Un gran cumpleaños

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El sonido de algo metálico caerse fue lo que la despertó. Olive se quitó el edredón de encima y entreabrió los ojos. El otro lado de la cama estaba vacío. Solo lo ocupaba Plutón el gato que dormía plácidamente con las patas para arriba. Eso era muy extraño. Enoch no se levantaba temprano los domingos. Siempre se esperaba a que ella despertara para levantarse juntos. O a veces era al revés. Los rayos del sol se filtraban levemente por la ventana abierta del departamento. Olive se incorporo hasta quedar sentada. Se calzó las pantuflas de conejo rosas y se levanto. Plutón entreabrió los ojos para luego volver a cerrarlos. Lo más seguro era que en la noche Enoch peleara con el gato por haberle dejado pelos en su lugar.
Paso al lado del espejo. Se detuvo frente a este. El camisón con el que dormía estaba un poco torcido. Se lo acomodo para luego salir de la habitación con un suéter de Enoch puesto. Le quedaba muy grande. Hacía un poco de frío. Camino por el pasillo que daba a la cocina. Enoch se encontraba ahí con un sartén frente a el. La mesa de madera estaba llena de harina. Sostenía un tazón en la mano. Tenía el ceño fruncido. Maldecía en voz baja. Olive camino lentamente a donde estaba. Rodeo su torso con sus manos. Enoch se volvió sobresaltado. Olive le sonrió.
-¿Qué haces?-Pregunto Olive curiosamente. Enoch dejo el tazón en la barra y se volvió a ella. La agarro de la cintura.
-Trato de cocinar para ti.-Respondió con una sonrisa. La borro para sustituirla por una mueca.-Pero el sartén no calienta y la mezcla para hacer hot cakes esta desabrida.
-No a de calentar el sartén porque esta apagada la estufa.-Dijo Olive examinando la estufa. Enoch gruñó.-Yo creo que a la mezcla le falto algo. O es que esta muy dulce para tu paladar y por eso la pruebas desabrida.
-No sirvo para esto Olive.-Dijo resignadamente Enoch. Olive enarcó una ceja. Paso los brazos por sus anchos hombros.
-Y ¿Cuál es el motivo por el que el doctor Enoch Ambrose O’Connor se humilla en la cocina?-Pregunto Olive sonriendo. Enoch abrió los ojos como platos.
-¿Acaso no sabes a cuanto estamos hoy?-Olive lo miro confundida. Negó con la cabeza.-Estamos a 8 de enero. ¡Es tu cumpleaños!
-Oh. Lo olvidé.-Olive tenía tanto trabajo de la escuela que había olvidado por completo su cumpleaños. Enoch rodó los ojos.
-Por ese motivo estoy cocinando. Porque es tu cumpleaños.-Olive sonrió.-Se me olvidaba felicitarte.
Enoch la rodeo con sus brazos fuertemente. Olive recargo su cara en su pecho. Enoch aflojo su agarre y acerco su rostro al de ella.
-Feliz cumpleaños Olive.-Susurro. Olive sonrió. Enoch se inclinó y la beso. Olive le devolvió el beso. Un maullido interrumpió el beso. Olive despegó los labios de los de Enoch y miro abajo. Plutón estaba sentado en el suelo de madera, mirándolos con la cabeza ladeada. Enoch estiro el pie y le dio un empujón al gato. Plutón se levanto y le siseó a Enoch antes de salir de la cocina molesto. Olive se rio.
-Plutón te odia.-Dijo Olive riéndose. Enoch enarco una ceja.
-¿Apoco?-Respondió sarcásticamente. Olive rodo los ojos. Se estiro y lo volvió a besar. Enoch deslizo las manos por su cintura. Olive enrosco los dedos en su cabello. Estuvieron así por unos segundos hasta que Enoch se despegó. Olive lo miró desaprobatoriamente.-Tengo que hacer el intento de preparar el desayuno. Luego podemos seguirle.
-Bien. A ver pásame el tazón con la mezcla.-Pidió Olive. Enoch la soltó y fue por el tazón. Se lo dio. Olive tomó una cuchara del traste donde las ponían y lo metió en la mezcla. Probo la mezcla. No le hacía falta nada. Estaba bien para su gusto. Ella asintió.
-No le falta nada Enoch. Esta bien.-Le devolvió el tazón a Enoch. Lo puso sobre la barra. Olive se sentó en una de las sillas de madera frente a la mesa del comedor mientras Enoch prendía la estufa. El día anterior habían dejado libros sobre la mesa del comedor. Seguían ahí. Plutón volvió a la cocina. Se trepo a la silla continua a la de Olive. Olive le hizo un gesto al gato.-Ven aquí precioso.
El gato salto a su regazo. Comenzó a ronronear. Enoch puso el sartén en la estufa. Espero a que calentara. Era raro ver a Enoch cocinar, normalmente era ella la que se encargaba de eso porque Enoch era muy impaciente con la cocina. La miro enarcando una ceja.
-Ese gato es mu convenenciero.-Olive miro molesta a Enoch. Enoch se movió a la gaveta de la cocina. Saco una bolsa con las croquetas del gato.-Mira y lo veras.
Enoch buscó el plato de Plutón que se encontraba en un rincón de la cocina. Lo lleno con las pequeñas croquetas con forma de bolitas y lo llevó a donde estaban. Lo puso en el suelo. Plutón levanto la mirada de su regazo olisqueando el aire. Dio un salto y bajo a ver el plato en el suelo. Miro a Enoch y le siseo antes de comenzar a comer. Enoch extendió los brazos dándole a entender que tenía la razón. Olive rodo los ojos. Enoch se la pasaba peleando con Plutón todos los días desde que amanecía, así que ese argumento ya era costumbre.
-Creo que Plutón tiene sus razones para odiarte.-Respondió Olive. Enoch negó con la cabeza. Guardo las croquetas nuevamente en la alacena. Volvió frente a la estufa. Olive abrió uno de sus libros y se puso a leer. Era el viejo libro de aves. Le gustaba sentir su familiar olor. La reconfortaba. Enoch hecho la mezcla de los hot cakes en el sartén. Espero a que se cociera. No se había dado cuenta de que Enoch ya se había bañado. El cabello le caía húmedo sobre la frente. El olor a hot cakes pronto inundó la cocina. Olive llevaba diez minutos leyendo cuando Enoch terminó de hacer el desayuno. Olive cerró el libro y miro a Enoch. Bajaba la miel de la alacena. Le sonrió a Olive.
-Ya esta tu desayuno.-Puso frente a ella un plato lleno de hot cakes. Olive dejo a un lado el libro.-Ahora voy a buscar mi desayuno.
A Enoch no le gustaban los hot cakes, solo porque era su cumpleaños los preparaba si no ni se molestaría en hacerlo. Se dio la vuelta y buscó en el refrigerador. Olive tomo la miel. La destapó y la hecho sobre los hot cakes. Eran como cinco. Enoch se sentó frente a ella con un recipiente de plástico transparente. Eran las sobras de la cena de la noche anterior. Espaguetis rojos.
-Enoch ¿otra vez sobras?-El la miro con el ceño fruncido.
-¿Qué más voy a desayunar si no hay nada?-Rezongó. Olive movió la cabeza a los lados desaprobatoriamente para seguir comiendo. Ya estaba acostumbrada a la actitud de Enoch después de casi seis años de noviazgo.
-¿Ha llamado Miss Peregrine?-Preguntó Olive. Enoch negó con la cabeza.
-No. No ha llamado, ha de estar ocupada con nuestros hermanos.-Olive asintió y le dio un mordisco al hot cake. Enoch dejo a un lado la cuchara.-¿Qué tal me quedaron?
-Deliciosos.-Respondió Olive con una sonrisa. Enoch se la devolvió.
-Creo que voy a volver a repensar lo de ser doctor para volverme cocinero.-Olive se rio. Enoch hizo lo mismo.
-Ya te imagino quemando toda la cocina.-Dijo Olive riéndose. Enoch cruzó los brazos sobre su pecho.
-¿Yo?-Se señaló a el mismo con su dedo. Olive sonrió para luego seguir comiendo.-Por cierto ese es mi suéter.
-Si. Lo se.-Dijo Olive terminando el ultimo hot cake de su plato. Se levanto y lo llevo al fregadero. Abrió la llave y lavo su plato. Oyó la silla de Enoch deslizarse por el suelo. Talló su plato con la esponja. Enoch la rodeo por detrás y le planto un beso en la mejilla. Recargo la barbilla en su cabeza.
-No deberías estar haciendo eso en tu cumpleaños aceituna.-Le susurró al oído. Olive se ladeo un poco. Le sonrió.
-Esta bien. Iré a bañarme en lo que lavas los trastes.-Olive soltó la esponja y cerro la llave del agua. Enoch la seguía abrazando. Olive frunció el ceño.-Estas muy cariñoso hoy Enoch. ¿Qué hiciste?
-¿No te puedo demostrar el amor que te tengo?-La apretó más contra su cuerpo. Olive lo miro entrecerrando los ojos. Un día, hace un año Enoch había roto el despertador que Claire le dio de regalo y todo el día anduvo cariñoso con ella para encubrir lo del reloj aunque, ella lo descubrió en la noche.
-Si… pero me da miedo cuando lo haces mucho.-Musitó Olive.-Tengo sospechas de que planeas algo.
-Tal vez. O no.-Dijo contra su oído. Olive se dio la vuelta y lo encaró. Enoch se inclinó y le dio un beso rápido. Olive lo seguía mirando con los ojos entrecerrados.-Ya. No me mires así. Te dije que no se.
-Me voy a bañar.-Repitió Olive. Enoch la medio soltó. Olive le sonrió. Le tocó la mejilla suavemente. Se estiró y le dio un beso en los labios. Se separo de el. Enoch le sonreía.
-Ya te dejo porque temó que si seguimos ya no vamos a poder separarnos.-La soltó. Olive sonrió y camino para ir a la habitación. Plutón estaba echado en el sofá de la sala. Olive paso acariciándolo. Entró a la habitación. Justo cuando se dirigía a tender la cama, Enoch gritó desde la cocina:
-¡Yo la voy a tender!¡No hagas nada!-Olive resopló. Enoch se estaba tomando enserio lo de su cumpleaños. Saco ropa del armario. Un suéter de lana color azul marino y un pantalón de la misma tela solo que color gris. La dejo sobre la cama. Camino al baño. Cerro sin seguro. Enoch nunca le abriría la puerta. A los quince minutos salió del baño envuelta en una bata. La cama ya estaba tendida. Su ropa seguía ahí. Se vistió con el suéter y el pantalón para ir a la sala. Enoch se encontraba tirado en el sofá. Plutón estaba encima de el. Leía un libro con pasta azul. Olive los miro extrañada. Enoch casi nunca tocaba al gato más que para bajarlo de la cama o del sofá. Los dos parecían tranquilos, al parecer a Plutón ya se le había olvidado lo del viernes. Ese día, Enoch baño a Plutón en el lavabo del baño. El gato se enojo tanto que fue a orinar el lado de la cama en el que dormía Enoch. Olive tuvo que ser la mediadora de ambos para que no se asesinaran. Levanto la vista del libro. Lo cerro y se incorporo provocando que Plutón bufara. Olive se sentó a su lado. Enoch le pasó el brazo por la espalda. Plutón se cambio del regazo de Enoch al de ella. Olive acaricio el suave pelaje negro del gato. Olive miro a Enoch enarcando una ceja.
-¿Qué traman Plutón y tu?-Preguntó Olive. Enoch esbozo una sonrisa torcida. 
-Nada.-Respondió. Olive lo conocía bastante bien como para saber que tramaba algo.-Plutón y yo no tramamos nada.

El resto del día se la pasaron recostados en el sofá viendo televisión y leyendo. Enoch se cansaba mucho en el hospital y aprovechaban todos los domingos para descansar bien. Ella no tenía tanto problema porque entraba en la mañana a trabajar y salía a las dos de la tarde. Enoch era otro caso, a veces entraba en la mañana, otras en la tarde e incluso en la noche. El turno en la noche era el más pesado porque lo ponían en el área de urgencias. Eran una infinidad de accidentados los que llegaban cada noche ahí. A veces, la pasaba a traer del trabajo. Sus compañeras y compañeros no se creían que tuviera novia. Todo se debía a que en el hospital era muy serio. Solo hablaba con Henry, su compañero de área.
En esos momentos veían una película en la televisión. Enoch había hecho palomitas de maíz para que comieran mientras veían la película. Plutón estaba en el sillón frente a ellos dormido. Olive lo cubrió con su manta azul cielo con dibujos de borregos blancos. La manta subía y bajaba acompasadamente en cada respiración del gato. Olive recargó la cabeza en el pecho de Enoch, el la rodeo con su brazo libre. En su regazo tenía el tazón de las palomitas de maíz. La tarde había estado inusualmente callada como para ser el día de su cumpleaños. Enoch ya no le dio tanta importancia, solo se sentó a su lado. Tal vez se debía a que Olive le dijo en diciembre del año pasado que cuando fuera su cumpleaños no quería ningún regalo porque ya tenía a Plutón, que era el doble de mejor que otras cosas.
La luz de la televisión hacía que los ojos de Enoch se vieran con sombras. La luz la tenían apagada. Debían de ser como las siete de la tarde. Inexplicablemente, podía oír el corazón de Enoch latir aceleradamente. Lo sentía tenso a su lado. Olive lo miro.
-Enoch ¿te sucede algo?-Preguntó Olive un poco preocupada. Enoch bajo su mirada. Negó con la cabeza.
-No. Pero ¿Qué hora es?-Respondió con otra pregunta. Olive miro el reloj de la pared. Faltaban diez para las siete.
-Faltan diez para las siete.-Enoch abrió los ojos como platos. Quitó el brazo que tenía pasado por su espalda y se levanto rápidamente. En ese movimiento, el tazón de las palomitas cayó al suelo. Enoch hizo una mueca.
-Maldición.-Exclamo. Olive frunció el ceño. Enoch se dio la vuelta y la miro.-Se me paso el tiempo. Vamos Olive, abrígate. Vamos a salir.
-¿A dónde?-Enoch le sonrió.
-A un lugar.-Olive se levanto y rodeo las palomitas para dirigirse a la habitación. Agarro el abrigo gris del perchero de madera y se lo puso. Por lo demás estaba bien. Tomo el celular de debajo de la almohada. Se le había olvidado sacarlo en la mañana. No tenía mensajes. Salió de la habitación. Enoch peleaba con Plutón porque se estaba comiendo las palomitas del suelo. Ya tenía su abrigo puesto.
-¡Plutón! ¡No lo hagas!-Alzó a Plutón y lo puso en el sofá. El gato se volvió a bajar y siguio comiendo. Enoch soltó un suspiro de frustración.-Bien. Si sigues comiendo te vas a morir. Por mi esta bien.
Plutón pareció entenderlo porque se subió al sofá dejando de prestarles atención a las palomitas. Enoch las terminó de recoger. Las tiro a la basura. Olive lo esperaba recargada de la puerta.
-Ya estoy lista.-Dijo Olive. Enoch asintió y agarro las llaves del auto y de la casa. Salieron de la casa. Olive le mando a Plutón un beso.-Pórtate bien Plutón…
-Si no te portas bien dormirás en la calle.-Interrumpió Enoch amenazando a Plutón. Olive miro enojada a Enoch mientras cerraba la puerta.
-Deberías tratar mejor a Plutón.-Dijo Olive. Enoch solo se encogió de hombros.
-Lo trato bien. Le doy de comer y lo tolero cuando se sube en nuestra cama.-Avanzaron por el pasillo. Enoch parecía nervioso. Salieron del edificio. El cielo ya estaba oscuro. Una brisa helada movía las hojas de los árboles. El auto estaba estacionado enfrente del edificio. Enoch le abrió la puerta del copiloto. Era un gesto de cortesía que siempre tenía con ella. Olive entró y Enoch cerró la puerta. Se dio la vuelta para entrar al auto. En cuanto entro lo encendió. Olive se preguntaba a donde la iba a llevar.
-¿A dónde vamos Enoch?-Preguntó Olive. Enoch esbozo una sonrisa.
-Se paciente aceituna. Se paciente.-El resto del trayecto lo hicieron en silencio. Olive estaba muy confundida. Ese día no dejaba de ser raro. El auto se detuvo en frente de Hyde Park. Olive frunció el ceño.
-¿Hyde Park?-Enoch ignoró su pregunta y se bajo del auto. Dio la vuelta para abrirle la puerta a Olive. Le dio la mano para ayudarla a bajar. Cerro la puerta en cuanto bajo. Enoch la agarro de la mano. Caminaron en silencio por la banqueta hasta llegar a la entrada. Casi no había personas, la mayoría debían de estar resguardándose del frío de enero. El suelo tenía restos de nieve. Enoch la condujo hasta que se adentraron en el pasto. Se detuvieron en medio del pasto. Enoch la soltó y se puso frente a ella. Saco su celular y pulsó la pantalla varias veces. Una canción familiar comenzó a sonar por las bocinas del celular. Olive arqueó una ceja.
-¿Y eso?-Preguntó Olive. Enoch se sonrojo levemente.
-Esa es la primera canción que bailamos ¿no lo recuerdas?-Olive forzó su mente un poco. Después recordó el nombre de la canción.
-Silhouettes.-Dijo Olive esbozando una sonrisa. Fue la primera vez en la que se besaron. Como iba a olvidar ese momento.-Es la canción del primer baile que tuvimos. Y de nuestro primer beso.
-Tienes buena memoria después de todo.-Elogió el joven. Olive se mordió el labio para contener una sonrisa. Tenía un leve presentimiento de lo que era.-Sabes que no soy muy sentimental, pero trataré de hacer un buen intento.
Recuerdo que la primera vez que te vi me dejaste fascinado. Nunca había visto a una chica como tu en ningún lado. Se que las circunstancias en las que nos conocimos fueron inusuales, y que nunca cambiaría la decisión que tome. Tu me cambiaste en muchos ámbitos. Me hiciste mejor persona. El hecho de estar sin ti en mi mente no existe. Quiero estar contigo. No voy a decir que por siempre porque eso es muy cursi y yo no soy así. Me basta que estés conmigo viviendo el ahora, que es lo que importa. Ya es mucho rollo… iré directo al grano.
Olive se rio un poco con eso último. Su corazón comenzó a latir aceleradamente. Enoch saco una pequeña caja negra de un bolsillo de adentro de su abrigo. La abrió. Le agarró la mano. Era un anillo plateado con un pequeño diamante en medio. Olive por poco se desmaya. Enoch sonrió.
-Olive ¿quieres casarte conmigo?-Olive nunca creyó que Enoch le pediría matrimonio algún día. Olive se imaginaba que ella se lo terminaría pidiendo a el. Ella esbozó una sonrisa. Enoch la miro con angustia en sus ojos. Olive se quedo sin palabras.-Aceituna ¿estas bien?
-Si… si me quiero casar contigo Enoch.-Respondió Olive después de unos segundos. Enoch sonrió feliz ante su respuesta. El quito el anillo de la caja y se lo puso cuidadosamente en el dedo correcto. Olive no aguantó más y lo abrazo fuertemente. Estaba muy feliz. Estuvieron abrazados durante unos minutos, hasta que Enoch se movió. Quedaron viéndose de frente aún abrazados.
-Te amo.-Susurró Enoch. Olive sonrió. Por ahora era lo que les bastaba.
-Yo también te amo Enoch.-Te amo y nunca cambiaría eso...

Lo sé, lo sé, lo sé. Les prometí el one shot desde el sábado pero apenas pude terminarlo, ustedes saben la escuela a veces no lo permite. Espero que les haya gustado el one shot, es por el cumpleaños de Olive (de paso también por el de Lauren Mccrostie). Memories lost tardaré en actualizarlo un par de semanas (trabajos escolares y eso), pero les prometo que la actualización valdrá la pena. Ayer fue el día de la gente peculiar, muchas felicidades a todos. Bien creo que eso es todo. Muchas gracias por leer, no se olviden de dejar su comentario sobre que les pareció. Linda semana.

Itzel.

P. D. Este one shot lo seguiré para que no se queden con la intriga de la boda. No se cuando pero lo seguiré.

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