más seria que cualquier otro día.

—¿Acaso te dijeron algo malo en el hospital?— trató de aligerar el ambiente y sonrió, pero esta sonrisa desaparecería cuando Jace le dijera lo siguiente.

—Me estoy muriendo Lauren.— apretó la mandíbula y extendió su brazo para mostrarle aquellas enigmáticas hojas a Lauren.

—¿Es una broma verdad?— preguntó sin siquiera ver lo que Jace le mostraba.

—Yo no vacilo con estas cosas Lauren, tengo cáncer, me estoy muriendo.

«No»

Sintió como si una oleada de aire frío entrara de pronto a la habitación, eso no podía ser cierto, NO.

—Por favor...¡por favor dime que es una maldita broma!— sus ojos comenzaban a llenarse de lágrimas que ardían como el infierno.

—No, ya te dije que no bromeo...mis repentinos ataques de tos, aquel día que me desmayé sin razón aparente.- hizo una pausa para tomar aire —durante la cena en París ¿recuerdas?, pareció uno de esos ataques que ya se habían vuelto tan comunes, pero no...ese día descubrí primera vez que algo andaba verdaderamente mal. Cuando logré estabilizarme, por inercia revisé mi mano y desearía no haberlo hecho cuando me encontré con que estaba por completo manchada de sangre, en realidad no comprendía bien por qué pero no podía ser nada bueno, es decir, uno no tose hasta sangrar cuando se encuentra sano.

—No.— Lauren cubrió su rostro con sus manos tratando de asimilarlo, todo se había vuelto tan real —pero hay medicamentos para eso ¿no?, aún puedes curarte si no es tan avanzado.- trató, más bien, de convencerse a sí misma de sus palabras.

El castaño negó con la cabeza —Es ese precisamente el problema Laurita, mi caso si está realmente avanzado, aún tomando todos los medicamentos y quimioterapias, el doctor dijo que lo máximo que me queda es un año.— acomodó su cabello y soltó un largo suspiro —eres la primera en saberlo y espero que repetes mi decisión, si de cualquier manera voy a morir prefiero no sufrir por los tratamientos.

Ni siquiera dijo palabra alguna antes de soltarse en llanto, pareció perder toda la fuerza en sus piernas y término desplomándose de rodillas en el piso —¿Por qué?— dijo entre sollozos —¿por qué tú? ¿por qué no cualquier otro?, tú no mereces esto.— halaba de su propio cabello como si quisiera arrancarlo.

Jace la miraba con dolor y entonces él tampoco pudo seguir conteniendo el llanto.
Caminó hacia ella y se agachó para abrazarla —Lauren, el tiempo que me quede quiero pasarlo contigo, puedo soportar todo esto pero perderte jamás.

¿De qué estaba hablando?, dejarlo jamás fue ni sería una opción y era justo por eso que le dolía tanto.

—Nunca, nunca voy a alejarme de ti sin importar nada.— dijo casi en un susurro.

Ambos se levantaron del suelo con lágrimas en los ojos, volvieron a abrazarse fuertemente y finalmente se dieron un beso...un beso con sabor a dolor.

Write On Me #RetoMusical2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora