Me desperté y estaba vacía, completamente vacía. Cada parte de mí se había quedado en aquel baño, cada zona de mi piel se había derretido en las palmas de sus manos...cada mota de polvo que me componía estaba ahora en el suelo, dispuesto a desvanecerse. Vacío. Eso era lo único que sentía. Un enorme, profundo e infinito...vacío.
Estaba paralizada, no podía pestañear, ni un solo dedo podía moverse. Mi cerebro mandaba señales que mi cuerpo no recibía. Y eso no era lo peor de todo.
Le oía llorar, tan fuerte que mi cabeza estaba apunto de separarse de mi cuerpo.
Alex estaba sentado en el suelo, junto a la cama donde yo estaba tumbada, llorando y con los brazos rodeando sus piernas.
No sabia que estaba pasando y no podía descubrirlo, no podía moverme, no sabia reaccionar. Las lagrimas me caían solas sin ninguna razón. No sentía nada y por lo tanto no podía decir nada.
-Alex... Alex- empecé a susurrar pero él no contestó- Alex por favor necesito que me hables, es lo único que me queda.
-¿A si? ¿necesitas que te hable? ¿ahora me necesitas?
-¿Por qué me hablas así?
-Estas de coña, ¿estas tomándome el pelo?
-Alex para por favor.
-¿¡QUE PARE?! ¿De verdad crees que estas en posición de decirme que hacer o no?- dijo el cogiéndome del brazo.
-¡NO ME TOQUES!.- Dije apartándole , aun que no sabia por que lo había hecho.
-Dios...no se ni por que estoy aquí. Me voy
-¡No! Por favor espera, por favor. No entiendo nada, solo me acuerdo de cosas que es imposible que haya hecho yo, yo no he hecho eso Alex, es mentira, todo es mentira, es...es una pesadilla. Cate...¡ tu cate no hace esas cosas!...cate no lo hace...no hace esas cosas.
-¡Cate!, ¡Cate!, deja de rascarte el brazo, te vas a hacer una herida, ¡Cate!.- dijo Alex intentando calmarme sin ni siquiera poder tocarme.
-¡Cate no lo hace!...es un...sueño, no lo hace...no...no..
-Por favor, venid rápido, esta desvariando- dijo Alex hablando por teléfono.
-Alex...Alex.- dije llamándole desesperada, no podía oírme, nadie me oía. Estaba sola, nadie a mi alrededor. Cate no podía haber hecho eso, yo...¿yo era Cate?.
Paredes blancas...blancas y frías. Eso era lo único que podía ver desde aquella cama. No había nadie, absolutamente nadie. Me sentía mas sola que nunca. No tenia ni idea de que hacia allí pero el caso es que sentía que allí es donde debía de estar.
Estaba conectada por todas partes a un millón de maquinas y una de ellas emitía un pitido intermitente que no paraba y era insoportable.
De pronto la puerta se abrió y apareció mama junto a un medico.
-¿Mama?- dije confundida.
-¿Qué tal estas cariño?- dijo pero aparto la mirada para dirigírsela al doctor.
-Cate...has sufrido un..
-¡Espera! ¿Por qué me hablas en español?¿Donde estamos mama?- dije sin saber que estaba pasando.
-Estamos en Barcelona hija
-¿¡Que!? ¿Por qué?
-¡Eso da igual ahora Catherine!, escucha al medico por favor.
-Catherine...como te decía, has sufrido un episodio psicótico debido a una experiencia traumática, ahora mismo estas estable pero nos preocupa que vuelva a pasar y te vamos a dejar en observación. Vas a empezar a ir a la consulta de un compañero mio que te va a ayudar con tu cabeza mientras nosotros nos encargamos del resto.
-¿Un psiquiatra? ¿Voy a ir al puto psiquiatra?
-¡Catherine habla bien!
-¡No estoy loca mama! ¿Cómo puedes permitir esto? ¿quieres joderme aun mas la vida? ¿es el único objetivo de tu puta existencia?- dije lamentando mis palabras en cuanto salieron por mi boca.
-No es por que estés loca, es por que algún loco hijo de puta a provocado esto en ti y algún día me lo agradecerás y me pedirás perdón por toda la mierda que acabas de sacar por la boca. Hablo así de mal por si de este modo me entiendes mejor, ya que parece ser que el lenguaje soez es el único de tu repertorio.
Me crucé de brazos y me negué a hablar de nada mas. Odiaba esa situación, odiaba ser la víctima y que me trataran como si estuviera loca. No tenia ni idea de lo que había pasado pero tenia claro que yo no había sido la culpable. Como ya he dicho, Cate no hace esas cosas.
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CATHERINE
Teen FictionCatherine es especial, aun que ella se considera igual a todos los demás, un alma más en este mundo del que solo puede escabullirse a través de la música.