Un pasado con futuro

Duda

Azoto con fuerza la puerta del departamento, camino a la cocina y abro el grifo, coloco mis manos como jarra para agarrar agua y echarla en mi cara. Remojo mi cara sofocado tratando de calmar y disipar la tensión que tiene mi cuerpo, para refrescar mi cabeza y actuar con calma. Si de mi parte hubiera sabido que ella iba a ir con la novia de mi amigo no hubiera aceptado, no porque no la quisiera ver, si no porque hubiera podido evitar tener una situación como la que acababa de suceder.

Pero un hubiera no arregla nada si solo es eso, un hubiera, un simple deseo de que una acción no suceda para evitar algo que provoque un consecuencia en un posible futuro, esa cita solo me hizo recordar la última vez que estuvo en este lugar, cuando supe lo que le había hecho ese hombre a ella y cuando cometí ese gran error como ella lo llamó. Y con toda la razón, ese simple roce fue un error, completo error.

Me dirigo a mi habitación para cambiar mi atuendo por uno más cómodo para dormir, me cambio por un chándal flojo y me quedo sin nada en mi pecho, es claro que estaré solo y podré dormir más cómodo ya que nadie verá mis marcas, me acuesto en mi cama después de apagar y cerrar todo el apartamento por seguridad.

Cubro mi cuerpo con el edredón para protegerme de las bajas temperaturas que aparecen en las noches, cierro los ojos más relajado y me obligo a cerrar mi mente.

Froto mis ojos frustrado, me dejo caer sobre la orilla de la cama y acuno mi cabeza entre mis manos jalando mis cortos cabellos entre mis dedos. Es imposible, no podía ser que una mujer como ella haya pasado por eso, no lo puedo imaginar. Ella se ve tan frágil, tan indefensa, pero valiente, una persona que busca fuerzas de donde no las tiene para poder salir adelante.

Sacar el valor para enfrentar a la bestia sabiendo lo peligroso que puede llegar a ser, y que desde hace tiempo esa bestia haya tomado lo más preciado para una mujer, su primera vez. Pero es posible que ella no tenga... No, tiene que ser imposible, se ve muy bien, demasiado...

Abro los ojos antes de seguir con ese recuerdo, estiro mi cara irritado por recordar lo que pasó después de la comida que había preparado ella para mí. Me levanto de la cama de mala gana y me encamino al baño de la habitación sin prender ninguna luz para mojar mi cara, me mojo el rostro esperando no pensar en ella, inconscientemente llega un recuerdo de su cuerpo a la lejanía mía con la ropa que le había prestado; echo mi cabeza para atrás. No me basta, eso no me refresca solo hace que la recuerde más y eso no es bueno.

Quito mi poca ropa y me meto a la regadera, no me importa el frío de la noche ni lo oscuro que se encuentra. Abro la llave y dejo que el agua fría haga contacto con mi piel y músculos tensos, adentro mi cabeza al agua de la regadera y cierro mis ojos con intención de relajar mi mente primeramente.

-Regreso dentro de...

Me callo cuando, al darme la vuelta, Crystel me abraza, abraza mi torso y me apreta cual peluche fuera.

-Gracias- está sollozando. No, no, no. ¿Porqué llora? ¿Qué no ha entendido de que no sé qué hacer cuando una mujer llora?

Empuño mis manos y marco mi mandíbula.

...termino por abrazarla igual, aspirando su aroma... Hundiendo mi cabeza en su cabello, chocolate...
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Simplemente era una buena vista lo que tenía. Y ella tenía una delicadeza que solo la hacía más atraíble, tentable, una vista que fácilmente podría ser codiciada.

Golpeo con fuerza la pared de la regadera lastimando mis nudillos, cierro la llave de la regadera cuando ya me siento listo para salir, envuelvo una toalla alrededor de mi cadera y abro la puerta corrediza para dirigirme a mi habitación a oscuras, me detengo al lado de la cama al escuchar débilmente tocar la puerta del departamento. Me quedo extrañado que alguien toque mi puerta a estas horas, salgo y camino a abrir sin darme tiempo de cambiarme, ya que, han tocado con mucha urgencia, abro con cuidado hasta quedar frente a la persona que ha tocado.

-Necesito... oh, lo siento- se disculpa tiñendo su rostro de rosado.