Capítulo 20

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Lauren

Estuvimos caminando un rato y los músculos de mis piernas se fueron soltando lentamente mi estómago empezaba a gruñir y Camila reía.

-Ya, es suficiente, sabes que muero de hambre y te sigues riendo, no es posible.

-Es muy gracioso- su sonrisa le daba un aire tranquilo y yo gozaba de aquello- Lauren, ¿a donde vamos?

-Te va a gustar-dije, y ella me miró seria.

-Se supone que nunca haz estado en este país y mucho menos en esta ciudad, ¿cómo sabes a donde vamos?- dijo irritada.

-Para eso está Internet- toqué su nariz- ¿Cual es el problema de que me acompañes?

-Me puedes violar- dijo con miedo.

-Ya quisieras- esboce una sonrisa con suspicacia.

-Deja ese estúpido ego.

-No es ego.

-Es confianza en mí misma- ella completo mi frase intentando hacer una pésima imitación de mi voz.

-Exacto,  y yo no hablo así.

-Me vale.

Dejamos de hablar y seguimos caminando en silencio, ninguna dijo nada mas para no volver pesado el ambiente.

-¿Quien era esa chica?- preguntó rompiendo la tranquilidad, noté algo en su voz ¿fastidio?

-¿Cual de todas?- ella frunció  el seño.

-No seas imbécil- fingí una cara de dolida y ella solo me miraba enojada- la chica del aeropuerto, Lupita, Laura, Luz, como sea.

-Lucy- la corregí- ella es una amiga que conocí en uno de mis viajes- subimos una vereda y alejé a Camila de pisar excremento de perro, una porquería, lo sé.

-Iugh, que asco- su expresión era épica y no pude evitar sonreir- ¿Dónde la conociste?

-Perú.

-¿Sólo dirás eso?- asentí y volví a alejarla de excremento-¡EN SERIO QUE ASCO!

-Se supone que este es uno de los países más civilizados, es extraño que tenga estos tipos de "contratiempos"- hice comillas con ambas manos.

-Bueno- su voz se volvió fría,  distante y reservada- ¿Cómo la conociste?

-Ella se quería acostar conmigo- Camila me miró como si fuera un moustro y tosió a la vez-. ¿Que pasa?

-Eres repulsiva- me miró con desprecio.

-Ella se quería acostar conmigo- guiñé el ojo- bueno, quizás yo también.

Su cara reflejaba dolor y sus ojos dejaron caer una lágrima que ella secó con brusquedad.

-Camila...-intenté hablar.

-Te desprecio.

-No somos nada, no éramos nada, ¿recuerdas?- estaba harta de que me reclamara por todo- tu me lo dijiste.《Hagas lo que hagas Lauren, no me interesa, tu y yo dejamos de ser pareja. Tengo una cola enorme de hombres que quieren estar bajo mis pies, tu consigue a alguien》- cité sus palabras con exactitud.

-Lauren ...- agarró mi bazo con suavidad.

-Ahora si me quieres hablar... eres un chiste- alejé mi brazo con fuerza y caminé hacia cualquier lugar- Y no te preocupes por darme alojamiento en tu morada "princesita"- dije burlona- Lucy me esta esperando- giré nuevamente y llamé a Lucy.

Cuando nos vimos en el aeropuerto intercambiamos números, y como yo tenía cobertura internacional no importaba si le informaba que me quedaría en su casa.

Carajo, se me olvido llamar a mi madre.

Desbloqueé el celular nuevamente  y llamé a mi mamá. Le conté  todo omitiendo el detalle de que me tocó sentarme junto a Camila.

Camila

Lauren me dejó sola en medio de una calle que no tenia idea de su maldito nombre.

Después de haberme dicho lo que alguna vez, hace muchos años yo le había dicho a ella, me rompió el corazón. Me sentí como una pila de mierda. Y las lágrimas no tardaron en aparecer.

Era difícil saber que le rompiste el corazón a alguien a quien amas. Y es más difícil aún cuando esa persona te lo repite.

Lauren Jauregui, su nombre era preciso para ella: imponente, sexy, cautivador, llamativo, y bello, muy bello.

Sus ojos eran de un color verde cambiante, eran más oscuros cuando estaba furiosa o cuando hablaba de cosas serias, eran claros cuando estaba feliz y poética. A veces tenían un color grisáceo verdoso y solo se ponían así cuando ella me miraba como una obra de arte. Ella me hacía sentir como una diosa griega, pero también tenía una facilidad para hacerme sentir cómo ahora: mierda, basura y fea, horripilante.

Y no precisamente porque ella lo hiciera intensional, simplemente era mi culpa.

-¡Taxi!- grité.

Un taxi se detuvo frente a mi y subí de inmediato a este.

-¿Para dónde?

-Para mi casa

Me puse a pensar en todo lo que había ocurrido en cuestión de 24 horas. Todo paso abismalmente rápido.

-Señorita-dijo el taxista- no sé dónde vive.

Reí nerviosa y le pase la dirección del hotel. Justo en ese momento me percaté del taxista. Era joven, demasiado para su profesión. Probablemente era más alto que yo, tenia un tronco largo y su espalda- o lo poco que se podía ver de ella- era fornida. Aún no había visto su cara, era casi imposible en la oscuridad de esta ciudad.

Podría apostar que era muy guapo.

...《Tengo una cola enorme de hombres que quieren estar bajo mis pies, tu consigue a alguien》

Esa frase se repetía una y otra vez en mi cabeza. Deje de pensar en el taxista y me puse a pensar en "mi sol" ella no se merecía nada de lo que hice. Ella siempre me cuidó y protegió mi corazón ¿cómo se lo devolví? Rompiendo el de ella y dejándola sola.






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En los próximos capítulos Lauren y Camila empezarán a recordar todo lo que sucedió con ambas y como sufrieron cada una por su cuenta.

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Camren fuera,  paaaz

El Vuelo (camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora