Dia 15.

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-Un vanilla Frappuccino por favor.- dijo un chico alto, rubio y con ojos verdes oscuros que hipnotizaban.

Llevábamos una semana trabajando en el Starbucks de la Conduit Street y él había venido todos los días.

-Aquí tienes Alex.- dije dándole el vaso con su nombre.

-Gracias Cate.- dijo y se sentó en su mesa.

-¡¿Cate?! ¿En serio?.- dijo Ethan mientras preparaba un café.

-Suena bien.- dije sonriendo.

-Es una bazofia, no te conoce de nada. - dijo.

-Te veo irritado, ¿Estas celoso?.- dije subiendo y bajando las cejas.

-¿Debería estarlo? ¿Te gusta?.

-Puede ser.- dije con un tono cantarín.

-Pues no estoy celoso, por mi como si sales con él, es un londinense de pacotilla, no tiene nada que hacer contra este macho ibérico.- dijo riéndose y dándole el café a un cliente.- Thanks.- dijo dirigiéndose a este.

-Pues no es mala idea, seria una buena forma de mejorar mi acento ingles.- dije bromeando y él se rió.

-Ya hablamos en ingles de normal, no hace falta que te enrolles con él para mejorar tu acento.- dijo Ethan.

-Pues entonces saldré con él para fastidiarte.

-No te daré el gusto de que me moleste.

-¿Ni si quiera un poquito?.- dije riéndome.

-Nada.- dijo cruzando sus brazos.

- Chicos, podréis hablar de vuestra increíble relación inexistente únicamente para vosotros cuando lleguemos a casa, ahora poneos a trabajar ¡Vagos!.- dijo Beatrice mientras apoyaba sus brazos en nuestros hombros.

Cuando entramos a trabajar allí enseguida empezamos a llevarnos bien con Beatrice, una chica bajita, con el pelo rosa, increíblemente pálida y con una dulzura en su rostro que jamás había conocido antes.

Cuando le dijimos que estábamos en un hotel viviendo, se ofreció para acogernos en su humilde piso de estudiantes que comparte con Cameron, un chico con el que conecté en el primer instante.

Casi todas las tardes salíamos a dar una vuelta por el Soho y él comenzaba a hablar de lo guapo que era Ethan. Era un poco incomodo hablar de la belleza de Ethan con mi amigo homosexual pero al final siempre conseguía cambiar de tema. 

-Si señora.- dijo Ethan riéndose.

-Por cierto Cate es una abreviatura monísima.- dijo Beatrice.

-¡A que si!.- dije e Ethan puso los ojos en blanco.

De pronto entró un hombre muy alterado y no paraba de gritar.

-¡No me hables así!.- dijo dirigiéndose a una mujer que entró junto a él.

-Por favor no grites, aquí no.- dijo la mujer en un tono mucho más bajo que el suyo.

-¡Ni si te ocurra decirme lo que tengo que hacer!.- dijo el hombre empujando a la mujer que cayó al suelo.

-¡hey!.- grito Ethan corriendo a interponerse entre lo dos.

Yo sin pensarlo ni un instante corrí hacia la mujer que no podía moverse del suelo ya que estaba en shock.

-¿Esta bien?.- dije agachándome a su lado.

-¿Podrías ayudarme a levantarme?.- dijo con un acento ingles muy peculiar mientras le caía una lagrima.

-Si, claro. Tranquila.- dije levantándola del helado suelo.

-Salga del local, por favor.- dijo Ethan dirigiéndose al hombre en ingles.

-¿Perdona?.- dijo el hombre acercándose cada vez mas a Ethan.

-¡Salga de aquí!.- gritó Ethan.- ¿Así se entera o hace falta que te empuje para que te quede claro?.

-¿Crees que alguien como tu puede darme ordenes a mi?.- dijo el hombre riéndose.

-Alguien como yo puede llamar a la policía, si le parece bien.- dijo Ethan.

-Oh...que valiente.- dijo irónico el hombre.

-¡Es usted el que ha pegado a esta mujer!, ¡¿ Quien es mas cobarde aquí Eh?!.- dijo Ethan mientras se le hinchaba la vena del cuello, como siempre cuando se enfadaba. En ese momento supe que tenia que intervenir.

-Ethan, tranquilo.- dije apartándole.- por favor señor, no vamos a permitir este tipo de conductas en este local así que salga de aquí.- dije en un tono relajado.

-Puf...que niñatos...- dijo el hombre saliendo por la puerta.

-¿Estas bien Ethan?.- dije cogiéndole las manos.

-Si, ahora si.- dijo el respirando hondo.

-Voy a prepararle un café a la señora ¿vale?.- dije mirándole a los ojos.

-Si claro.- dijo.

-Vale.- dije avanzando.

-¡Espera Catherine!.- dijo Ethan cogiéndome de la mano.

-¿Qué pasa?.- dije situándome delante de él.

-¿Me abrazas?, por favor.

-Claro que si tonto.-dije sonriendo y abrazándole con fuerza.    

CATHERINEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora