❤ Treinta y siete ❤

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Ayer había sido un hermoso día.

Radiante, brillante, el sinónimo de perfección estaba aplicado ahí. Con todos mis nakamas riendo, comiendo, bailando y sobre todo una parejita en especial que saltaba a la vista y no podía pasar desapercibida.

El interés de juntarla, me pareció algo maravilloso. Porque era novedoso, nada común en mi vida cotidiana; lejos de los infinitos problemas, algunas de mis inseguridades y sobre todo en general.

No era ordinario que el amor reinara en nuestra atmósfera, en el Sunny. Siendo los protagonistas dos seres completamente opuestos el uno al otro.

Pero atraídos por una misteriosa fuerza que ansiaba y luchaba por unirlos. Entrelazar las hebras de sus corazones para que fueran... como una sola alma.

Esa chispa de emoción la vi ayer cuando Robin y yo tratábamos de acaramelar el ambiente entre ellos, esperando con muchas ansias a que tuviera éxito. Además, algo me decía que Waltz Nro 2 había hecho su trabajo con magnífica excelencia.

O eso era lo que quería pensar. 

Porque aunque ayer era mi cumpleaños, la más afortunada había salido Kaede. Bailando y cantando con una gracia sublime que jamás había visto antes en la artista.

Sí, para mí Kaede es una gran artista.

Entonces me sentí muy feliz por ella. Por mi amiga, por mi compañera. Dichosa que mi vigésimo primer cumpleaños haya sido el escenario que brillara de algarabía, por la atmósfera que emanaba de entre ellos dos. Del amor verdadero que vivía en sus corazones sin que ellos se dieran cuenta y que lo notasen. 

Todo como un cuento de hadas.

Sus ojos centelleantes como si estuvieran sentados en una peña frente a la mangata que irradiaba la luz de la luna. Imaginaba verlos tomado de la mano y andando por la cubierta del Sunny y demostrando su afecto con pequeñas caricias y dulces besos. 

Y lo que no puede faltar, todos los demás apoyando su relación.

Eso que creía que Law era un tipo frío como los grandes icebergs o una piedra que no poseía sentimiento alguno.

¿Qué habría descubierto Kaede en él? me preguntaba.

Abrí lentamente mis ojos con pesadez y me levanté de la misma manera para abrir las cortinas. Vaya, sí que me había pasado de copas ayer; pero que podría esperarse. Era mi cumpleaños y podía hacer todo lo que yo quería.

Aunque ahora estaba arrepintiéndome por ello. Por los dolores de cabeza y las piernas entumecidas, un verdadero caos lo que te provocaba una cantidad excesiva de alcohol en tu interior. 

Cuando me asomé a la ventana para recibir un poco de aire fresco del exterior, pude sentir que el astro rey germinaba sus potentes rayos solares con todo su esplendor, haciendo que sintiera mucho calor. El cielo estaba despejado y las nubes cual algodón, no se hallaban a la vista tan fácilmente. Estaban disueltas y teñidas por la bóveda celeste, provocando que corriera un clima bastante bien. 

El mar se encontraba tranquilo, manso y tan turquesa que podría pasar fácilmente camuflado con el monocromático cielo, si no fuera por las pequeñas olas que llegaban a romperse y estrellarse contra el Sunny.

❤¡Love and dance! ❤ [One piece fanfic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora