L L U V I A

177 28 12
                                    

Dicen que los días de lluvia son tristes, que pertenecen a momentos de melancolía y pesar, al drama y el dolor de las películas en blanco y negro. Protagonista de escenas de separación, de besos robados en forma de adiós, de lágrimas derramadas ocultas por las gotas de agua al caer.

Yixing observa la lluvia al otro de la ventana, que cae suave sobre la ciudad. Gota a gota empapa el suelo, limpia los cristales de los coches, repiquetea contra ventanas y la masa de paraguas que camina sobre dos piernas.

Abre la ventana y extiende un brazo. Gira la mano con la palma hacia arriba y deja que las gotas le mojen la piel. Una pequeña brisa se cuela en el interior del apartamento y hace bailar el flequillo de Yixing, que respira hondo y sonríe ante la sensación fría y húmeda en la mano.

-Te vas a enfriar, Xing -dice una voz a su lado. Unos brazos le rodean el pecho, un barbilla se clava en la curva entre el cuello y el hombro.

-Eres tú el que se resfría con un soplo de aire -replica, apoyando la cabeza contra la de su compañero.

Mete el brazo dentro, cierra la ventana y el ruido de la ciudad es ahogado al instante por la capa de cristal. Luhan, detrás de él, le deposita un pequeño beso detrás de la oreja.

Permanecen un rato asi, labios sellados, observando sin más la ciudad que, a pesar de la lluvia, sigue con su movimiento incesante de coches y personas, niños que corren con sus chubasqueros amarillos y taxis bicolor que rescatan a oficinistas de rostro cansado.

-Se me está helando el culo -comenta Luhan al cabo de unos minutos.

Yixing sonríe y se gira hacia él.

-¿Quieres que te lo caliente? -le pregunta mordiéndose el labio inferior.

-Mejor te lo caliento yo -le sigue el juego.

-En tus sueños.

-¡Eh! ¿Crees que no soy capaz?

Yixing ríe y le roba un beso a Luhan antes de cogerle la mano y tirar de ella en dirección al sofá, que se hunde bajo el peso de sus cuerpos. En él se siguen besando y enredan las piernas, los brazos, los dedos se cuelan en el pelo del otro con el sonido de la lluvia de fondo.

Dicen que los días de lluvia son tristes, pero para Yixing están llenos de buenos momentos. De tardes acurrucados en el sofá, viendo película tras película en plan maratón, una de miedo entre medias que hace que Luhan se encoja y se pegue a él con la palabra traidor escapando de entre los labios. De sesiones de guitarra, las notas bailando por toda la habitación, la voz de Luhan acompañando con una letra improvisada, armonía perfecta. De noches cocinando la receta secreta de su abuela con la que Yixing llora de lo que pica. De madrugadas en la que la lluvia le despierta y abraza al otro bajo las sábanas notando la calidez de su cuerpo, el latido constante y tranquilo de su corazón que le lleva de nuevo al mundo de los sueños.

Dicen que los días de lluvia son tristes, pero para Yixing están llenos de felicidad junto a la presencia de Luhan, al que besa con suavidad y desnuda con tranquilidad. Al que hace el amor con cada fibra de su ser. Al que no puede dejar de querer llueva, haga tormenta, o se desate el mismo Apocalipsis.

[layhan] 21 daysDonde viven las historias. Descúbrelo ahora