-¿Cuándo vas a volver Ethan?- le pregunte por fin.
-Mi madre se esta recuperando pero todavía tengo que quedarme con ella.
-Te hecho de menos.
-Yo también pero esto nos viene bien. Solo han pasado tres días y ya estamos mal, tenemos que aprender a estar sin el otro.
-Yo no quiero aprender a estar sin ti.- dije mientras una lagrima caía por mi mejilla.
-Tienes a Alex para que cuide de ti mientras no estoy.- dijo el.
-Alex...- suspiré
-Oye Catherine tengo que colgarte ¿vale? El medico a entrado en la habitación de mi madre.
-Si claro.- dije y Ethan cortó la llamada.
En el momento busque en mis contactos el nombre de Alex y le llame.
-Hola Cate.
-¿podemos quedar?.- dije secándome las lagrimas.
-Si claro.
Paso media hora y yo me encontraba en Oxford Street esperando a Alex mientras en mis auriculares sonaba Angels de Robbie Williams.
Alguien me tapó de pronto los ojos desde atrás.
-¿quién soy?
-¡Alex! me has dado un susto de muerte.- dije riéndome asustada.
-¿No me vas a dar un beso?.- dijo mirándome con sus ojos, tan bonitos que hipnotizaban.
Me lancé a su boca y le besé despacio como si tuviera todo el tiempo del mundo.
-Echaba de menos esto.- dije abrazándole con fuerza.
-Yo también pequeña.
De pronto me aparte de el.
-¿qué pasa?
-No me llames así ¿vale?.- dije sonriendo, así era como me llamaba Ethan, y solo él podía hacerlo.
-Vale...pe...
-¡Alex!.- dije riéndome.
-que......ñññ
-Cállate idiota.- dije riéndome tapándole sus preciosos labios
le bese como si no hubiera un mañana, estar con el me hacia sonreír y olvidarme de todo lo que estaba pasando, Alex estaba consiguiendo que me enganchara a él
Paseamos durante horas, sin poder parar de mirarnos el uno al otro con la admiración de siempre, con la atracción de siempre.
-Esta noche hay una fiesta de universitarios en casa de un colega ¿te quieres venir?.- dijo Alex.
-No se...
-Venga, anímate.
-Es que no conozco a nadie y...
-Me conoces a mi ¿no es suficiente?
-Si, claro, pero...
-Pero nada, vas a venir y punto.- dijo y me beso con rapidez.
-Vale... - dije riéndome.
Llegamos a casa y allí me despedí de Alex para empezar a prepararme para la fiesta.
-¡Hola Beatrice!.- dije cuando vi que estaba tumbada en el sillón.
-¡No grites!.- dijo ella tapándose la cara con las dos manos
-¿Qué te pasa?.- dije
-Shh.
-¿qué te pasa?.- dije esta vez susurrando.
-Me duele muchísimo la cabeza y no se por que.
-Deberías ir al medico
-Ni de coña
¿Por qué?
-Paso de ir para que me digan lo mismo de siempre.- dijo incorporándose para coger una pastilla de la mesa.
-¿Qué haces?.
-Tomarme una pastilla para el dolor de cabeza- dijo en tono sarcástico.
-¡No te auto mediques! Es lo peor que puedes hacer.
-Vale mama...- dijo tumbándose de nuevo.
-Iba a ir a una fiesta de universitarios...me ha invitado Alex...pero paso, me quedo contigo.
-¡¿QUE?!- Dijo viéndose recuperada de pronto.
-Vaya...se te ve mucho mejor- dije riéndome.
-La palabra fiesta es la mejor manera de auto medicarme- dijo riéndose.
-No voy a ir Bea...no estoy de humor.
-¿Por Ethan?...Cate, Ethan volverá, no puedes estar de luto hasta que vuelva, Tu magnifico novio te ha invitado a una fiesta de universitarios, y vas a ir. Por que te lo digo yo, y si me dejaras ir te amaría para siempre- termino riéndose.
-No tengo nada que ponerme
-Suerte que yo si, ¡vamos a mi habitación!
Era curioso como en todo este tiempo nunca había entrado a la habitación de Beatrice, siempre hablábamos en la mía. Era enorme con las pareces rosa fucsia y todas llenas de posters de bandas de K-POP y dibujos hechos por ella, tenia una 'King Size' que ocupaba casi toda la habitación, y un armario que ocupaba la otra media.
-Vamos a ver...-dijo rebuscando entre sus miles de prendas de ropa.
-No hace falta que me dejes nada...de verdad. Es una tontería de fiesta.
-¡Es una fiesta llena de universitarios buenorros!, retira lo que has dicho antes de que el dios de la fiesta te escuche.
-¿Existe un dios de la fiesta?
-Debe de ser que si, o eso espero, por que es en el único en el que creo, si no existe cuando me muera estoy jodida.- dijo riéndose y yo me reí con ella.- ¡Este!.- dijo sacando del armario un vestido ceñido negro con aberturas en los laterales.
-¡Me encanta!.- dije.- pero no me va a quedar bien.
-Ya veras como si, pruébatelo.
-Voy.
Me quite la ropa y me puse aquel maravilloso vestido. Me di la vuelta para que Beatrice pudiera verlo.
-OMG, ¡it's perfect!-dijo hablando extremadamente rápido.
-Sabes que si hablas tan rápido no te entiendo ¿no?
-Ya deberías de acostumbrarte, todos los ingleses hablamos extremadamente rápido.- dijo con su adorable acento ingles.
Llevaba un tiempo en Londres y mi ingles cada vez era mejor pero aun así había veces que tenían que repetirme las cosas. Pero tenia la suerte de haberme rodeado de personas que lo comprendían perfectamente.
-Me visto y nos vamos, puedes coger mi maquillaje si quieres.
-¡Vale!
Empecé a maquillarme y peinarme y después de casi una hora ya estábamos las dos listas. Beatrice se había puesto un vestido corto rosa pastel con volantes que bajaban desde la cintura hasta por encima de las rodillas, llevaba pendientes de unicornio y unos tacones holográficos preciosos.
Bea tenia un estilo súper personal y original y me encantaba, había recogido su pelo rosa en un moño alto muy elegante para que se le vieran bien los pendientes. Yo simplemente me había marcado mas los rizos de mi simple pelo negro y me había puesto unos tacones rosas a juego con el vestido de Beatrice.
Salimos de casa y abajo estaba Alex esperándonos en su Jeep.
-¡Hola chicas!, ¿os habéis animado las dos?.- dijo con una sonrisa de oreja a oreja.
-¡Si!.- dijimos al unísono.
-¡Genial!.- dijo Alex y arranco el coche.

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CATHERINE
Fiksi RemajaCatherine es especial, aun que ella se considera igual a todos los demás, un alma más en este mundo del que solo puede escabullirse a través de la música.