Pasaban las horas y nada cambiaba, ningún medico me decia nada y mi madre hacia tiempo que había ido a por café, supuse que ya se habia cansado de prestarme demasiada atención.
Agarre la especie de perchero de donde colgaba el suero y salí de aquella claustrofóbica y fría habitación. Me quede paralizada cuando abrí la puerta y pille a mi madre hablando con Ethan, no sabia como reaccionar. no tenia ni idea de lo que estaba pasando pero solo podía pensar en que tenia a Ethan a unos centímetros y no aguantaba mas las ganas de abrazarle.
-¡¿Ethan?!- dije corriendo para abrazarle.
Justo cuando nos separaban milímetros me pare en seco y retrocedí, no podía tocarle. me repujaba la idea del roce con su piel, no sabia lo que me estaba pasando pero simplemente no podía.
-Catherine...¿que te han hecho? ¿Que hijo de puta te a hecho esto?- dijo acercándose y quedándose a escasos centímetros de mi.
-Ethan yo...yo no he echo nada te lo juro, lo siento. Yo no he echo nada. Esto no es real....Quiero limpiarme
-Catherine, escuchame, estoy aquí no pasa nada ¿me oyes? estoy aquí.- dijo él mirándome a los ojos.
-¡Mama! ¡Mamaa! llévame a una ducha, quiero limpiarme, quiero ducharme ¡Mama!
-¡Cate! escuchame, tranquila...
-¡LLEVAME A LA PUTA DUCHA MAMA! ¿Donde hay una ducha?.- dije preguntándole a la primera enfermera que paso por allí.
-¿Esta bien señorita?
-Claro que estoy bien, ¡solo quiero una ducha!- dije desesperada.
No me oian, nadie me oía, no me hacían caso, me daba asco, me daba asco tocarme, me daba asco Catherine, me daban asco las personas, yo solo quería ducharme y quitarme la piel que cubría mis huesos, quería que Cate se fuera, que desapareciera y me dejara a mi sola.
-¡CATE MIRAME!.- dijo mama agarrandome con fuerza los brazos.
-¡NO ME TOQUES!, no me toques, no me toques, no....no- suplique mientras sentía que me dormía.
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CATHERINE
Novela JuvenilCatherine es especial, aun que ella se considera igual a todos los demás, un alma más en este mundo del que solo puede escabullirse a través de la música.