Llora

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Tu cabeza te está engañando, Zed. Tu cabeza te está engañando, Zed. Tu cabeza te está engañando, Zed. Ni siquiera se te ocurra pensarlo... Ella es tu clienta y no le debes dar más información personal tuya. Me digo a mi mismo.

No puedo dejar de pensar en lo que dije... Yo soy hielo y él fuego, pero ambos terminamos por ardor, ambos lastimamos, ambos somos iguales y... Diferentes. Cuando le pegué, Dios se sintió tan, pero tan, bien. Y no me da culpa ni lástima. 

Flashback

-Madre, te dejaré en tu casa.

-No... Me vendrá a recoger Marta, mi vecina. Tu mejor vuelve a trabajar.

-Tengo hasta las dos libre, yo pued...

- Entonces ve y consígueme una nuera ¿Eh?

-Se supone que tu dirías, 'espero que seas virgen, mi pequeño'- digo imitando una voz de anciana. Mamá se carcajea y yo la acompaño.

-O ve y sigue a Vladimir, ya sabes como se quita el enojo.

Fin Flashback

Apreto el volante entre mis manos. Recuerdo aquellas veces, esas tardes de sufrimiento y pavor. Donde Vladimir me maltrataba, unía cualquier escusa para pegarme, con la hebilla de su faja, con su propia mano. Ahora he quitado la mayoría de las cicatrices con medicamentos, cremas. Pero las cicatrices quedan en el corazón no en el cuerpo, las experiencias se guardan y las mías prefiero desecharlas.

Detengo el auto enfrente de la casa de los Rossendale, la familia de Madison novia de un amigo mío. Cuando se despide, arranco el auto y comienzo a conducir, esta vez apreto mucho el volante, de hecho me estoy lastimando las manos, pero no me importa, después de tener cicatrices tan grandes no me importaría una quemazón en la mano.

-Zed- ignoro su atención y apreto más el volante -Zed... Zed- repite pero sigo abstraído por aquella nube densa de dolor -Whitemood.

Esta vez freno el auto repentinamente, provocando un efecto látigo en nuestras cabezas.

-Al parecer no respondes por tu nombre, pero sí por tu apellido- reclama enojada.

-Es solo... Olvídalo- veo como se cruza de brazos y se hunde en su asiento por el rabillo del ojo.

-Sí claro, olvidar. Como si fuera posible... Sólo te quería decir que te estás lastimando y si sigues así, te puede doler.

Tranquila estoy acostumbrado. Pienso pero no lo digo.

-Oye, Zed, creo que es mejor que me quede en un hotel, yo... No quiero incomodar.

-No incomodas, Crystel. De verdad quiero que te quedes en mi apartamento.- oigo como traga saliva muy sonoramente y acto seguido, comienza a toser y toser como desquiciada. Ahora que lo pienso es sonó muy... -Perdón, creo que sonó muy acosador repulsivo ¿Cierto?- rio y ella me sigue, pero de forma débil -lo que quiero decir es que creo que es mejor que te quedes en mi apartamento por... - piensa Zed. Piensa -... Seguridad. Ya sabes, por Vladimir y eso... - afirmo.

-Oh, claro, ¿Ahora los abogados protegen a los clientes? Lo dejaste inconciente no creo que se acerque.

-Yo solo decía... Termino de trabajar a las cinco de la tarde, ahorita estoy libre por almuerzo.

-No puede ser... ¿Te quité la hora de almuerzo?- cuestiona preocupada.

-No, no. Con el desayuno que dejaste creo que me vasta hasta la cena.- le sonrío -Llegamos. Ten - Le extiendo las llaves del apartamento.

Un pasado con futuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora