Love is not enough

Capítulo veintiuno

Fue hasta que Sehun salió del departamento cuando Luhan dejó salir sus lágrimas, sentía como si alguien estuviera presionando su corazón y de pronto respirar no era tan fácil.

No podía creer que SeHun lo había engañando de nuevo, pensó que las cosas estaban bien entre ellos pero al parecer se equivocó.

Lo peor de todo era que Sehun lo engañó el día que le pidió ser su novio, lo que significaba que llevaba meses guardándole el secreto.

¿Qué otras cosas le había ocultado?

Luhan caminó hacia el sofá y de dejó caer sobre éste, cubrió su rostro con sus manos y siguió llorando casi en silencio.

Dolía demasiado.

Si SeHun de verdad no lo hubiera engañado le hubiera dicho la verdad desde antes, el mismo día que descubrió lo que había pasado.

Se quedó en esa posición, llorando en silencio  mientras se torturaba a sí mismo diciéndose que ya sabía que SeHun lo iba a engañar de nuevo y repitiéndose lo estúpido que era por confiar en él de nuevo.

No supo cuánto tiempo pasó, solo reaccionó cuando la puerta de la entrada se abrió y escucho a Nana y a Min entrar al departamento.

—¿Dónde está Papi Hun? —preguntó Min al aire mientras entraba al departamento—Papi Lu, ¿Dónde está Papi Hun.

Luhan se limpió las lágrimas con el dorso de la mano e intentó sonreír. - Papi Hun tuvo que irse, cariño.

—Pero, pero ¡Yo quería que Papi Hun jugara conmigo! —hizo un puchero.

Luhan no quería seguir con esa conversación, amaba a su hijo pero no quería intentar explicarle al niño el por qué SeHun se había ido antes, así que decidió ser un cobarde y pedirle ayuda a Nana, volteó a ver a la chica y luego a Min intentando pedirle que lo ayude.

Nana era inteligente, captó la indirecta de Luhan inmediatamente. —Min ¿por qué no llenamos la bañera y te doy un baño? Tienes tierra del parque hasta en tus oídos.

—¿Nana puede bañarse conmigo? -le preguntó el niño — ¿Por favor? -Nana sonrió

— Sólo por esta vez, ve a buscar tu ropa y en un momento te alcanzo.

Min asintió y prácticamente corrió hacia la habitación a buscar su ropa, Nana aprovechó que el niño se fue y se sentó en el sofá junto a Luhan.

— Min se fue así que puedes decirme que pasó —habló Nana— Tal vez el niño no se haya dado cuenta pero yo sé que has estado llorando, ¿qué pasó Luhan? ¿Te peleaste con SeHun?

Luhan no respondió de manera inmediata, no quería hablar de SeHun, lo único que quería era ir a su habitación, meterse a su cama y dormir hasta el día siguiente. Pero sabía que Nana no iba a dejar que escapara tan fácilmente.

— Volvió a hacerlo —su voz fue casi un susurro— SeHun volvió a engañarme.

—¿Qué? — No podía creer lo que acaba de escuchar.

—Lo que escuchaste, volvió a engañarme — desvío la mirada intentando no volver a llorar—Me engañó el día que le pedí que fuera mi novio.

Nana se quedó en silencio por unos segundos, iba a contestarle a Luhan pero éste comenzó a llorar de nuevo y se le rompió su corazón, no podía ver a Luhan llorar. El chico la había apoyado siempre y verlo de esa forma le dolía mucho.

— ¿Estás seguro que te engañó? —Tal vez era una pregunta estúpida, pero Nana había visto como Sehun era con su amigo y le costaba un poco creer que lo había engañado.