Capítulo veintitrés

4.5K 596 234
                                    

Luhan despertó con un horrible dolor de cabeza, no recordaba muy bien lo que había pasado la noche anterior, lo último que recordaba era haber ido a un bar y haberle pedido varios tragos al barman.

Parpadeó varias veces intentando acostumbrarse a la iluminación de la habitación, y se paralizó unos segundos al darse cuenta que esa no era su habitación.

Se sentó de golpe en la cama y maldijo, nunca había estado en esa habitación antes, no la conocía y el miedo inundó su cuerpo al darse cuenta que probablemente se había ido con algún extraño.

Pero lo que más le extrañó fue el hecho de que se encontraba completamente vestido.

Con ropa que no era la suya.

Pensó en levantarse en silencio y buscar su ropa para irse sin tener que encontrarse con el dueño del lugar, pero desechó esa idea cuando escuchó el ruido de alguien afuera de la habitación, al parecer tenía mala suerte y tendría que ver a la persona con la que había pasado la noche.

Respiró profundo y se levantó de la cama, buscó sus zapatos por la habitación pero no los encontró ni tampoco encontró su ropa, se dio por vencido y decidió salir como estaba.

Mientras más pronto hablara con el extraño más pronto podría irse a su departamento.

Caminó hacia la puerta y giró la perilla de ésta lentamente intentando no hacer ningún ruido, cuando la puerta estuvo abierta, caminó hacia la sala que había.

— Oh, por fin despertaste— Luhan se congeló donde estaba al oír esa voz—. No quise despertarte, preparé el desayuno.

— Sehun... — llevó una de sus manos hacia su boca al darse cuenta que significaba que estuviera en casa de su exnovio—. ¿Tú y yo...? — negó desesperadamente.

— No pasó nada entre nosotros dos— Sehun habló mientras salía de la cocina para dirigirse hacia donde Luhan se encontraba—. Así que no debes de preocuparte, me llamaron del bar donde estabas y fui a recogerte, pensé que llevarte a tu departamento con Nana no era una buena opción así que te traje aquí.

—Gracias... —Luhan desvió la mirada, se sentía algo avergonzado por haber molestado a Sehun cuando seguía enojado con él—. ¿Puedes decirme donde está mi ropa? —Sehun enarcó una ceja.

— No.

— ¿Perdón? Creo que te escuché mal. — Sehun negó.

— No me has escuchado mal, necesitamos hablar, Luhan.

— No quiero hablar contigo— contestó Luhan a la defensiva—. Tú y yo no tenemos nada de que hablar.

— Luhan...

— No. Agradezco que me hayas ayudado ayer, pero eso no significa que las cosas estén bien entre nosotros — Sehun caminó hacia él y Luhan retrocedió—. No te acerques — siseó.

— Sólo quiero hablar contigo — pidió Sehun casi rogándole —. Cinco minutos, sólo te pido cinco minutos, por favor. —Luhan lo miró fijamente por varios segundos, y Sehun pensó que eso era algo bueno, al menos no le había dicho "no" de manera inmediata.

— Habla — contestó Luhan cortantemente mientras cruzaba sus brazos—. Tienes cinco minutos y quédate donde estás.

— Sé que fui un idiota por no haberte dicho nada antes— comenzó a hablar sin dejar de mirar a Luhan—. Pero tenía miedo de que exactamente esto pasara, tenía miedo de que no me creyeras y que nuestra relación se arruinara— Hizo una pequeña pausa y al ver que el contrario no dijo nada siguió hablando—. Te juro que no me acosté con esa chica, no lo hice porque te amo, Luhan. Te amo y nunca te engañaría, además de que ese día cuando desperté estaba solo en la habitación, si hubiera estado con alguien la chica no se hubiera ido.

Love is not enoughDonde viven las historias. Descúbrelo ahora