❤ Catorce ❤

77 8 0
                                    

Él alzó la cabeza para mirar directamente hacia mis ojos grises. Esa expresión en su rostro era tan gélida que casi sentí escalofríos que rozaban mi piel como si fuese un abrasador viento helado.

Tuve miedo.

Pánico a que me rechazara. Pero ésta vez estaba decidida a hablar con él le gustara o no. Lo sé, era un capricho mío. Pero no podía experimentar qué sabores candentes y exquisitos tendría esa noche si no lo intentaba.

- No tengo ganas de bailar ninguna pieza, gracias - fue eso lo que secamente me respondió. Aunque eso me afectó un poco, mi semblante de dulzura no cambió.

Amplié más mi sonrisa como la del mismo gato de Cheshire. Creo que si me hubiera visto al espejo a mí misma en ese momento, me hubiera desmayado de la risa.

-¿A qué le temes? - le pregunté casi sin titubear - Sólo es una pieza, no algo que te vaya a quitar los pies ¿Verdad?

Obviamente mi broma le había disgustado. Por un momento creí que me iba a mandar al diablo, me asusté, pero no sucedió eso. Vaciló por algunos escasos segundos y finalmente... accedió.

- De acuerdo, pero sólo ésta pieza ¿Vale?

¿Sería la canción que estaba sonando lo que lo animó?

- ¡No estaría nada mejor! Yo soy Kaede, Minami Kaede. ¡Encantada de conocerte! - exclamé con tanto entusiasmo mientras le tendía mi mano. Y al vacilar de nuevo un poco, me la estrechó.

- Trafalgar D. Law. Aunque creo que ya me conoces.

- Definitivamente - afirmé con una gran sonrisa.

Torao no le ponía tantas ganas cuando bailó conmigo, como eso me desanimó un poco, no di todo el 100%. Seguramente quería acabar ya con ésto para que yo lo dejara en paz y él se largara a estar solo de nuevo.

Pero yo no iba a permitirlo, de alguna forma pude presentir que Law era un buen bailarín. Quizá era una magia conectada a través del baile, quizás cuando tienes tanta práctica; reconoces el talento de alguien aunque no le esté echando tantas ganas. Pude presentir que él era de aquellas personas que comparten tu amor por ello. Pero esa vez él estaba tan distante, que quise cambiar eso.

Sacar a lucir sus mejores pasos.

- ¿Tienes miedo a que yo te devore? - me arriesgué recurriendo de nuevo a una broma. Aunque seguía un poco asustada, me sorprendí cuando me mostró una media sonrisa. Quizá sin ganas, pero me la había mostrado.

- Si estás con tantas ganas de bailar... - comenzó él con un tono traviesamente desafiante - ¿Por qué no compites conmigo a un duelo? Así veremos quién es el mejor bailarín de esta noche.

Oh vaya, pensé mientras sonreía maliciosamente. ¿Un duelo? Éste chico realmente me estaba encendiendo, ahora sí la cosa iba en serio. Íbamos a lucirnos, lo mejor que podamos para dejar boquiabierto al otro. Mientras más lo pensaba, una sonrisa maliciosa se dibujaba traviesamente sobre mi rostro.

Definitivamente ésta noche iba a ser muy divertida.

- Lo que tú digas, cariño.

Cuando la música cambió, fue el turno de Torao.

*///////////////////*

Era un Trafalgar Law completamente diferente. Nada que ver con el que había presenciado momentos atrás.

Era como un movimiento hipnótico el que mostraba con su cuerpo, con sus manos, con sus pies. Era como si estuviera dentro de la mismísima melodía. Él resplandecía como lo haría una estrella que está a punto de convertirse en una supernova. O un cometa a punto de caer a la tierra.

Era una estrella caída del cielo.

- Realmente bailas increíble - dije fascinada, anonadada, completamente estupefacta.

- No creo que puedas superarlo - me dijo con el mismo tono desafiante que antes.

Estaba prendida como una antorcha... no, no ¡Como una bola de fuego! de nuevo. Poder superarlo sería una sensación exquisita y una sublime delicia para mí. También un gran orgullo, no lo sé... Quizás no era tiempo para pensar.

¡Era tiempo de dar lo mejor de mí en la pista de baile!

- Te enseñaré cómo es bailar de verdad.

Yo también estaba sumergida en la propia música, probando sabores y oliendo nuevos aromas. Sé que normalmente le ponía mucho empeño cuando me movía cual pez en el agua. Pero esa vez era completamente diferente.

Yo me sentía diferente.

Y mejor que nunca.

Lo sabía, era movida por algo. Después de tanto tiempo, no sabía que este modo de bailar te hacía hervir la sangre así. Se te subía la adrenalina, las emociones y los sentimientos afloraban cual estación de primavera.

¿Cómo se describía a este sentimiento?

Cuando bailas por alguien más y no por subir tu propio ego, para tu propia satisfacción.

Lo tengo en la punta de la lengua...

Pero seguro que dentro de mí lo sabía muy bien.

Law también estaba completamente deslumbrado, como si hubiera visto todas las cosas desde otro punto de vista. Ambos amábamos el baile, mover nuestro cuerpo y probarlo todo sin importar lo que sucediera a nuestro alrededor.

Nos pertenecíamos el uno al otro, quizás ya estaba delirando e ilusionandome por lo que ambos habíamos presenciado en el otro.

Pero si compartíamos algo que nos hacía sentir más vivos y nos apasionaba tanto como la misma vida.
¿Por qué no ilusionarse una vez más?

- Oye Kaede... - habló mientras unas cuantas personas aplaudían a nuestro alrededor, no me detuve a ver quiénes eran, había cosas mucho más importantes que eso.

- Ahora sí sabes lo que es bailar de verdad ¿A que estoy en lo correcto? - seguía yo alegremente con mis bromas. Pero ésta vez me había soltado un poco y sonriendo con más entusiasmo.

- ¿Quieres que bailemos juntos la siguiente pieza?


❤¡Love and dance! ❤ [One piece fanfic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora