❤ Veintidós ❤

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Torao me había cargado entre sus brazos y me estaba transportando a quién sabe dónde.

Como yo confiaba en él, dejé que me llevara y yo lentamente empecé a cerrar mis ojos para poder dormir. Mientras abrazaba con fuerza su cuello para que no me soltara.

Y así fue como me llevaba hacia dentro por el pasillo de las habitaciones. Veía su cara sonriente mientras me cargaba y eso me hizo muy feliz. Porque él estaba a gusto conmigo y entonces me emocionó saber que al despertarme, lo volvería a ver mañana por la mañana.

No estaba segura si es que realmente reconocería cual era mi habitación. Pero me encontraba tan cansada por éstas altas horas de la noche que en realidad ya me daba completamente igual. Total, si él me acostaba en un cuarto equivocado, el dueño de aquél me despertaría y me iría a mi habitación a descansar por fin.

Feliz, contenta y alegre.

Cómo siempre había querido.

*
No tenía idea de dónde se encontraba la habitación de Kaede, pero me sentía afortunado porque el pasillo de habitaciones estaba de éste lado.

" Eeney Meeney Miney Moe. " entré a un cuarto cualquiera. Adentro no había ningún indicio para saber de quién mugiwara pudiera pertenecer así que la acosté ahí mismo.

Estaba profundamente dormida.

Se veía increíblemente hermosa cuando dormía, que ésta vez sí tuve ganas de besarla. Aunque me sonrojé por la idea, al final me acerqué involuntariamente hacia su angelical rostro.

Acaricé su mejilla durante largo rato, luego pasé mis dedos por sus labios,  por su cuello. Pero no quería llegar más allá, no sería lo correcto.

Entonces sin pensarlo y resistirlo más, la besé. Mis labios rozaron con los suyos de manera suave al principio, pero con pasión después.

Ella me había sentido y rodeó mi cuello con sus brazos aferrándose a mí. Definitivamente no quería que me fuera, pero no podíamos estar mucho tiempo así. Alguien nos vería y quizá tendríamos problemas, sobre todo si se trataba de aquel cejas de remolino.

Kaede también me besaba como si nunca lo hubiese hecho antes, su rostro comenzó a arder y su cuerpo a moverse.

La estaba excitando.

- L-Law.. Ah... - balbuceaba ella como si estuviese a punto de llegar a un orgasmo.

No, no podía permitir que aquello pasara.

- Vendré mañana Kaede - le dije mientras tomaba una manta para cubrirla.

- N-No Law, no te vayas...

- Te prometo que vendré mañana - dije con una voz dulce y ella sonrió terminando dormida como un pequeño gato.

Sonreí yo también y salí afuera para decirle a mi tripulación que ya nos íbamos. La mayoría se había ido a dormir y las personas que buscaba ya estaban en el submarino.

Robin y Zoro eran los únicos que se encontraban charlando a éstas altas horas de la noche. Luffy aún se encontraba dormido desde esa vez que lo había visto.

Vaya, ese chico...

- ¿Cómo está Kaede? - preguntó el peliverde muy serio. Como si estuviera a punto de asesinarme con la mirada si es que no le respondía o tardaba en responder.

- Ella está bien, no se preocupen. Por cierto creo que Luffy ya debería ir a dormir.

Robin me miraba divertida, seguramente ya sabía que la azabache y yo... Bueno, habíamos caído.

- ¿Se divirtieron? - preguntó de forma pícara, como si ya lo supiera todo. Yo sólo asentí con la cabeza - Mucha suerte a ambos.

Robin nos lanzaba buena vibras, genial. No quería que muchos se enterasen, pero aquella pelinegra lo hacía con tan buena intención que quizás sí se podría anunciar aquella gran noticia a todos.

- Gracias - dije en un murmullo. Ella rió completamente feliz, como si le alegraba mucho que su nakama hubiera encontrado el amor. Además... yo también lo había encontrado.

- Pero si te atreves a hacerle algún daño me negaré rotundamente a seguir con nuestra alianza - habló el espadachín con tono protector. No sabía que apreciaba a Kaede, o que era simplemente por ser la menor del grupo. De todas maneras, asentí.

- Nunca - mencioné y me fui directo a mi submarino para yo también poder dormir en paz, después de una agitada y hermosa noche.

❤¡Love and dance! ❤ [One piece fanfic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora