Día 16- parte dos-

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-Hola mama.- dije cuando ella cogió el teléfono.

-¡Catherine!...no puedo creer que me hayas llamado, ¿qué tal te va todo?, ¿te ha pasado algo? ¿hay algo que necesites?.

-Solo necesitaba hablar contigo.

-Si, claro, cuéntame lo que quieras.

-Pues...he conseguido un trabajo en Starbucks, y vivo en un piso de estudiantes con Beatrice y Cameron, nos acogieron muy bien en cuanto llegamos, y las cosas de momento van genial. Me he acordado de ti por que la cocinera personal de Alex, un amigo mio que tiene un Jeep, bueno es de su padre pero el se lo deja por que ya tiene otros tres coches, bueno pues su cocinera me ha preparado cocido madrileño...pero no te preocupes no estaba tan bueno como el tuyo, sigo enfadada por todo lo que paso pero echaba de menos contarte cosas y ponerte al día.- dije hablando mas rápido que nunca con la sensación de que no me iba a dar tiempo a contar todo.

-Wow...Wow...Wow, mas despacio. ¿tienes un amigo con cocinera personal, un jeep y un padre con tres coches?...¡¿estas trabajando, y vives en un piso de estudiantes?!...madre mía, demasiada información...-dijo riéndose.

-Si mama, pero todo va bien, con Ethan cada día me llevo mejor, y respecto al dinero estamos bien.

-¿vas a volver pronto?

-Mama...cada día estoy mejor aquí, creo que este es mi sitio.

-No puedes quedarte para siempre allí, tienes que volver a tu vida normal, al instituto...

-Mama, voy a colgarte, no se para que te he llamado...

-No ¡espera!, quiero decirte que aquí las cosas también están genial, tu hermana ha venido unos días a visitarme y luego se ira otra vez, esto esta muy solitario sin ti. Te hecho de menos.

-Y yo también a ti pero volveré cuando este lista ¿vale?.

-Claro cariño.- dijo llorando.

-Tengo que colgar mama, adiós.

-Adiós, te quiero.- dijo y colgué.

-¿todos los españoles habláis así de rápido?.- preguntó Alex confuso desde la mesa y los dos nos reímos- ¿va todo bien? .- dijo

-Si, ahora estoy mejor, a sido un pequeño lapsus.- dije riéndome.

-Es normal, estas muy lejos de casa...

-Oye Alex...

-dime.- dijo poniéndose de pie.

-Estoy muy cansada y creo que me estoy empezando a encontrar un poco mal...

-Te llevare a casa.

-¿No te importa?.

-No, tranquila, lo entiendo. Me lo he pasado muy bien y podemos quedar mas veces ¿verdad?.

-Claro.- dije yo sonriendo.

Bajamos las escaleras hasta la calle, nos montamos de nuevo en el coche y Alex condujo hasta la puerta de nuestro piso.

-Me lo he pasado muy bien hoy.- dije yo cuando los dos nos habíamos bajado del coche.

-Si, ha sido genial.- dijo el.

Nos estábamos mirando a los ojos fijamente, yo con la mirada hacia arriba para poder llegar a su altura, solo nos mirábamos, no era incomodo, simplemente no hacia falta decir nada.

-Adiós Alex.- dije dándome la vuelta.

-¡Espera Cate!.- dijo agarrándome de repente del brazo.

Me situé delante de el y cada vez estábamos mas cerca, sin saber como, llegamos a un punto en el que nuestros labios estaban separados por un centímetro de distancia. Hasta que al final se juntaron.

Me beso durante unos segundos que me parecieron horas, no podía creerme que nos estuviéramos besando, era increíble, fue...como si mi canción favorita de pronto tuviera un poco mas de sentido.

-Bueno, ahora si que debería de subir.- dije cuando nos separamos.

-Si, adiós Cate.- dijo el.

-Adiós.- dije sacando las llaves de mi bolsillo.

Abrí la puerta, y entre rápidamente, subí las escaleras, volví a repetir el procedimiento con la puerta del piso y entré.

Estaba todo oscuro, todos estaban durmiendo. Entré en silencio en la habitación, Ethan parecía estar dormido, cogí mi pijama de encima de la cama y entre en el baño.

Cuando terminé de cambiarme y de desmaquillarme salí de allí y encontré a Ethan completamente despierto con los ojos abiertos como platos.

-¿Te he despertado?.- dije.

-No, tranquila, intentaba dormirme sin éxito.- dijo.

-¿Qué te pasa?.- dije, estaba raro...distante.

-Estoy bien, ¿qué tal te lo has pasado?.

-¡Ha sido increíble!.- dije sentándome de golpe junto a él.- cuando te fuiste me llevo a su coche ¡que era un Jeep!.

-¿Un jeep?.

-Si, y condujo hasta una calle, al principio estaba un poco nerviosa por que casi no le conocía pero luego me subió a su terraza donde va cuando quiere desahogarse, el pensaba que nadie iba a entender que necesitara un sitio así, pero yo lo entiendo ¿sabes?, yo quiero justo eso, ¿a que es increíble?.

-Increíble.- dijo sonriendo.

-estábamos allí, y de repente apareció su camarera personal y...

-Vale, creo que ya he escuchado suficiente...-dijo apagando la luz de la lámpara de su mesilla.

-¿qué?...¿que te pasa?.- dije encendiendo la luz confundida.

-Simplemente no quiero escuchar como tu y tu amiguito del alma Alex.- dijo con un tono de burla.- habéis dado un paseo por su mundo de lujos y riquezas ¿vale?, no me apetece, ¿te parece buen motivo para dejar de escucharte, o me vas a obligar a aguantar tus historietas?

-Vete a la mierda Ethan, pensaba que eras mi amigo...los amigos se escuchan, puede que jamás hayas tenido a alguien a quien escuchar o al menos querer, pero no es mi culpa y no tengo por que aguantar que seas un gilipollas.

-¡eres tu la que esta restregándome lo bien que te lo has pasado con tu amigo el millonario!

-Dime una cosa Ethan.- dije mas enfadada que nunca.- ¿qué te molesta mas?, ¿qué sea feliz, o que lo sea sin ti?- dije.

-¿Sabes?, creo que voy a dormir en el salón.

-Si, creo que es una buenísima idea.- dije e Ethan se levanto, salió de allí y cerro la puerta con fuerza.

-Mierda...-dije susurrando mientras me tumbaba en la cama.

CATHERINEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora