Capítulo 16. Casita

70 12 1
                                    

Espe

Llevo días sin salir de casa porque me da miedo, desde que pasó eso Luna no me ha dejado sola en ningún momento y mi chico está siempre pendiente de mi.

Desde que volví de aquello me siento sucia y no he consentido que DJ me toque de esa manera, sólo me abraza y me siento protegida. Sé que se responsable pero no lo es y se lo he dicho muchas veces.

DJ ha venido para comer y luego se ha marchado para el entrenamiento extra que están teniendo, ha regresado a casa, hemos cenado y se ha ido a correr que lo hace una vez en semana por la noche. Esta noche quiero que sea distinta y voy aprovechar que se ha ido a correr para prepararlo todo.

Luna me ayuda en poner las velas desde la entrada hasta la puerta de la habitación y en el camino formado por las velas unas huellas para que las siga.

Me doy una ducha rápida, me seco el cuerpo muy bien y me pongo un conjunto de braguitas y sujetador rojo y negro que tanto le gusta, me maquillo muy suave, me pongo un picardía a juego con la ropa interior y esperó a que venga mi chico, la única luz que alumbra es de las velas.

Escucho la puerta de entrada abrir y luego cerrar, mi corazón late desbocado y ansioso porque llegue aquí, cuando abre la puerta y me ve en la cama y vestida así sus ojos se abren de par en par y su expresión es...no se describirla.

- Espe, y esto - dice atónito.

- Es una sorpresa - le digo.

- Ya veo - dice acercándose.

- Antes no me sentía preparada, me sentía sucia - le digo.

- Eso no es cierto - dice refiriéndose a lo último.

- Gracias por el tiempo que me has dado y por la paciencia que has tenido conmigo - le digo abrazándolo.

- No me las tienes que dar - dice devolviéndome el abrazo.

- Hazme tuya - le susurró y lo beso.

Se desprende de la ropa que lleva puesta, me besa como nunca antes lo ha hecho y se coloca encima mía, recorre mi cuerpo por encima de la fina tela y muy despacio me quita el picardías; ambos nos vamos excitando, llevamos mucho tiempo y la necesidad se hace visible. Va dejando besos en cada centímetro de mi piel, cosa que me excita, sus manos recorren mi cuerpo a la vez que las mías recorren su cuerpo. Con delicadeza desabrocha mi sujetador y lo tira a un lado, las velas se han apagado pero nos podemos ver en la oscuridad porque nuestros ojos se encuentran y miran con cariño y amor. Mis manos bajan hasta su boxe y con su ayuda se lo quito, él me quita la última prenda que me queda y así desnudos como si fuese la primera vez se juntan y nos acariciamos.

Nos quedamos mirándonos, observándonos como nunca antes lo habíamos hecho y con la mirada nos lo estábamos diciendo todo. Me mira un segundo y asiento ante su pregunta no formulada y con cuidado se coloca entre mis piernas y me penetra despacio, se queda quieto un momento y cuando muevo un poco mi cadera él empieza a moverse y yo con él; nos movemos sin prisa, suave y firme a la vez, nuestras manos se mueven por los cuerpos, palabras y gemidos salen de nuestros labios y de las gargantas, besos infinitos y nuestras respiraciones van aumentando con forme vamos acelerando. Noto que que ya mismo llego y al llegar al orgasmo pronunció su nombre DJ, él lo hace al poco pronunciando mi nombre.

Ha sido espectacular e inolvidable, sale de mí despacio y se tumba a mi lado atrayéndome hacia él, me acurruco en su pecho, nuestras respiraciones se van calmando, nos damos un beso apasionado y nos quedamos dormidos.

DJ

Espe lleva días encerrada en casa desde que pasó eso, yo estoy pendiente de ella pero debo ir a clase y al entrenamiento, me tranquiliza en parte saber que Luna está con ella y que si pasa algo me buscará. También desde que volvimos no es la misma, no me deja tocarla íntimamente y cuando lo hago ella me rechaza, se siente sucia y por mucho que yo se lo niega ella sigue pensando eso, ya no sé qué más hacer y me siento impotente de poderla ayudar.

Hoy me he levantado temprano, he ido a clase y cogido apuntes para ella, como tenía horas libres he regresado a casa para comer y saber cómo hacer estado y que ha hecho en la mañana; después en la tarde me he ido al entrenamiento extra que nos ha impuesto el entrenador para jugar mejor el último partido y me jode dejarla sola. Al llegar a casa la cena está lista, así que cenamos charlando animadamente y luego lo recojo todo; cuando termino salgo a correr.

Al entrar en casa después de correr veo un camino de velas, las voy apagando conforme voy avanzando hasta que termina en la puerta de la habitación.

- Espe, y esto - digo asombrado.

- Es una sorpresa - me dice.

- Ya veo - digo acercándome.

- Antes no me sentía preparada, me sentía sucia - me dice.

- Eso no es cierto - digo por lo último que ha dicho.

- Gracias por el tiempo que me has dado y por la paciencia que has tenido conmigo - dice abrazándome.

- No me las tienes que dar - digo con un abrazo.

- Hazme tuya - me susurra y besa.

Me quito la chaqueta, la camiseta y el pantalón de deporte. Verla con ese picardía rojo y negro me pone muchísimo, la beso apasionadamente y me coloco sobre ella con mucho cuidado de no aplastarla. La temperatura sube con cada roce de nuestra piel, llevamos tiempo sin hacerlo por eso quiero que esta vez sea distinta a las demás.

Ya no aguanto más y le quitó el picardías despacio, beso y toco cada centímetro de su piel y ella lo hace con mi cuerpo. Despacio le desabrocho el sujetador, quitándoselo y poniéndolo en cualquier sitio; mis ojos se posan sobre los suyos y en ellos nos decimos todo el cariño y el amor que nos tenemos. Sus manos van a mis boxer y con mi ayuda me los quita y yo le quito la última prenda que le queda; la observo por un momento, se ve hermosa y bella como nunca antes; me pego a ella juntando nuestros cuerpos y acariciandonos.

La miró por un segundo observando haber que dice y cuando asiente sé lo que quiere y me muevo despacio. Me coloco entre sus piernas y la penetro con cuidado de no hacerle daño y me quedo quieto, al poco ella mueve sus caderas dándome placer y me empiezo a mover para darle placer; Espe enrolla sus piernas en mis caderas y nos movemos al mismo ritmo dándonos placer mutuamente. Entre movimientos que van aumentando poco a poco, caricias, palabras, gemidos, besos y respiraciones aceleradas vamos llegando al orgasmo; cuando Espe llega al orgasmo pronuncia mi nombre y al poco llego al orgasmo pronunciando su nombre y corriéndome en ella.

Después de encontrar un poco de fuerza salgo de ella con cuidado y me tumbo a su lado atrayéndola a mi pecho, ella se acurruca en mí y nuestras respiraciones van poco a poco a la calma; ha sido estupendo y el mejor de todos con diferencia. La beso apasionadamente, nos separamos acariciándonos y nos dormimos.

"SIN REGLAS"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora