03. He's Real

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more bad than good.


Normalmente los coyotes buscan un lugar donde pudieran vivir de manera permanente para obtener pareja y, con el tiempo, camadas. Como cualquier otra especie de este estilo, se guían por el olfato; lo que nos daría a entender que si hubiera otro aroma en su guarida cambiarían de sitio. Entonces, era obvio que desde que Scott entró lo mas probable era que Malia ya no volvería ahí.

—Chicos, creo que deberíamos irnos... —dijo Lydia razonando el hecho de que la coyote iría a su cueva.
—En realidad, no. No deberíamos. No cuando estamos así —dijo Stiles juntando sus dedos indice y pulgar— de encontrar a Malia.
—Aquí hay una blusa —dijo el moreno, saliendo de la cueva con la prenda en la mano. Era pequeña y de color rosa con estampados de colores.
—Bien, vámonos.
—Espera, aún no sabemos si es de ella. Anda, cachorro. Haz lo tuyo —dijo Stiles dando una sonora palmada en la espalda de su mejor amigo.

Él frunció el ceño, no conocía el aroma de Malia ¿cómo se suponía que sabría si realmente era de ella? y ese era un problema que el chico Stilinski podía solucionar... muy a su estilo. Lydia sostuvo más fuerte la muñeca dentro de su bolsa de diseñador cuando los chicos anunciaron su nuevo plan: "Entrar en la casa Tate".

Scott revolvió la ropa dentro del armario buscando algo que pudiera ser de la niña.

—Oye, no es por apresurarte pero si pudieras encontrar algo ya, no estaría mal. Aunque, como sabes, papá podría distraerlo todo el día —dijo sarcásticamente Stiles, viéndolo desde la puerta.

El alfa asintió y metió la mano en el fondo del armario encontrándose con una chamarra de invierno con la palabra "Malia" escrita en la espalda. Tiró de ella sacándola del mueble y corrió hacia la puerta trasera con Stiles detrás de él.

«—Se han registrado coyotes en el bosque... —escuchó la voz del sheriff

Detuvo su paso inmediatamente haciendo que Stiles se golpeara contra su espalda.

«—Pondré trampas para osos en todo el bosque si es necesario. Mi hija... —habló esta vez la voz del señor Tate.»

Lo siguiente que escuchó sólo fue como Noah le negaba la posibilidad de hacer eso al ser el bosque un espacio público, y como replicaba el padre de Malia. Scott dirigió su vista a Stiles preocupado, tendrían que sacar a la chica del bosque cuanto antes.

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Lydia observó una vez más la investigación que le había dado Kira a Scott sobre la fotocopiadora. Esa chica seguía sin convencerla mucho, y ni hablar de como le sentaba su presencia a Allison.

—¿Cuántas hojas faltan? —preguntó ésta última viendo cansada hacia el aparato.
—Sólo tres hojas más —respondió la pelirroja.

Le dio la vuelta a la página mientras intentaba distraerse de lo aburrida que era repetir esa acción, dieciséis veces exactas, mirando a su alrededor en la biblioteca. Todo estaba en silencio, algunos alumnos estaban haciendo tareas en los escritorios, otros buscaban entre los libros de los estantes, y los que sobraban, como la pareja de la esquina, se dedicaban a besuquearse mientras la bibliotecaria no los veía. Toda esa tranquilidad se vio desconectada ante el grito que había soltado Kira mientras entraba corriendo precipitadamente abriendo ambas puertas del lugar. Ella sostuvo la mochila de Lydia frente a su pecho, en un vago intento de protegerse del coyote gris que entró después de ella, mirándola fijamente.
Su mochila, Lydia había olvidado que se la había encargado hace unos minutos.
Todos estaban inmóviles en sus lugares, bueno, no había un manual que dijera qué se tenía que hacer en caso de que un animal salvaje entrara a la escuela ¿verdad?
Por un instante, Lydia pudo notar como los ojos del animal brillaron de un tono azul metálico. Era ella.
Malia se acercó unos pasos más hacia Kira provocando que ésta soltara un grito de miedo mientras le lanzaba la mochila de su compañera y corría a esconderse detrás de un librero.
El coyote olfateó dentro de la mochila hasta que su hocico tocó la pequeña muñeca que había estado en el auto por ocho años. La tomó entre sus colmillos y corrió fuera de la escuela.
Lydia dejó salir todo el aire que, hasta ahora, no había notado que estaba conteniendo. La conmoción entre los alumnos era palpable.
La pelirroja suspiró tomando su mochila del suelo y dirigiéndole una mirada reprobatoria a la pretendiente de Scott. Fue directo junto a su mejor amiga y siguió sacando copias de la investigación sobre "el bardo". Tenía que apresurarse para poder acompañar a sus amigos más tarde al nuevo loft de Derek Hale a verse con los gemelos.
Ella no se sentía cómoda con eso, no desde que le había dejado en claro a Aiden que ella no lo quería como una pareja seria y que ya no volvería a estar con él, mas el hecho de que habían separado la manada de alfas. Pero tenía que ir, por sus amigos; Ese día temprano habían planeado ir por la tarde para que Scott controlara nuevamente su transformación, lo cual ya no lograba hacer desde su cambio de beta a alfa verdadero, y que necesitaban para traer a Malia de vuelta.
Frunció los labios y le dio vuelta a la página.

it happens in a flash,                    BARRYDIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora