Cap 22

242 23 2
                                    

Desperté amarrada a una cama y con cinta en la boca, trate de gritar y moverme para soltar mis manos y pies del amaré de esas fuertes cuerdas, que ya empezaban a lastimar mis muñecas y mis tobillos.

-Mi amor ya te diste cuenta que vas a ser mía por el resto de tu vida? -acercándose- nunca volverás a ver ah ese imbécil

Lo veía fijamente, trataba de estudiar sus movimientos, para saber que iba a hacer. Sentía mi corazón temblar su sola precencia me causaba terror.

-Te voy a quitar la cinta si me prometes no gritar-

Asentí y el se acercó y quitó la cinta de mi boca.

-Que ganas con tenerme aquí? -unas lágrimas salieron- déjame ir por favor, te prometo que no haré nada en tu contra, pero ya déjame ir, esta claro que ya no sentimos nada.

-Y quien dice que yo no siento nada por ti mi vida? -Acariciaba mi pelo-

-Si me quisieras no me tratarías de esta forma-

-No es que te quiera amor, lo que pasa que me encantas, amo tu cuerpo, me encanta sentirte.

Sus palabras me probaron asco

-Pero yo no quiero estar aqui!- grite-

-claro por qué prefieres meterte con tu amante verdad? Pero que crees, tu eres MIA! y nadie te va a quitar de mi lado.

Me beso en los labios con rudeza y yo sin poderme mover por mi situación. Sentía una fuerte desesperación.

Minutos después salió y me dejo otra vez sola en ese cuarto oscuro, este lugar era todo lo contrario a la casa en la que hace unas horas estábamos, esto era mas bien como una casa vieja, todo estaba oscuro apenas había luz, el colchón donde estaba estaba sucio y roto. Ahora si no tenia ni idea de donde podría estar. Y la horrible sensación de no poder moverme me estaba poniendo mal quería llorar y gritar de coraje. Empecé a mover mis muñecas para quitarme las cuerdas, pero mientras mas movía las manos más daño me hacía, me ardía como si de fuego se tratase, poco a poco mis manos se empezaron a deslizar, una pequeña gota roja callo al colchón, y un camino rojo corría por mi brazo hasta mis codos. El dolor cada vez era más fuerte, las lágrimas salían de mis ojos.

Cuando por fin logre sacar mis manos por completo, toque cada una de mis muñecas con mis manos para frotarlas y calmar un poco el dolor. Luego quite el nudo de mis tobillos y salí de la cama para ir a la puerta, como era de esperarse estaba bajo llave. Golpe con todas mis fuerzas la puerta y grite de frustración.

-Déjame salir por favor!!!!

Lo repetí una y otra vez, pero era inútil, me deslice por la puerta de espaldas hasta quedar sentada en el suelo. Ya el dolor físico no lo sentía como el dolor emocional.

El corazón cada vez lo sentía más deshecho, mi pulso débil, y poco a poco fui perdiendo el conocimiento.

Bueno aquí otro espero les guste
Espero sus votos y comentarios.

Recuerdos de un amor pasado (ponny)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora