Capítulo doce

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Sehun casi gritó de emoción al escuchar la respuesta de Luhan, casi, pero se abstuvo de hacerlo para no quedar como un tonto frente a su exnovio.

Trató de esconder su emoción y de no sonreír como un idiota mientras se ponía de acuerdo con Luhan sobre lo que harían al día siguiente. Porque sabían que tener una cita entre semana era prácticamente imposible para los dos, hacer coincidir sus horarios era demasiado difícil, por lo que decidieron "sacrificar" uno de los días de Sehun con Min para poder tener su cita.

Así que Sehun dejó el departamento de Luhan con una enorme sonrisa en el rostro, y con su mente llena de ideas para su cita.

Tenía que ser una cita perfecta.

Porque si a Luhan le gustaba la cita tal vez aceptara volver a salir con él.

Dios, sonaba como un chico que iba a su primera cita.

Esa noche intentó dormir temprano pero le costó un poco de trabajo, tal vez eran los nervios por la cita del día siguiente, o tal vez era porque no podía dejar de imaginarse diferentes escenarios junto a Luhan en su cabeza.

Había pensado en ir al cine pero descartó esa idea casi de inmediato, porque ir al cine significaba estar cerca de dos horas en completo silencio, al menos que fueran a ver una película de terror pero sabía que Luhan no aceptaría, él odiaba las películas de terror.

Su segunda opción -y la que más le gustaba- era ir a lotte world, el parque de atracciones era uno de los lugares favoritos de Luhan y estaba seguro de que éste no había ido al lugar en mucho tiempo, la idea de llevar a Min pasó por su mente pero podían ir otro día con su hijo, porque su cita se trataba de sólo ellos dos.

Con esa ida en mente se fue a dormir, esperando que así las horas pasaran más rápido, porque no podía esperar a que el día siguiente llegara.



Aunque le costaba admitirlo, Luhan se encontraba nervioso por su cita con Sehun.

Habían pasado más de cuatro años desde la última cita que tuvieron juntos y honestamente Luhan no recordaba muy bien los detalles de esa cita, lo único que recordaba es que habían ido a un restaurante y que la comida había sido demasiado mala, también recordaba que Sehun compró una rosa a una señora de la calle y se la dio diciéndole que él era más bonito pero que no debía de opacar a la rosa.

Luhan negó, eso había quedado en el pasado.

Sí, tendría una cita con Sehun pero trataría que fuera como cualquier otra cita, como si no estuviera saliendo con su exnovio quien además también era el padre de su hijo.

No quería ilusionarse con Sehun, porque, tal vez aún guardaba sentimientos hacia su exnovio pero no quería ilusionarse tan pronto, no quería volver a confiar en Sehun y que éste volviera a lastimarlo como lo hizo cuatro años atrás.

Porque dicen que cuando una persona te ha engañado una vez, es muy probable que vuelva a hacerlo.

Exactamente a las nueve de la mañana le llegó un mensaje de Sehun diciendole que se encontraba en la puerta, le había pedido que no tocara el timbre para no despertar a Min, amaba a su hijo pero sabía que si el niño veía a su papi Hun iba a querer ir con ellos y ese día se trataba de ellos dos.

Acomodó el cuello de su suéter y fue a abrir la puerta, sorprendiéndose un poco al encontrar a Sehun sosteniendo un ramo de rosas blancas.

Las rosas blancas eran las flores favoritas de Luhan.

— Espero que te gusten las rosas — le dijo Sehun mientras extendía el ramo de flores hacia él—. Sé que son tus favoritas.

— Gracias — le devolvió la sonrisa—. Te invitaría a pasar pero Nana y Min siguen durmiendo, y no quiero despertarlos.

Love is not enoughDonde viven las historias. Descúbrelo ahora