Capítulo ocho

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El tiempo pasaba demasiado rápido, hacía dos meses Sehun ni siquiera sabía que tenía un hijo, y ahora se encontraba yendo a buscarlo al jardín de niños, Luhan lo había llamado diciéndole que se había presentado un problema en el trabajo y le preguntó si podía pasar a buscar a Min, ya que Nana salía tarde de la universidad ese día. Sehun le contestó que no tenía de que preocuparse, él pasaría con Min y se quedaría con él hasta que Nana saliera de la universidad ya que ésta estaba tomando una clase extra de quién sabe qué.

Desde que Sehun conoció formalmente a Min trataba de pasar el mayor tiempo posible con él, por eso aprovechaba cuando Luhan le pedía que fuera a recogerlo a la escuela o cuando Luhan le permitía pasar tiempo con su hijo entre semana.

Detuvo su automóvil frente a la entrada del jardín de niños, caminó hacia la entrada y no pudo evitar notar las miradas que algunas madres le daban, ¿era tan raro ver a un padre ir a buscar a su hijo? Al llegar a la entrada le dio su nombre a la maestra que se encontraba allí, Luhan había puesto su nombre en la lista de las personas que podían recoger a Min, para que así no tuviera ningún problema en el futuro ya que el jardín de niños era bastante estricto, y no dejaba que cualquiera pudiera recoger a los niños.

La maestra le pidió que esperara un momento y entró al edificio en busca del niño. Las madres continuaban viendo a Sehun haciendo que éste comenzara a ponerse algo incómodo, por suerte la maestra no tardó demasiado y a los pocos minutos regresó con el pequeño Min agarrado de su mano.

Min sonrió y corrió hacia Sehun apenas lo vio, el niño apenas y pudo esperar a que la maestra abriera la reja que había en la entrada para tirarse sobre los brazos de su papi Hun y Sehun le devolvió el abrazo automáticamente.

— ¡Papi Hun! ¡Papi Hun! —gritó emocionado Min.

— Hola Min ¿te portaste bien hoy?

— ¡Sí! ¡Hice un dibujo de mi familia! —el niño se separó de Sehun y sacó una hoja de su pequeña mochila—. ¡Es mi familia! —Min le extendió el dibujo y Sehun lo agarró.

En el dibujo se podían observar a cuatro personas, por lo que Sehun pudo interpretar, en el dibujo Luhan y él se encontraban agarrando la mano de Min, y a su lado se encontraba Nana o al menos eso pensó, Min no era muy bueno dibujando.

—Es un dibujo muy bonito.

— ¡Es para papi Hun! —sonrió.

Sehun le devolvió la sonrisa ¿cómo hacía Min para ser tan lindo? Ahora que lo pensaba, no tenía ninguna foto con Min y Luhan, sí, tenía varias fotos con su hijo porque siempre se las estaban tomando, pero no tenía ninguna de ellos tres juntos, como una familia.

Tendría que hacer algo al respecto.

— Papi Hun —lo llamó su hijo sacándolo de sus pensamientos—. ¿Podemos comer helado? ¿Por favor?

—Podemos comer helado —tomó a Min de la mano—. Pero no le digas nada a Papi Lu, será un secreto entre nosotros dos, ¿está bien?

Min asintió efusivamente, todavía era temprano así que Sehun pensó que no sería una mala idea que su hijo comiera un poco de helado, planeaba llevarlo al parque para que jugara un rato así que ahí podían comprar el helado.

Caminó con Min de vuelta a su automóvil y lo acomodó en su silla para niños –Min insistía que ya era un niño grande pero Sehun no quería correr ningún riesgo- ajustó su cinturón de seguridad y le dio un beso en la mejilla antes de cerrar la puerta. Se subió al automóvil y condujo hacia el pequeño parque que había cerca del departamento de Luhan, tardaron alrededor de veinte minutos en llegar, el jardín de niños no estaba tan lejos del departamento pero el tráfico a esa hora del día era un caos.

Love is not enoughDonde viven las historias. Descúbrelo ahora